En un colegio hicieron una encuesta a los padres de los niños de jardín de infancia y les preguntaron que si tuvieran oportunidad de cenar con una persona viva o muerta cual sería esa persona a lo que unos dijeron que con Marilyn Monroe, otros Beyonce, Ashton Kutcher, Nelson Mandela, Justin Bieber o Jimmy Hendrix. Luego les hicieron la misma pregunta a los niños de ese mismo jardín y todos de una manera u otra contestaron que con su familia, sobre todo con sus papás, porque para ellos son todo.
Eso me llevó a pensar en lo que ocurrió hace unos días. Un sobrino mío tuvo un dolor de abdomen muy fuerte. Fue al Hospital “Puerta de Hierro”, de Madrid, de la Seguridad Social, por urgencias y el diagnóstico fue ¡apendicitis aguda!, había que operar porque ya estaba derivando en peritonitis, llegó a las 6 de la tarde y lo operaron a las 2 de la madrugada. Su mamá estuvo todo el tiempo en una sala de espera, prácticamente sin dormir hasta que salió de quirófano y lo pasaron a la “UCI”. También para los papas sus hijos son su todo.
Cuando me enteré al día siguiente fui al hospital y justo en ese momento ya lo habían pasado a una habitación. Estuve toda la tarde con él y me reí mucho porque contó su versión de la operación. En la familia le llamamos “el quita penas”, porque la verdad es que tiene un carácter maravilloso.
Mi sobrino, de nombre Marcos, tiene un perro labrador y dice que cuando llegó a su casa el perro sabía que no estaba bien, que notaba que el perro se comportaba de forma diferente. Estaba convaleciente y le recomendaron reposo, pero en cuanto se levantaba, el perro lo acompañaba y no se ha despegado de su lado en todo ese tiempo.
Ayer que hablé con él para saber cómo seguía, me comentó que estaba bien y muy contento por tener a su perro labrador, me dijo que son perros muy intuitivos y que parece ser que son capaces de detectar el cáncer antes de que aparezca en cualquier ser vivo.
Admiro a los perros porque captan una energía que quizás las personas no tenemos, pero ellos saben perfectamente qué nos pasa.
Hay películas basadas en perros fieles con sus amos como: “Siempre a tu lado”, “Hachiko Hachi: A Dog’s Tale”, “Rescate en la Atlántida” o “Colmillo Blanco”, todas son ejemplo entre otros muchos otros del amor incondicional de los animales a sus seres queridos.
El mes de febrero es del amor y la amistad, pero también de respeto hacia las cosas más pequeñas e insignificantes que nos regala la vida cada día.