El cantante cierra sus festejos hoy con un recital
BUENOS AIRES (EFE).— El cantante León Gieco, uno de los máximos exponentes de la música popular argentina y autor de himnos generacionales como “Solo le pido a Dios”, cumplió ayer 70 años entre el cariño de sus seguidores y de otros compositores de su generación.
Desde primera hora, las redes sociales del país suramericano se llenaron de mensajes de afecto hacia el cantante, nacido en 1951 en la provincia de Santa Fe.
El propio Gieco compartió a través de su perfil de Instagram varias felicitaciones, como las del cantautor español Víctor Manuel, el compositor argentino Gustavo Santaolalla o el gaitero Carlos Núñez.
La figura de Gieco trascendió, por mucho, los límites de la música, con mensajes de cariño del cineasta mexicano Modesto López, del conocido historiador Felipe Pigna o incluso del expresidente ecuatoriano (2007-2017) Rafael Correa, entre otras personalidades.
“¡Feliz cumpleaños León, te amamos! Gracias por estar siempre en el camino de la lucha, por tu generosidad y por la belleza de tu música que se ha convertido en la banda de sonido de todo un pueblo”, escribió en su perfil de Twitter la organización de derechos humanos Abuelas de Plaza de Mayo.
Las celebraciones por este 70 aniversario culminaron ayer a las 9 p.m. con un concierto de homenaje en el Centro Cultural Kirchner de Buenos Aires, que contó con la presencia de más de una veintena de artistas y que se retransmitió en vivo a través de YouTube y de los medios públicos de Argentina.
Los festejos continuarán hoy con un recital en el espacio Tecnópolis (provincia de Buenos Aires), en un evento con la dirección musical de Lito Vitale y cuyo cierre correrá a cargo de Gieco.
Raúl Alberto Antonio Gieco, conocido popularmente como León Gieco, comenzó su carrera artística en 1973, con el lanzamiento de su primer álbum bajo el sello discográfico Music Hall.
La canción “Solo le pido a Dios”, presentada en 1978, supuso su reconocimiento a nivel internacional y todavía permanece como su tema más célebre.
Considerado por aquellos años como una suerte de “Bob Dylan argentino”, Gieco se caracteriza por la conciencia social de sus canciones, con referencias frecuentes a los derechos humanos y a la solidaridad con los más vulnerables.
