En este año que está por finalizar, el sector ganadero de Yucatán vivió el flagelo de la plaga del gusano barrenador, un problema que afecta severamente a esta industria debido a la presencia de la mosca “Cochliomyia hominivorax”.
Además de afectar a la salud del ganado, el problema trasciende al aspecto económico, pues cuando se detecta esta plaga la comercialización y el transporte del ganado quedan restringidos más allá de las entidades donde se detecta la presencia del gusano, lo que conlleva pérdidas financieras a los productores.
Aunque el problema impacta de manera directa a la industria ganadera, la mosca también puede afectar a los seres humanos y los animales domésticos, manifestándose con la presencia de los gusanos en heridas mal curadas.
La prevención es la mejor forma de evitar que personas y mascotas se enfermen, y para ello son fundamentales dos acciones: mucha limpieza y atención médica oportuna.
El médico veterinario zootecnista Iber Rodríguez Castillo, presidente de la Asociación de Ganadería Diversificada y Productores de Flora y Fauna del Estado de Yucatán, al hablar al respecto del tema recordó que a la fecha las 16 Unidades de Manejo Animal (UMA) adscritas a la asociación, una de ellas con 20 criadores de diversas especies de fauna como venado, avestruz, mono araña, cocodrilo; haciendas, ranchos y zoológicos, no reportan ninguna afectación de la miasis.
Las UMAs bajo supervisión de las autoridades y apegadas a los protocolos establecidos tienen un cuidado más estricto en la crianza de las especies, además que no siempre manejan grandes volúmenes de producción. Esto de alguna manera facilita la vigilancia epidemiológica y el buen manejo de la salud de cada individuo.
“El combate al gusano barrenador, cuando se trata de nuestras mascotas en casa, debe comenzar con un entorno limpio; donde hay limpieza no hay moscas y se reduce sustancialmente el riesgo de una enfermedad como ésta”, comentó el especialista.
Los desechos orgánicos de las mascotas deben disponerse lo antes posible en recipientes bien tapados o cerrados, lavar continuamente los pisos y todo aquello que esté en contacto con las mascotas, explicó.
La limpieza de nuestros animales en sí mismas es también deseable, y eventualmente es importante revisarlas para descartar la presencia de gusaneras.
Luego recalcó que las heridas de las mascotas deben tratarse con curaciones bien hechas y el suministro del medicamento adecuado; la visita al veterinario es fundamental para garantizar un adecuado manejo.
“Ante cualquier sospecha, especialmente cuando se trata de heridas que no cicatrizan o que hay protuberancias sobre la piel, que la mascota denote malestar o rasquera, es importante llevarla al veterinario, pues no solo se pone en riesgo la salud de la misma, sino que puede haber afectación a las personas que conviven con ella”, subrayó el experto.
