A la izquierda

El Colegio Teresiano “San Enrique de Ossó” celebró la fiesta del fundador de la Compañía de Santa Teresa de Jesús con el acostumbrado pregón, ayer en la escuela, al que asistieron estudiantes, profesores, ex alumnos, padres de familia e integrantes de la congregación religiosa a cargo del plantel.

Valores como amistad, fraternidad, lealtad y amor, entre otros que enseñó San Enrique, fueron recordados en la actividad dedicada al sacerdote español, cuya fiesta se conmemora mañana.

Los alumnos de tercer grado de secundaria, de los grupos A, B y C, se encargaron de presentar el pregón.

Para animar el ambiente los jóvenes realizaron diferentes dinámicas y repartieron dulces y galletas. También actuó una batucada.

El programa incluyó una representación teatral, que trató sobre la búsqueda del santo, que había sido secuestrado. La única pista con la que contaban los responsables de encontrarlo era el diario del santo y con ese documento recorrieron un camino que los llevó a diferentes sitios, en los que existía una realidad alejada de los valores cristianos.

A su paso, los jóvenes iban compartiendo las enseñanzas del sacerdote.

“Si no encontramos al jefe, las cosas van a desaparecer”, advirtieron en alusión a valores humanos como la fraternidad y el amor.

Momento esperado

La representación incluyó coreografías y la entrada de vehículos con los personajes, momentos que llenaron de emoción a los asistentes, porque muchos esperaban que San Enrique apareciera a bordo de alguno de ellos.

Al final de la historia llegó el momento decisivo: el arribo del santo, que lo hizo caminando y arropado por alumnos de secundaria.

San Enrique fue personificado por Éric Zapata Berumen, quien en su papel del sacerdote dirigió un mensaje a la comunidad, en el que advirtió que los jóvenes de hoy han cambiado, les preocupa más cómo se ven y cuántos “me gusta” obtienen sus fotos en Facebook y “eso no es bueno”.

Los invitó a ser la luz que ilumine el mundo.

Peticiones

A los pequeños del kínder les aseguró que con el amor pueden seguir adelante en la vida y los exhortó a no cambiar su forma buena de ser por nada del mundo.

A los de primaria les pidió conducirse con la virtud de la verdad todos los días y hacer un mundo mejor.

A los grupos de secundaria les solicitó que tengan el valor de la fortaleza y les expresó su confianza en que podrán lograr cualquier cosa que les pongan en frente.

A la preparatoria la exhortó a ayudar a los demás. Lo mismo pidió a los ex alumnos, porque se necesita su colaboración para llenar el futuro con los valores teresianos que aprendieron en la escuela.

A papás y maestros les dijo que tienen la obligación de guiar a los niños y jóvenes para renovar el mundo.

“Hay que enseñarles con alegría la fortaleza y el amor. Son cosas que se necesitan para ayudar a estos niños”, manifestó el santo.

A la generación de tercero de secundaria le aseguró que es capaz de hacer frente a todos los retos y ella representa la oportunidad de que el mundo cambie, y la invitó a que no se detenga por nada.— Claudia Sierra Medina

Noticias de Mérida, Yucatán, México y el Mundo, además de análisis y artículos editoriales, publicados en la edición impresa de Diario de Yucatán