Pasión por la danza y amor por la docencia, tales han sido los ejes sobre los cuales se ha conducido y desarrollado la vida profesional de la maestra yucateca Lourdes Margarita Marín Pavía, para quien la vida le ha resultado generosa al brindarle la oportunidad de vivir plenamente ambas expresiones: la plasticidad del movimiento y la labor de prodigar conocimiento a los demás.
Para la maestra Marín Pavía hablar de danza y enseñanza es revivir toda una vida en la que ha desarrollado de forma esmerada ambas vocaciones; disfrutar de la danza en sus más diversas expresiones y de la labor docente para compartir el conocimiento y la experiencia que de alguna manera ha dejado huella en todos aquellos que tuvieron la fortuna de ser sus alumnos, muchos de los cuales llevan en su ser un algo que ella les inculcó.
Con 65 años de edad, una alegría desbordada y un grande deseo de disfrutar la vida, Lourdes Marín encuentra en la proximidad de los festejos del Día del Maestro la oportunidad de reflexionar en torno a lo que ha sido su labor docente, la cual ha enfocado no sólo a la danza sino a las más diversas disciplinas del arte, como parte del proceso de desarrollo integral del ser humano, sino también en otras funciones propias del educador, llegando incluso a ocupar cargos a nivel directivo en diversas instancias vinculadas a la danza y la pedagogía.
Lourdes Marín es licenciada en Educación y posee una especialización en Docencia por la Facultad de Educación de la Uady.
Forjadores
“Un maestro es la persona que posee características esenciales que lo distinguen como un líder y forjador de personas, competente de saberes y valores necesarios para el desarrollo humano, que no sólo enseña contenidos e instruye sino también forja actitudes”, dijo.
“Cuando estudié para maestra, se ingresaba a la escuela normal después de cursar la secundaria, con el paso de los años, los cambios en los planes de estudio, el bachillerato se convirtió en el nivel previo para ingresar. Ahora dependiendo del nivel en el que se quiera ejercer la docencia, se pide una licenciatura en educación primaria, para secundaria se necesitan conocimientos más específicos, incluso si se requieren profesionales afines a la educación físicas o de educación artística”.
El primer acercamiento de la maestra Lourdes con la danza lo tuvo desde la infancia, cuando comenzó a estudiar danza clásica en la academia de la maestra Socorro Cerón; tiempo después continuó dichos estudios en la Escuela de Bellas Artes de Yucatán y la Escuela de Bellas Artes de Oaxaca, donde radicó algunos años en su adolescencia.
Más tarde ese amor por la danza, por la plasticidad corporal hecha movimiento, ritmo y música, la llevó a incursionar en bailes regionales y juegos creativos, folclor, danza moderna, jazz, polinesio y bailes de salón.
Obtuvo la profesionalización docente en danza por la Academia de Danza Mexicana y Escuela Nacional de Danza Folclórica del INBA.
Para entonces la maestra Marín Pavía ya llevaba consigo un amplio bagaje no sólo en la danza sino en otras expresiones artísticas como la música, el teatro y las artes plásticas.
Estudió derecho pero no se recibió y también aprendió inglés. En lo deportivo destacó en basquetbol y practicó la gimnasia artística.
Llamado
“Para ser maestro hay que sentir el llamado, la inclinación o inspiración de elegir una profesión en si satisfactoria y estimulante”, comentó la entrevistada.
Su pasión por la danza la llevó a formar parte del grupo de maestros fundadores de la licenciatura en educación artística de la Escuela Normal Superior de Yucatán, llegando incluso a ser jefe de especialidad.
En 1976 se convirtió en maestra Fundadora del Centro de Educación Artística de Mérida “Ermilo Abreu Gómez”, dependiente del Instituto Nacional de Bella Artes y cuyo plan de estudio inicial estuvo enfocado en la formación de instructores en arte para egresados de secundaria; a partir de 1984 el plan se modifica a Bachillerato en Artes y Humanidades, siendo éste uno de los proyectos educativos más importantes a nivel federal disponible en Mérida para egresados de secundaria que quisieran adentrarse a la formación artística y humanística de una forma integral.
En 2004 Lourdes Marín asumió la dirección del Cedart, cargo que desempeñó hasta 2013, tiempo en el cual entre sus principales logros está haber concretado el proyecto de dotar al centro de un inmueble propio y adecuado para la educación artística, siendo también precursora del primer espacio escénico debidamente equipado (Caja Negra) para la representación de piezas teatrales, espectáculos dancísticos, performances, conciertos, etc.
Lourdes Marín ha recibido reconocimientos por 20 años labor docente del INBA y por 25 años de labor docente otorgado por Conaculta, INBA y SEP.
Ha recibido del ayuntamiento de Mérida el reconocimiento de Ciudadana Distinguida.
Actualmente la maestra Marín Pavía disfruta de su jubilación, desde 2013; y el pasado mes de noviembre viajó a la Universidad de Ciudad Real de Castilla, España, donde dictó una conferencia sobre nuestras costumbres y tradiciones en Yucatán..
La maestra Marín Pavía explicó que el reconocimiento más importante que todo maestro puede recibir, es el que le otorgan sus alumnos de todas las generaciones a las cuales ayudó a forjarlos en su desarrollo personal y profesional; la alegría de todo mentor esta en disfrutar de sus alumnos sus triunfos y logros, los cuales son mutuos. Dejar huella en la vida de cada alumno es la máxima satisfacción del deber cumplido.
