Llaman a jóvenes a ser motores del cambio mundial
Líderes mundiales hicieron ayer un doble llamado desde la Cumbre Mundial de Premios Nobel de la Paz 2019: a los gobiernos, a que inviertan más en la educación por la paz, y a los jóvenes, a que sean promotores del cambio que erradique la violencia.
“El mundo necesita educación para la paz, con un sistema que no se base en la competencia sino en la cooperación”, manifestó Ingeborg Breines, asesora principal de la Secretaría Permanente de la Cumbre Mundial de los Premios Nobel de la Paz.
“La educación por la paz, en aras de la paz, es importante. ¡Tenemos que invertir en educación!”, exclamó Kailash Satyarthi, activista por los derechos de los niños y ganador del Premio Nobel en 2014.
El expresidente colombiano Juan Manuel Santos, Premio Nobel en 2016, se refirió a una declaración del Secretariado de la Cumbre sobre doce principios fundamentales para la paz. Leyó el último: “Para el mundo entero, la educación por la paz es un deber trascendente y abarca la vida entera”.
“Si lo aplicamos en escuelas, en nosotros mismos, avanzaríamos muchísimo hacia un mundo de paz”, manifestó el exmandatario.
Esos conceptos fueron formulados durante la Séptima Reunión Plenaria de la Cumbre, que ayer llegó a su fin en la capital yucateca.
Además de los ya mencionados, participaron Leyma Gbowee, ganadora del Nobel de la Paz en 2011, y Frédéric Vacheron, representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Cultura y las Artes (Unesco). El tema fue “El amor al poder Vs. el poder del amor”, bajo la moderación de Liv Torres, directora ejecutiva del Centro Nobel de la Paz en Oslo.
La compasión
Kailash Satyarthi habló de la compasión, que debe ser adoptada, según indicó, como forma de vida para alcanzar un mundo mejor.
“Debemos tener conciencia y compasión”, apuntó. “A lo mejor decimos: ‘Tengo brazos pequeños, ¿cómo voy a ayudar?’ ¡No! Podemos tener problemas económicos, problemas de mercado, problemas por el cambio climático, pero con compasión podemos hacer mucho… Hay que globalizar la compasión. De eso se trata”.
El activista señaló que el mundo ha cometido un error al crear fronteras y división entre las personas, al etiquetar por nacionalidades.
“Eduquemos a los niños en aras de la paz”, recalcó. “Tenemos que aprender de los niños, tenemos que aprender de la sencillez, tenemos que ser amigos de los demás y ser fieles a lo que queremos”.
Frédéric Vacheron declaró que uno de los grandes desafíos de la educación es la construcción de un esquema en el que predominen el respeto a los derechos humanos y un sistema libre de prejuicios.
Ejemplo a seguir
Ingeborg Breines subrayó: “Debemos ser el cambio que queremos ver, debemos ser el ejemplo a seguir… Que los demás aprendan de nosotros, especialmente los jóvenes”.
La asesora principal de la Secretaría Permanente de la Cumbre hizo hincapié en la necesidad de una educación para la paz, con un sistema que se base en la cooperación y no en la competencia entre las personas, que permita a los niños aprender y les haga sentir que pueden crecer en todos los aspectos.
“Necesitamos una educación contra el desarme”, agregó. “Es inaceptable que el mundo gaste en armas 1.8 billones (de dólares en 2018)”.
“Por eso necesitamos una educación para la paz, un desarrollo sustentable contra la violencia”, enfatizó.
Kailash Satyarthi se dirigió a los jóvenes, a quienes indicó: “El líder está en ti”.
“Siempre he dicho: si no cambias tú, ¿quién? Si no es ahora, ¿cuándo? Si no es aquí, ¿dónde?”, preguntó.
Seguidamente habló de “tres D” —palabras en inglés que comienzan con esa letra—, que son, más que simples conceptos, enunciados de vida.
“Mi primera D es Dream (soñar en español)”, apuntó. “Jóvenes: sueñen en grande, sueñen por el cambio”.
“Mi segunda D es Discover (descubrir). ¡Descubran el cambio en ustedes! Si tienen sueños, ¡no esperen! Cada minuto cuenta”.
“Mi tercera D es Do (hacer). Hay que actuar, hacer todo sin esperar”.
Después de enumerar esas “tres D” preguntó a los jóvenes: “¿Las podrán recordar? Digan. Ustedes no son el futuro, ¡son el presente y los líderes del mundo los están viendo!”
Leyma Gbowee dijo que una de sus mejores experiencias de vida está vinculada a la manera en que ve “la humanidad” de las personas.
“Ve la humanidad del otro y ve también la tuya. Así podremos cambiar”, continuó. “Yo veo la humanidad de ustedes. ¿Ustedes ven la mía?”
En las intervenciones se enviaron mensajes de unidad y de solidaridad, así como de rechazo a la violencia. Un gran paso, se indicó, es empezar en las escuelas, en las familias y en nosotros mismos.
Y para construir un mundo mejor, se subrayó al final del evento, hay que vincular la paz y los derechos humanos.— ÁNGEL NOH ESTRADA
La Cumbre
Ayer llegó a su fin la Cumbre Mundial de Premios Nobel de la Paz 2019, en Mérida.
Reuniones plenarias
En la última jornada se hicieron dos reuniones plenarias: “El poder de la ley Vs. la ley del poder” y “El amor al poder Vs. el poder del amor”. Posteriormente se realizó la entrega de premios y la clausura.
Otros participantes
En la segunda reunión del día participaron Ingeborg Breines, asesora principal de la Secretaría Permanente de la Cumbre Mundial de los Premios Nobel de la Paz; Kailash Satyarthi, activista por los derechos de los niños y ganador del Premio Nobel en 2014; el expresidente colombiano Juan Manuel Santos, Premio Nobel en 2016; Leyma Gbowee, ganadora del Nobel en 2011, y Frédéric Vacheron, representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Cultura y las Artes (Unesco).
Temas centrales
La plática se centró en dos puntos: la compasión como estilo de vida y la necesidad de educar para la paz desde la niñez.
