El director Tom McCarthy y Matt Damon durante una entrevista con motivo del estreno de la película “Stillwater (Cuestión de sangre)”

NUEVA YORK (El Universal).— Para Matt Damon, nada puede cambiar el poder de estar en un lugar rodeado de seres humanos.

Tras más de un año de pandemia y en su primera serie de entrevistas de forma presencial al presentar la cinta “Stillwater (Cuestión de sangre)”, el actor estadounidense confiesa sentirse muy cansado de las reuniones virtuales.

“Es como ver una película en casa en lugar de ir al teatro: todo el mundo te distrae, pones pausa para ir al baño, te vas a hacer un café… Igualito que en los zooms”, aseguró Damon entre risas.

“Voy a volver a vivir en Nueva York, a Brooklyn, y no puedo esperar para ver cada concierto, obra de teatro y volver a las salas de cine. De hecho, hace poco pude llevar a las chicas a ver ‘Hamilton’ en Australia y aunque tuvimos que usar mascarillas todo el tiempo y seguir ciertos protocolos fue una experiencia maravillosa. Cuando puedes volver a estar en contacto con la cultura te das cuenta de cuánto la extrañabas”, reflexionó.

“Stillwater”, que estrena a fines de este mes, es la historia de un hombre en búsqueda de una redención que parece imposible, de dos mundos opuestos como el francés y la América profunda pero que logran encontrarse y crear una complicidad muy especial.

“Stillwater” es un filme que aproxima hacia las relaciones humanas que el director Tom McCarthy sabe hilar bien y al que se rehúsa a ver como thriller.

“En un thriller suceden cosas que se resuelven al final de la historia pero aquí hay consecuencias, hay sacrificios, pérdidas. La audiencia está esperando que Matt haga lo que tiene que hacer y que lo haga de forma correcta. Y esta es una película diferente porque no lo muestra como un héroe, es una cinta en la que todos salen lastimados”, explicó el director y guionista.

Damon señaló que ponerse en el papel de Bill Baker fue algo que lo ayudó a conectar con su paternidad.

“Me fue muy fácil pensar lo que sería despertar con esa sensación de sentir que había sido una figura ausente, es algo que no te debe dejar dormir en las noches y causar una profunda tristeza”, explicó sobre Bill, un rudo operador de una plataforma petrolera estadounidense, quien es torpe con las emociones.

“Pero tiene grandes valores, intenta ser el mejor padre que puede pese a todos sus fallos en el pasado y realmente quiere conectar, creo que la película tiene una profunda empatía por Baker y lo aborda desde ahí. Este guión me encantó porque tuve la oportunidad de meterme en la piel de un hombre complejo, que carga mucho dolor y culpa y está tratando de hacer lo correcto”.

“Es grandiosa”

También contó cómo fue trabajar con Abigail Breslin, la actriz de “Little Miss Sunshine”, que en este filme interpreta el papel de su hija presa en Marsella por un crimen que ella asegura no cometió.

“Abigal es grandiosa y lo que logró es impresionante. No era fácil para ella porque sólo tuvimos 10 días para filmar nuestras escenas juntos y tuvo que hacer todo este viaje emocional en poco tiempo”.

Breslin, a su vez, se dijo admirada con el sentido paternal de Matt y contó que dentro del set siempre la cuidó.

“Matt tiene cuatro hijas así es que es muy paternal en muchos sentidos, es una persona muy dulce y paciente. Ver la ética de trabajo que tiene inspira mucho”.

Dirigida por Tom McCarthy y protagonizada por Matt Damon, Abigail Breslin y Camille Cottin, “Stillwater” es un filme dramático redondo, que fue presentada en el Festival Internacional de Cine de Cannes con buenos resultados de la prensa y el público.

Damon tiene seis proyectos en puerta: dos filmados y otros cuatro en desarrollo, entre ellos, “RFK”, que narra la historia de Robert F. Kennedy.

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