La desinfección en una de las aulas de la Escuela Primaria “Rafael Moguel Gamboa”

Educación

La reanudación de las clases presenciales voluntarias tuvo ayer una importante baja en la matrícula de las escuelas de educación básica de Mérida porque los padres de familia decidieron esperar una disminución en los contagios de Covid-19 y también que pase la ola de frío para mandar a sus hijos.

Casi todas las escuelas de preescolar, primaria, secundaria y preparatoria tuvieron poquísimos alumnos en sus aulas, en comparación con el inicio de la modalidad híbrida (presencial, virtual o tutoría) con lo que empezó el curso escolar 2021-2022 en agosto pasado.

La escuela primaria “Justo Sierra Méndez”, del fraccionamiento Fovissste Morelos, tenía una asistencia presencial de 80 alumnos, pero ayer se presentaron 33. La escuela tiene inscritos a 335 alumnos en este curso, pero la mayoría estudia en línea.

El director de la “Justo Sierra Méndez”, Israel Euán Tello, informó que en comparación a la última fecha de clases presenciales, la matrícula bajó más de un 50% en la reanudación de la modalidad presencial voluntario y cree que así están las escuelas de este nivel.

Alumnos que confirmaron que vendrían a clases presenciales no lo hicieron, se agregaron a las clases en línea”, informó en entrevista. “La mayoría de los alumnos ya se adaptaron a las clases en línea. Muchos padres de familia me notificaron que no mandarían a sus hijos por el miedo al Ómicron, que hasta que baje los contagios o el frío verían si los mandan de nuevo”.

Padres, dispuestos a colaborar por el internet

El maestro Euán Tello informó que la escuela puede dar las clases virtuales porque los padres de familia pagan los dos contratos de internet que valen $1,700 al mes. Para que todos los salones tengan este servicio también compraron dos módem que ubicaron estratégicamente para la repetición de la señal.

“Cuando empezó la pandemia de Covid y se reanudaron las clases en 2020 los maestros trabajaron en sus casas con su propio internet, pero hoy que están en la escuela, los papás colaboran para pagar el internet”, dijo.

“Son muy profesionales y responsables los maestros y trabajan en línea, se solucionó que la Segey no dotara las escuelas con internet, porque venir y trabajar con base a los cuadernillos se aprende menos. Con las clases en línea se ven alumnos y maestro, interactúan y aclaran algunas dudas, pero no es igual una clase presencial. A distancia no puedes controlar a los niños, no puedes atraer la atención, no se puede evitar que no prenda su cámara, no se le puede incentivar o detectar si está de manera real en la clase. Muchas veces el niño por sí solo se conecta porque sus padres se van al trabajo, a veces tienen mala conexión, son muchos factores que disminuyen la enseñanza en la modalidad a distancia”.

Ómicron aleja a los yucatecos de los planteles

En la jornada de ayer comenzó el modelo híbrido de clases, con la opción de estar de manera presencial en los colegios.

La escuela “Rafael Moguel Gamboa”, de la colonia Amalia Solórzano, tenía 90% de asistencia presencial y ayer cuando se reanudaron las clases presenciales en forma voluntaria, solo asistieron cinco alumnos.

Bajó terriblemente la asistencia”, comentó el profesor Jorge Saldaña Flores mientras fumigaba el salón donde trabaja.

Para mitigar los riesgos de contagio, tanto para él como para los alumnos y compañeros, el maestro Saldaña Flores compró con sus propios recursos una bomba fumigadora y el líquido para desinfectar los salones. Gastó $3,000 en el aparato y él mismo fumiga para que el trabajo sea en condiciones de mayor seguridad sanitaria.

En esa escuela, cuatro de 12 trabajadores tienen Covid-19, por lo que los enfermos no asisten, trabajan en línea y realizan el confinamiento que marca el protocolo.

Contagios en personal, no en alumnos: reportan

La escuela primaria “Elvira Parra Ávila”, de la colonia Ávila Camacho, no recibió alumnos porque fumigaron toda la escuela y los árboles infestados de termitas. Sin embargo, la asistencia presencial también era baja.

Las escuelas visitadas reportaron baja infección de alumnos. El mayor contagio está en la plantilla de los trabajadores de la educación, docentes, intendentes y administrativos.

El Colegio de Bachilleres de la colonia Santa Rosa registró largas filas de alumnos a su entrada principal porque hubo entrega de calificaciones, inscripción para el examen de recuperación de alguna materia reprobada y para el inicio del siguiente semestre.

La fila más larga fue la de alumnos reprobados que se inscribieron para el examen extraordinario. Los “tronados” comentaron que fue por las clases en línea y por falta de atención o de interés de ellos mismos lo que hizo que reprobaran.

El joven Donovan Rodríguez Sosa, quien pasó al segundo semestre en el Cobay de Santa Rosa, informó que no hubo clases hoy porque no ha empezado el siguiente semestre.

Él estudió el primer semestre en forma presencial, pero cuando lo suspendieron por los altos contagios se registró a las clases en línea. Cuando inicie el segundo semestre en febrero lo hará siempre en línea.

Las clases presenciales son mejores, en las que son en línea te distraes más, no aprendes”, comentó Donovan Rodríguez Sosa, alumno del Cobay.

Deseo

Me gustaría tomar clases presenciales, pero es por elección de los padres de familia y creo que voy a escoger el modelo virtual. Tengo un poco de miedo, ya me vacuné con las dos vacunas, pero la cepa Ómicron es muy contagiosa. A mi papá le dio Covid grave, no podía respirar, pero salió. Por ello me cuido, uso cubrebocas, me lavo las manos, me cambio de ropa cuando llego a mi casa, lo que no se puede a veces es guardar la sana distancia, muchos chavos se confían mucho y no la respetan”.

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