Últimamente hemos podido observar y constatar los efectos del calentamiento global, que se ha ido acentuando hasta alcanzar el punto de no retorno. Esta situación debe llevarnos a darnos cuenta de que la actividad humana, sin restricciones, ha afectado negativamente a la naturaleza, llevando a la sobreexplotación de recursos naturales.
No debemos olvidar que los recursos naturales de que disponemos son limitados, por eso hay que administrarlos, para que sean suficientes para todos, no solo para nosotros, sino para las generaciones venideras.
Muchas personas han perdido todo por un fenómeno natural, situación que se ha replicado con frecuencia en los últimos años.
Es necesario pensar y reflexionar que no somos dueños del mundo, sino parte de él. Este modo de vivir nos debe llevar a una reflexión ecológica, que trasforme nuestra manera de consumir y de relacionarnos con el entorno.
El cambio climático es innegable, debemos reconocer que nuestras actividades diarias afectan patrones y ciclos, razón por la que debemos hacer más eficiente el consumo de los recursos naturales, de los que dependemos, asegurando los recursos y el tiempo suficiente para dejar que la naturaleza se regenere, ya que nos provee generosamente de lo necesario para vivir.
También debemos asumir la responsabilidad de cuidar la naturaleza, de vivir en armonía y de promover una cultura de respeto. El cuidado de la casa común no es una opción, sino una responsabilidad.— Mérida, Yucatán
Abogado con Maestría en Administración
