Los conservadores. El frasco de aceitunas tenía por fecha de caducidad agosto de 2024; escucho la voz de mi hija que vino a pasar unos días, me grita desde la cocina… “es que tiene conservadores, por eso aguantan hasta esa fecha”. Antes de pensar en otro tipo de conservadores, vale aclarar que los químicos para preservar los productos enlatados o embolsados son simples como el sodio, potasio, ácido cítrico, ácido ascórbico.

No hay que satanizar los conservadores, son indispensables en la producción alimentaria, además proporcionan textura, sabor y mantienen el color de los alimentos, pero sobre todo nos dan seguridad al consumirlos; a menos que ignoremos la fecha de caducidad estaremos expuestos a la descomposición por hongos, bacterias como la salmonella o escherichia coli.

Hubo una época que se puso de moda evitar el consumo de alimentos que contuviesen conservadores, haciendo más corta la vida del producto. Esta práctica no prosperó por la infinidad de quejas. Se hicieron campañas publicitarias en Estados Unidos para no mal interpretar el uso de los conservadores en los alimentos, así fue como se convirtieron en indispensables para preservar la salud del consumidor

El creador del término

En la jerga política se ha considerado al conservador como un símbolo de retraso ideológico, curiosamente esto nos lo recuerdan todas los días desde el púlpito mañanero.

El concepto fue usado por primera vez en el ámbito político y se le atribuye a Robert Peel, un destacado conservador y primer ministro del Reino Unido a mediados del siglo XIX.

En México, Benito Juárez se refería a sus opositores llamándoles conservadores en la guerra de reforma, tal vez “inspirado” por  el concepto de Peel.

Un liberalismo amañado

Ahora se ha retomado esta peculiar palabra como un peyorativo que denota retroceso, palabra que ha servido para hacerle una oda al liberalismo que encabezó Benito Juárez. Paradójicamente escucharlo hoy día en todas las quejas palaciegas, resulta un contra sentido ya que las prácticas del gobierno han construido un nuevo nicho al liberalismo convertido mañosamente en una nueva transformación que sirve para descalificar lo bueno que este país había logrado en décadas, entonces, para que usar el retrógrado término tildando a la oposición de conservadores, si lo que promueven como una política de bienestar ha sido precisamente eso, un vertiginoso fracaso, un regreso a lo viejo, caduco, obsoleto… entonces, ¿quiénes son los conservadores? Lo peor del caso es que podemos continuar con este retorcido esquema de gobernanza durante otro sexenio.

La salvación

Hay que conservar la calma y el ánimo para enfrentar los retos del futuro. Esta mañana leí dos malas noticias: cada 40 segundos se suicida una persona en el mundo, al seguir hojeando la publicación rematan con los 300 millones de personas con depresión. Todo esto va ligado al proceso que nuestro cerebro hace del entorno en que nos movemos, iconos buenos y malos se hacen presentes en las neuronas cada vez más difíciles de codificar.

Una detonación interna que va cambiando poco a poco los hábitos positivos que se nos dieron al nacer, en pocas palabras, los conservadores naturales se están agotando, hay que poner atención antes de que caduquen. Puesto en esos términos, los conservadores químicos y los políticos nos pueden salvar.—  Mérida, Yucatán, 25 de septiembre de 2023

Twitter: @ydesdelabarrera