CAMPECHE.— Un malasio de 33 años de edad, que arribó a la isla de Carmen ayer al mediodía, se convirtió en el segundo caso sospechoso de Covid-19 en la entidad.
De inmediato fue aislado en su domicilio donde se le da seguimiento y se le practican los estudios para determinar su situación y actuar en consecuencia.
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El domingo pasado se detectó a una mujer que viajó de Budapest a París y luego a Ciudad de México.
Se trasladó por avión a Villahermosa y por vía terrestre a Ciudad del Carmen, donde fue aislada, pero se confirmó que su prueba fue negativa a Covid-19.
Julián Saldívar Baeza, coordinador operativo de Epidemiología y Desastres de la Secretaría de Salud, informó que el malasio viajó de Dubai el pasado 9 de marzo y permaneció varios días en Barcelona
Posteriormente se trasladó a Ciudad de México.
Pese a que ya presentaba síntomas leves, respiratorios, llegó anteanoche a la capital de Tabasco y se trasladó a Ciudad del Carmen.
Este sujeto al parecer está vinculado a una empresa que presta servicios a Petróleos Mexicanos (Pemex). Fue ubicado desde su arribo y se le mantiene en aislamiento domiciliario.
Sesión a puertas cerradas
Por otra parte y ante la emergencia a causa del Covid-19 ya se aplican severas medidas y hoy el Poder Legislativo se sumó a ellas al sesionar a puertas cerradas para evitar riesgos.
Se declaró sesión reservada, pese a ser la octava ordinaria del segundo año de ejercicio constitucional de la LXIII Legislatura.
Al ingresar al salón de sesiones los diputados recibieron la aplicación de gel antibacterial, se les tomó la temperatura y se les otorgaron guantes de látex y cubrebocas.
Incluso, los 20 diputados que asistieron se sentaron con una curul de distancia, y por ello, varios ocuparon las butacas destinadas al público en general.
El llamado a permanecer en casa comienza a surtir efecto.
Desde anoche es notoria la ausencia de personas a los parques y plazas públicas, tales como el Moch Cohuó, la Plaza de la República, el malecón y las plazas principales que estuvieron prácticamente vacíos.
Los centros comerciales también registran menor cantidad de visitantes.— Martín Acosta Pacheco