Hace 38 años, el escritor Francisco Martín Moreno publicó su primera novela, México negro, una obra que mezcló historia y ficción para hablar sobre el papel del petróleo en el desarrollo social y político de nuestro país.
A partir de su publicación en 1986, el autor ha documentado y registrado algunos de los episodios más importantes de los líderes políticos de la nación.
Autor de más de 30 obras históricas y políticas, en 2023 publicó su primera novela libre, Dime que no es cierto, que presentará en la Feria Internacional de la Lectura Yucatán (Filey) el próximo sábado 16 y en la que cuenta la vida de un magnate atormentado por las pasiones y en busca de venganza. Sabe que fue un cambio radical en lo que respecta a su obra anterior, pero está feliz: lo que importa, dice, es atreverse a salir de la zona de confort.
“Todo comenzó con la toxicidad política de nuestros días. Quise escaparme un rato de esa toxicidad tan terrible porque ya estaba harto de noticias como el desperdicio de recursos, la construcción de una refinería sin gasoducto de 500 mil millones de pesos, más otros 500 mil millones de pesos del Tren Maya, la falta de medicamentos y servicios de salud, en fin, yo ya no quería saber nada de todo eso, quise invertir mi tiempo en algo que no tenga nada que ver con la política y al mismo tiempo que no tenga nada que ver con la Historia”.
Martín Moreno confiesa que influyó mucho en él una declaración que hizo Alejandro Magno 300 años antes de Cristo: “Llegamos con las manos vacías y nos vamos con las manos vacías”.
“Desde ahí empecé a concebir un personaje que fuera multimillonario. También muy confundido por el rumbo que ha tomado su vida. Piensa que ha llegado hasta lo más alto pero se encuentra con que no hay nada; tendrá mucho dinero pero se da cuenta que no puede comprar juventud, felicidad, lealtad y mucho menos amor”.
Autoconocimiento
Esta crisis existencial detona una serie de sucesos que lleva al protagonista a un viaje de autoconocimiento: “De repente un amigo le aconseja que vaya a ver a una bruja y visita a la bruja; ella le lee las cartas del tarot y le dice ‘hijo mío, tu mujer te engaña con otro hombre’. Una revelación que lo vuelve absolutamente loco”.
A partir de ahí, Francisco Martín Moreno se dedicó a estudiar la obra “Otelo”, de William Shakespeare, donde Yago le dice a Otelo que su mujer lo engaña y, demente por los celos, estrangula a su esposa Desdémona. Ocurrido el crimen, descubre que Desdémona nunca lo había traicionado y se suicida del coraje y la tristeza.
A continuación —nos conversa el escritor— el protagonista de su novela persigue a la esposa y empieza a ver el terrible mundo de la venganza: “Sin comprobarle nada a su cónyuge, la persigue, la acosa por todos lados. Es una verdadera pesadilla para él. Se mete no solo en el mundo de los celos, sino también en el de las venganzas. Entonces se pregunta ¿de qué se trata todo esto de vivir?, ¿quién tiene la clave para saber en qué consiste? Éstas son las interrogantes que propongo al lector”.
El mundo de la novela libre es verdaderamente mágico, admite Francisco Martín Moreno, sobre todo cuando tienes que estructurar una venganza: “Escribía y yo mismo me asustaba porque yo no soy capaz de hacer en la vida lo que estaba haciendo mi personaje, que lleva al cabo una venganza tremenda, diabólica, bien urdida. Y yo me preguntaba quién habita en mi interior; yo soy capaz de decir eso, pero, ¿nada más en la novela o así soy yo en la realidad? Es decir, la novela me puso frente a un espejo”.
Hay una parte en la narración donde el protagonista visita a un amigo psiquiatra y éste le explica: “Déjame ponértelo así, piensa que tienes enfrente de ti un ropero con 100 cajones. De los cien abriste uno cuando te casaste, otro cuando estudiaste, otro cuando tuviste hijos y otro cuando tuviste un éxito tremendo, pero, te hace falta abrir 96 cajones y tienes 70 años, ¿cómo sabes lo que hay en esos cajones?, ¿cómo sabes que no hubieras sido un gran director de orquesta o un gran chef o cantante? Tienes que apurarte, tienes que descubrir qué más hay en tu vida porque no se reduce solo a lo que hiciste”.
Clases de cocina
Y para Martín Moreno fue una gran sorpresa descubrir esta faceta libre de la novela, pues solo conocía su lado histórico y político: “Voy a volver a la Historia, por supuesto. Para mí es lo más importante de mi vida. Pero gracias a este razonamiento de las cajas, ahora estoy tomando clases de cocina con ocho mujeres y me he divertido como lo que no se ha escrito; yo no sabía que tenía buena sazón y que soy buen cocinero. ¡No tenía idea! Ahora espero mis clases de cocina con verdadero deleite. Las señoras se burlan mucho de mí porque yo no sabía siquiera cortar un jitomate y ha sido verdaderamente maravilloso”.
De igual forma, el investigador revela que también estudió tarot y las líneas de la mano para la construcción de la novela: “Yo no podía poner a una bruja a leer las cartas si yo no me ponía a leer cómo funciona el tarot. Tus personajes tienen dignidad y como tal tienes que respetarlos”.
El tiempo se acaba
Para Martín Moreno el principal mensaje es que no tenemos tiempo más que para vivir y hay que apresurarnos para descubrir cuánto más hay en todos nosotros: “Yo veo muchos temas existenciales que no debemos olvidar porque estamos tan involucrados en la política. Dejamos olvidados una inmensa cantidad de posibilidades que nos hubieran dejado muchísima felicidad y satisfacciones, sin embargo, clavados en lo que hacemos, nos olvidamos de nosotros mismos y esto es imperdonable”.
“Ése sería el gran tema de la novela, sacarle todo el jugo a la vida. Como dice Alonso, el personaje principal: ‘No se puede ser feliz sin ser valiente, solo los valientes pueden ser felices. Yo nunca he conocido a un cobarde que sea feliz’”.
Martín Moreno concluye: “Lo que importa es que seas tan valiente como para romper todos los patrones y dedicarte a buscar qué más existe en tu interior y esto hay mucha gente que no lo hace; vive en su zona de confort aunque sea terriblemente infeliz, por eso digo que no se puede ser feliz sin ser valiente y hay que jugársela para saber qué más existe en tu interior”.— Alejandro Casanova Vázquez
