Como todos los Febreros en París, Milán y New York, los nombres más pesados de la moda nos dejan espiar un poco de sus guardarropas, divisando así lo que se puede llegar a venir en la próxima temporada
Las marcas de renombre tuvieron un mes de desfiles muy particular, afectados por la pandemia y por los estrictos protocolos de los distintos gobiernos. Se pudo vislumbrar como lo artesanal, no solo impuesto en las pasarelas sino en la ropa, se pudo encontrar con lo moderno de una manera muy sofisticada, conceptualizando todo el panorama modista bajo el concepto del aislamiento, de la cuarentena, de lo digital desde casa.
Hoy te traemos las preferencias que han elegido los estudios más prestigiosos, para inclinar el mercado en esta temporada Otoño-Invierno que se acerca.
Transparencias
Desde vestidos cortos con cuello, hasta polleras o zapatos. Lo traslúcido y transparente volverá este año a las vitrinas sin dudas. Se pudieron distinguir algunos pantallazos de esta tendencia en los pisos de Givenchy, Loewe, Fendi o el eterno Valentino.

Lentejuelas
Las faldas con lentejuelas fueron el punto de exclamación en París este año. Reaparecieron luego de mucho tiempo, y por su repetición constante en todas las pasarelas, parece que volvieron para quedarse. Lo más interesante fue el variado uso que se le dieron a las lentejuelas. Más allá de que las polleras fueron furor, estas pequeñas amigas deslumbrantes se colaron en un montón de otras prendas también. Desde vestidos hasta chombas. Louis Vuitton, Acne Studios, y Balenciaga son tan solo algunas de las empresas que impusieron el brillo desde aquí.

Lencería para todos los días.
Los detalles de lencería, los brocados victorianos y encajes articulados en vestidos y camperas han hecho su aparición este Febrero. La ropa interior ya no es dueña de todo el romanticismo, que correrá por las calles de ahora en adelante. Paco Rabanne y Balenciaga supieron instruirnos en estas nuevas propensiones.

Corbatas y sastrería moderna
Desde los metalizados modernos hasta colores flúos y exuberantes. Dior, Chanel y el sastre eterno Tom Ford fueron tan solo algunos de los que presentaron sacos y ambos en esta estación. Desde Balmains también han sabido reinterpretar estos conceptos desde los blazers. Además, reaparecieron las corbatas y los corbatines, una vez más.

Exuberancia e inflables
Desde el año pasado, con la ‘game-changing’ colección de Raf Simmons para Prada, donde el famoso DJ Richie Hawtin musicalizó el desfile para llevarnos a la estratósfera, se pudo seguir manifestando este instinto moderno que sigue creciendo día a día. Desde las clásicas chaquetas enormes hasta el suelo de Balenciaga, hasta camperas gigantescas, y vestidos inflables. La palabra grande una vez más rima con fineza. En casi todas las pistas se hicieron presentes.

‘TrapGame’ y Streetwear
El Trap sigue dominando todos los charts mundiales. Hace ya 3 años que en Billboard es el género musical más escuchado. Y la moda ha sabido responder ante tal demanda. Ya son cada vez más comunes las ‘collabs’ entre raperos y marcas de renombre. O entre empresas de ‘streetwear’ y los más famosos estilistas. Este año Gucci y The North Face supieron unirse para crear una colección inolvidable. También Dior con Air Jordan. Y Supreme, como siempre, sigue haciendo estragos en todos lados. También las redes y cadenas han sabido representar este creciente movimiento, en los portales de Hermes o Vetements.

En resumen, la reaparición de viejos triunfos siempre parecen renovarse, remodelarse, y aggiornarse a los tiempos que corren. Pero también estamos viendo detalles y estructuras que antes nunca se hubieran animado a pisar una pasarela. La calle, lo rutinario, la cotidianeidad se amedrenta desde las afueras, y está comenzando a apegarse a las raíces.
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(I.S.)
