Costos estimados
Fernando Ojeda Llanes (*)
En mi escrito anterior me refería a que es muy grave para las empresas comerciales o industriales estimar su costo de ventas y mantenerlo en forma continua sin determinar en algún momento el real, esto debido a que en la situación económica actual los precios cambian en forma constante debido precisamente a la inflación y la problemática del tipo de cambio del dólar, así como la probabilidad de las modificaciones en su precio de venta.
Algunos de mis lectores me han escrito haciéndome una serie de consultas sobre las estimaciones de los costos y los gastos, motivo por el cual les comento el siguiente boleto.
Con respecto a las empresas industriales, no me he referido a la técnica que se utiliza en la contabilidad de costos industriales de determinar los unitarios estimados que consisten en hacer un análisis de los elementos del costo para conocer lo que podría valer un producto, en este caso se calcula cuánto de materia prima, mano de obra directa y costos indirectos lleva determinado producto, pero esta estimación debe compararse en forma continua con el importe real a efecto de determinar las variaciones entre lo estimado y real, y éstas se ajusten a fin de período a lo verdadero. Por lo tanto, puede haber un exceso o un faltante en la estimación que debe afectar el resultado bruto.
El costo unitario real es lo efectivamente erogado sin hacer ninguna estimación y que corresponde a la materia prima utilizada, la obra de mano que se invierte en el producto de acuerdo con la nómina de la planta y los costos indirectos que efectivamente se erogaron o devengaron en el período; como el resultado es la realidad de lo registrado en contabilidad no se compara con ninguna estimación, pero sí puede obtenerse un precio unitario mayor o menor que el de períodos anteriores y esto es precisamente debido a dos cuestiones: una, referente a la variación de precios, y otra, por falta de productividad.
Precisamente, para medir la productividad en la producción se utiliza el costo unitario estándar, que consiste en hacer una estimación de los diferentes elementos que componen el costo unitario: materia prima, mano de obra y costos indirectos, pero de una manera mucho más técnica y científica tomando en cuenta los volúmenes y la capacidad de producción de la empresa. La diferencia entre el costo unitario estimado es que el estimado “podría ser” el costo unitario real y el estándar es “el que debe ser el real”. En la contabilidad de costos estándar es necesario llevar el control estricto no solo de los tres elementos del costo sino de los volúmenes y capacidad de producción de la fábrica a efecto de que al terminar el período, los costos unitarios reales de la contabilidad se comparen con el estándar y la diferencia si la hay sería una desviación que puede ser por precio, volumen o productividad de la planta.
En la contabilidad de costo estándar es necesario que la administración dé seguimiento a las variaciones o diferencias entre costo unitario real y estándar a efecto de que se identifique en dónde se encuentra la falta de productividad, esto en caso de que la variación real sea mayor que la estimada porque permite verificar si la cantidad de producción fue la adecuada y si no lo fue, se puedan investigar los motivos.
También si hay variaciones en pesos pueda deberse a impactos en los precios o por falta de control de los elementos del costo.
Lo que no debe suceder en una empresa industrial —ya sea que utilice costos estimados o estándar— es que no haga las comparaciones con los reales en forma periódica, porque se elimina el efecto de su buena utilización y se convierte en una estimación constante que nunca se analiza y por lo tanto lo real puede ser muy diferente y se seguiría incurriendo en errores sin conocer las diferencias, variaciones o desviaciones.
Coloquialmente hablando, puedo afirmar, porque lo he palpado tanto en forma real en las empresas como a través de los testimonios de mis alumnos de maestría, que una gran parte de las pequeñas y medianas empresas ni siquiera llevan una adecuada contabilidad financiera, se dedican solo a lo que corresponde a lo fiscal y lo hacen solo porque el SAT lo ha determinado como una obligación que de no cumplirse la empresa estaría sujeta a multas y sanciones de importancia relevante.
La contabilidad financiera debe ser llevada en cualquier tipo de empresa para conocer la realidad de su situación tanto económica como de posición financiera y puedan medir los riesgos a que está sujeta cualquier actividad de negocios.
Vuelvo a retomar el caso de que si una empresa industrial ni siquiera lleva una contabilidad financiera adecuada, llevar una de costos reales, estimados o estándar, pues se convierte en una pesadilla, pero en este escrito solo quería sacar a la luz una gran problemática que existe en las empresas que forman el mercado interno. Otro boleto que comentaré posteriormente es la gran problemática que tienen las empresas, tanto comerciales e industriales, en el control de sus inventarios. Siempre tienen diferencias.— Mérida, Yucatán.
ferojeda@prodigy.net.mx
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Contador público certificado. Maestro en Finanzas. Consultor de empresas
