MÉRIDA- Al rededor de 1,800 personas asintieron hoy a la zona arqueológica de Dzibilchaltún, para presenciar el fenómeno arqueastronómico de luz y sombra, en la puerta principal del templo de las Siete Muñecas asociado a la llegada de la primavera.
El dios Kin inició su paso minutos después de las seis de la mañana, por la puerta de la edificación prehispánica, ante el asombro de la concurrencia local, nacional y extranjera.
Para cargar energía
Las nubes que amenazaban la visibilidad, aliadas del dios Chaac, de la lluvia comenzaron a moverse, antes de la seis de la mañana, cuando comenzaba aclarar y cuando la luna conocida como de gusano todavía se encontraba frente el templo de las Siete Muñecas.
Como es tradición, el equinoccio de primavera fue aprovechado por muchas personas, para cargar energía, con los brazos extendidos hacia el cielo.- Claudia Sierra Medina
