PROGRESO.— Se esperan dos meses complicados para el puerto debido a que la veda de mero, la baja ocupación hotelera, la cancelación del Carnaval, el atraso en las obras portuarias y el elevado índice de contagios del Covid-19 se combinan para que febrero y marzo sean malos y de bajas ventas para el sector comercial, dijo ayer viernes Roberto Sánchez González, presidente de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco-Servytur) de esta ciudad.
Añadió que el sector turístico también resulta afectado porque los cruceros no son como se esperaba.
Contrastó que antes de la pandemia del Covid-19 se quedaban en esta ciudad muchos turistas de los cruceros que llegan de Estados Unidos, pero ahora cada vez se quedan menos pasajeros de barco en el puerto.
Menos visitas de los turistas de cruceros en Progreso
Indicó que muchos extranjeros no bajan de los barcos por el temor al contagio del Covid-19 y, además, a buena parte de los turistas de cruceros los llevan a las zonas arqueológicas y otros sitios, así que los prestadores de servicios de esta ciudad no obtienen ganancias cuando llega un crucero.
Esta semana solo llegó un crucero. Procedente de Seybaplaya, Campeche, el “Ocean Voyager” arribó el lunes 31 de enero a las 7:38 de la mañana, con 87 pasajeros y 84 tripulantes, y zarpó el martes 1, a las 10 a.m. con destino a Cancún, informó el lunes 31 la Administración del Sistema Portuario Nacional de Progreso (Asipona) en su cuenta de Twitter.
Según el Calendario de Arribos de Cruceros, de la misma Asipona, el “Ocean Voyager” debió arribar a Progreso el domingo 30 de enero y zarpar el martes 1. Sin embargo, llegó con un día de demora, lo que acortó el gasto de los estadounidenses en tierra yucateca.
Fue el cuarto y último viaje del “Ocean Voyager” al puerto. No tiene programado otro arribo para este año.
Antes, el “Carnival Breeze” fue desviado de su ruta Galveston-Cozumel debido a un norte y llegó a Progreso el sábado 29 de enero, pero no pudo atracar en la terminal remota por las marejadas y vientos adversos.
Sánchez González señaló que, al igual que el año pasado, febrero y marzo serán dos meses de bajas ventas.
Prevén un período complicado en Progreso
Todo se combina para que sea un período complicado; primero, por la veda del mero (del 1 de febrero al 31 de marzo) los barcos pesqueros están amarrados y muchos pescadores están inactivos, no ganan y por consiguiente no tienen dinero para realizar compras; sería en abril cuando la economía se comience a reactivar cuando avituallen a los barcos (para la pesca de mero), añadió.
Afirmó que aunque a los pescadores les darán vales del programa estatal Yo Respeto la Veda del Mero para canjearlos en comercios afiliados al mismo plan, resulta que las tiendas de la ciudad no pudieron inscribirse para recibir los vales debido a que por la pandemia del Covid-19 muchos se dieron de baja en Hacienda y uno de los requisitos es estar dado de alta en el Sistema de Administración Tributaria (SAT).
Luego por segundo año consecutivo, agregó, ya se suspendió el Carnaval, el cual hasta antes de la pandemia representaba ingresos para los sectores comercial y turístico por los miles de visitantes que llegaban para las carnestolendas, se ocupaban los hoteles y las casas de la zona veraniega, pero las fiestas en honor de Momo están canceladas para prevenir contagios del Covid-19, los cuales están muy disparados en el puerto.
