CIUDAD DEL VATICANO.— El papa León XIV se trasladará este domingo a Castel Gandolfo, la histórica residencia de verano de los pontífices. Con ello retoma una tradición interrumpida durante doce años. Su visita marca el regreso de un papa a esta localidad italiana tras el pontificado de Francisco, quien optó por permanecer en el Vaticano durante el periodo estival.
El pontífice estadounidense-peruano permanecerá en Castel Gandolfo durante dos semanas, del 6 al 20 de julio. Regresará en agosto para presidir las celebraciones de la Asunción de la Virgen.
Aunque la estancia tendrá un carácter privado, están previstas algunas apariciones públicas, como la misa del 13 de julio en la iglesia local diseñada por Bernini, y una liturgia ecológica el 9 de julio en los jardines del ‘Borgo Laudato si’’, iniciativa ecológica impulsada por Francisco.
Durante su ausencia, todas las audiencias generales y privadas quedarán suspendidas hasta el 30 de julio, en vísperas del Jubileo de los Jóvenes, uno de los eventos centrales del Año Santo 2025.
León XIV, de vacaciones para estudiar
Aunque se trata de un descanso oficial, allegados al Papa aseguran que el pontífice aprovechará el tiempo para estudiar los principales expedientes que marcarán su pontificado. Entre ellos, destacan temas administrativos, financieros, judiciales, litúrgicos y diplomáticos que requieren decisiones de fondo.
Uno de los asuntos más delicados es el nombramiento del nuevo secretario de Estado, cargo clave en la estructura de la Santa Sede. Además, deberá nombrar a su sucesor en la Congregación para los Obispos, donde antes se desempeñaba.
También enfrenta un déficit estructural en las finanzas vaticanas, estimado en 50 a 60 millones de euros anuales, junto con una deuda de aproximadamente 1,000 millones de euros en el fondo de pensiones. En este contexto, su perfil como canonista metódico y lector de informes completos cobra relevancia.
Decisiones delicadas del Papa León XIV
En el plano judicial, León XIV deberá decidir cómo manejar el caso del cardenal Angelo Becciu, condenado por delitos financieros durante el pontificado de Francisco y cuyo proceso se encuentra en fase de apelaciones. El Papa también tendrá que posicionarse frente al controvertido expediente del exjesuita Marko Rupnik, acusado de abuso espiritual y sexual contra religiosas adultas.
Ambos casos son observados con atención, especialmente por su carga simbólica respecto al manejo de la transparencia y rendición de cuentas en el Vaticano. León XIV ya ha manifestado su voluntad de establecer una “cultura de prevención” contra todo tipo de abuso en la Iglesia.
La misa en latín y la búsqueda de unidad
Otro tema espinoso es el debate litúrgico en torno a la misa en latín. Francisco había restringido su uso, generando tensiones con sectores tradicionalistas. Voces conservadoras como la del cardenal Raymond Burke esperan que León XIV reabra el diálogo y “restaure la situación” anterior a 2021, en nombre de la reconciliación litúrgica.
León XIV ha dicho que su prioridad es la unidad de la Iglesia, por lo que se espera que, durante su estancia en Castel Gandolfo, reflexione sobre cómo abordar este conflicto sin agravar divisiones internas.
Inteligencia artificial, viajes y vínculo con América Latina
En el ámbito internacional, el Papa también evalúa redactar un documento sobre los desafíos éticos de la inteligencia artificial, tema que ha descrito como prioritario. Además, estudia su primer viaje oficial como pontífice. En la lista figuran Turquía —para conmemorar el 1,700 aniversario del Concilio de Nicea—, Ucrania, Estados Unidos, e incluso su Perú natal, concretamente Chiclayo, diócesis que dirigió antes de ser elegido papa.
Argentina también espera su visita, especialmente tras doce años sin que Francisco viajara a su país de origen.
Castel Gandolfo: un pueblo que vuelve a ser papal
La pequeña ciudad de Castel Gandolfo, de apenas 8,000 habitantes y ubicada a 30 km al sur de Roma, recibe con entusiasmo la vuelta del Papa. El retiro veraniego representa una oportunidad para revitalizar el turismo religioso y la economía local, duramente golpeada durante el pontificado de Francisco, cuando la residencia papal se transformó en museo.
“Recuerden, muchas encíclicas se escribieron aquí”, recordó el párroco del lugar, reverendo Tadeusz Rozmus, en alusión al simbolismo de Castel Gandolfo como centro de contemplación y escritura papal.
Un regreso cargado de historia
Con su decisión, León XIV no solo se toma su primer descanso desde su elección el pasado 8 de mayo, sino que reconecta con una tradición de siglos, reviviendo el lazo espiritual entre el papado y Castel Gandolfo, lugar donde Juan Pablo II se refugiaba para orar y donde Benedicto XVI se despidió del mundo tras su histórica renuncia.
Mientras pasea por los jardines de Villa Barberini o celebra misa en su iglesia barroca, León XIV se prepara para los grandes desafíos de su pontificado, con una visión que combina humildad personal, firmeza institucional y sensibilidad pastoral.