Cuando tenía 28 años de edad, el periodista madrileño Jesús García fue enviado a Medjugorje, un pequeño pueblo de Bosnia-Herzegovina, para realizar una serie de reportajes sobre las apariciones de la Virgen.

Lo que no sabía es que su vida y la de su compañero Gonzalo cambiarían: su colega se hizo sacerdote y él se casó, tuvo cinco hijos y se convirtió en uno de los promotores de Medjugorje, lugar del que hace 10 años escribió un libro (puede conseguirse en Amazon) e hizo un documental que está proyectándose por el mundo.

El periodista, documentalista, guionista, productor y director audiovisual de ahora 45 años está de visita en Mérida para promover su libro y ofrecer conferencias: la primera la brindó ayer en la iglesia parroquial de Cristo Resucitado; la segunda y con entrada libre la impartirá hoy jueves, a las 8 p.m., en el Instituto Cumbres.

En un encuentro con medios, ayer recordó que él y su compañero fueron enviados a Medjugorje, un antiguo pueblo de la antigua Yugoslavia, con motivo de que el Vaticano estudiaba un posible caso de aparición de la Virgen María en 1981.

Varias experiencias en ese lugar cambiaron sus vidas: su compañero sintió una vocación sacerdotal y Jesús García se convirtió en promotor de los milagros de Medjugorje, del cual, además de un libro que fue “best seller”, también hizo un documental, que lleva unos 150 mil espectadores en diversos países que ha visitado.

Su trabajo “es una crónica de los acontecimientos de Medjugorje, el contexto y las apariciones de 1981”.

También recopila las experiencias de las personas que han viajado a ese sitio. “Son historias asombrosas, desde personas que dejan las drogas, otras que habían perdido el sentido de la vida”.

“Ahí sucede algo que es bueno para las personas; mi misión es divulgarlo y darlo a conocer”, indicó.

Uno de los testimonios es de Nando Parrado, uno de los sobrevivientes del impacto del avión en los Andes de 1972. En su entrevista, cuenta que una tarde paseando al lado de la iglesia de Medjugorje sintió la necesidad de hablar con un sacerdote y se confesó 42 años después de la última vez de haberlo hecho.

“Sé que en muchas ocasiones la vida es tremendamente dura y te cuestionas muchas cosas. Yo le digo a los yucatecos que no hay nada que puedas hacer para que Dios te ame menos; nunca vas a ser lo suficientemente malo para que Dios no te quiera, eso lo he vivido en mi propia persona”, finalizó.

En el acto informativo estuvo presente Francisco Peniche Mejía, integrante de la coordinación de la visita de Jesús García a la ciudad.— CLAUDIA SIERRA MEDINA

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