La ilegalidad y el ecocidio caracterizan la ruta del Tren Maya, coinciden la aspirante presidencial del Frente Amplio por México, Xóchitl Gálvez y activistas ambientales, durante una visita al tramo 5 del Tren Maya en Quintana Roo; aunque ella agrega que las obras son parte de un capricho presidencial, cuyo ‘negocio’ tiene un ‘sobrecosto brutal’.

La senadora explicó que “dijeron que (la obra del Tren Maya) iba a costar 120 mil millones y ya llevamos 350 mil millones de pesos“, en un vídeo grabado en las inmediaciones de uno de los sistemas de cuevas inundadas más grandes del mundo y donde se halló el fósil humano más antiguo del continente ‘Eva de Naharon’ con más de 13 mil años de antigüedad, cuyos vestigios sirven de relleno para  la construcción que se erige.

Frente a la mirada atenta de Xóchitl Gálvez, los ambientalistas lamentan que el Tren Maya arrasa con la que es “casa de los jaguares, del puma, del venado, de los monos, de los cocodrilos, hoy debemos estar pensando cómo preservarlos para siempre, en vez de estar pensando en cómo destruirlo y convertirlo en dinero”.

En un vídeo que dura 10 minutos con 14 segundos y que Xóchitl Gálvez publicó en sus redes sociales, se escucha a los activistas decir que el Tren Maya afecta unos 8 kilómetros selva adentro, pues en un tramo de aproximadamente 64 kilómetros entre Tulum y Cancún están  donde se están insertando unas 14 mil columnas forradas con tubos de metal que perforan 25 metros de profundidad.

Preocupados explican que a esas columnas les cuelan concreto, las cuales se oxidan 5 veces más rápido en agua salada que en el agua dulce y ese sedimento duro de metales pesados van a llegar al fondo, se va a solidificar y a mover contaminando, “va permear sobre la zona de selva pristina hacia el mar y al arrecife eventualmente”.

Ilegalidad y ecocidio en la ruta del Tren Maya; negocio con ‘sobrecosto brutal’: Xóchitl Gálvez

“Queremos evidenciar toda la ilegalidad y el ecocidio que ha habido en esta región estamos en unos de los últimos manchones de selva saludable que tiene México, históricamente hemos acabado con el 95% de este tipo de selva en todo el país y esto es lo poco que nos queda”, agregaron.

“Planea  hacer más de 16 nuevos sitios urbanos aquí en Quintana Roo en poco tiempo vamos a perder una de las pocas selvas saludables que tenemos. Se nos acaba el tiempo para estudiarlo y preservarlo”.

señala que entiende la necesidad de comunicar Tulum con Cancún, pero observó que los trabajos para la obra del tren maya inició con deforestación y sin cambiar el uso de suelo, porque eso era selva, ni hacer el estudio de impacto ambiental correspondiente.

Por su parte, Xóchitl Gálvez preguntó: “¿Dónde quedó la promesa del presidente de que ningún árbol tirado? Vean los miles y miles, yo diría millones de árboles talados. Además dijeron que iba a costar 120 mil millones y ya llevamos 350 mil millones de pesos. Tiene que pararse la devastación de la selva”.

De hecho, dijo, hay zonas donde de plano las comunidades indígenas se están oponiendo, “se dijo que se consultaron a los pueblos indígenas. ¿cómo van a consultar si este no era el trazo que habían dicho? Cómo van a consultar si dañaron sus sitios ceremoniales, cómo ¿van a consultar si no les dijeron que iba a haber daño a sus acuíferos?”.

Tren Maya acaba con un pulmón del planeta cuando empieza la era de la ebullición

La aspirante presidencial del Frente Amplio apunta que “el planeta se está muriendo, el planeta está entrando a la era de la ebullición, el mes de julio fue el mes más caliente en 200 años, lo que viene es todavía más grave, estos árboles son los que le ayudan al planeta a procesar el dióxido de carbono, si los tiran el problema es más grave, no les importa matar a la naturaleza por un capricho, esto debió haber ido en dónde está la carretera”.

Xóchitl Gálvez no está en contra del Tren Maya, sino del capricho presidencial

En este sentido, señaló que no está en contra del Tren Maya, pero no a costa de la selva, pues cuando supo de la obra supuso que sería en el trazo de la carretera para no afectar los recursos naturales, sin embargo el gobierno federal empezó la obra sin la autorización del cambio del uso de suelo, ni haber efectuado el estudio de impacto ambiental.

Un llamado al INAH: ‘¡Ya párenle, no!’

En unfragmento del vídeo, Xóchitl Gálvez hizo una llamado al director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). “Usted más que al presidente de la república se debe al pueblo de México. ¿Por qué el INAH no hace su trabajo? Es increíble que no protejan el patrimonio cultural de la humanidad por su obediencia a un capricho presidencial y no a preservar los sitios arqueológicos que le pertenecen al pueblo de México”.

Dijo que ojalá el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (Inpi) le diga a las comunidades indígenas que han destruido vestigios mayas importantes, sus acuíferos y centros ceremoniales, que además es “un negocio de hacer un tren con un sobrecosto brutal. ¡Ya párenle, no!“.