COLONIA YUCATÁN, Tizimín.— Entre los años cincuenta y setenta esta comunidad se distinguió por su vocación maderera, actividad de la que hoy día ya solo quedan recuerdos y peculiares viviendas que rememoran esa época.

Exobreros, jubilados, amas de casa e, incluso, profesionales conservan algunas vivencias de ese pasado que le dio renombre a Colonia Yucatán, ubicada a 45 kilómetros de la cabecera municipal de Tizimín.

A más de 50 años del auge maderero, hoy permanecen ocultas por extensa vegetación las otrora productivas fábricas, y viviendas que están en el abandono.

Sin embargo, también permanecen en esta localidad casonas que conservan su estilo característico.

Colonia Yucatán es una comunidad que se fundó en 1936, cuando llegó el ingeniero Alfredo Medina Vidiella, un empresario yucateco y visionario que vio la oportunidad de explotar la riqueza natural.

Entonces la comisaría se convirtió en un pueblo rico económicamente y también en educación, cultura, tradición y deporte.

A Medina Vidiella le decían “El loco”, porque “solo a un loco” se le ocurriría entrar en una zona que era puro bosque y donde la gente le advirtió que estaba llena de serpientes venenosas, como la “cuatro narices”, pero aun así se arriesgó.

Acababa de llegar de Estados Unidos, donde estudió la carrera de Ingeniería Civil, y se dio cuenta de la cantidad de madera que se podría aprovechar para generar una industria.

Fue en la comisaría de La Sierra, donde encontraron un cenote, y de ahí surgió la idea de poner los campamentos de los obreros y hacer el primer aserradero.

No obstante, conforme pasaron los años se dieron cuenta que en Colonia había otro cenote y es ahí donde se montó la primera de las dos fábricas madereras.

El ingeniero yucateco logró hacer negociaciones con Miguel Alemán Valdés, presidente de México de 1946 a 1952, y le dotaron de la maquinaria para instalar la industria maderera.

Los sobrevivientes de esa época recuerdan que entre los años cuarenta y cincuenta llegaron ingenieros estadounidenses que colaboraron en el ensamblado de las máquinas y se quedaron.

Fueron ellos quienes le dieron vida a la comisaría, diseñaron las maquetas y se comenzaron a construir casas de madera para obreros y para los ingenieros, así como las familias de todo el personal de las fábricas.

Las viviendas estaban inspiradas en la vida norteamericana, con centros comerciales, calles amplias, escuelas de primer nivel, casa para huéspedes, para solteros, molinos, farmacias, cine, boliches, billar, jugueterías e, incluso, una bodega donde se almacenaba maíz y toda la despensa que llegaba para el personal.

Había energía eléctrica, gracias a los generadores que la empresa mandó a traer.

Colonia Yucatán empezó a vivir su mejor época a partir de los años cincuenta, pues eran ricos en educación y también en cultura, deportes y tradiciones.

El vecino Mario Reyes Rodríguez Marín, conocido como “Chibacan”, quien aún vive en esta comisaría y trabajó en esos años de auge, muestra su casa de madera que conserva y a la que cada determinado tiempo le da mantenimiento.

Reyes Rodríguez recuerda que era niño cuando trabajaba con su padre en un camión en el que trasladaban la madera a la fábrica.

Dice que vivían como verdaderos ricos, no había carencias, gozaban de estudios, uniformes, había clases de música, deportes. Incluso dice que Colonia era mucho mejor que Mérida y que Tizimín, la cabecera.

Elsy Soberanis Basulto, mejor conocida como “Nena”, quien creció en Colonia Yucatán y hoy vive en lo que fue el antiguo centro comercial donde había cine, boliche y billar entre otros, relata que su padre no era obrero, pero sí comerciante y destacó en la comunidad por sus negocios y su emprendimiento.

Ella expresa que en la escuela había piano y eran los mismos ingenieros quienes daban clases en una escuela que parecía privada y tenía calidad educativa.

Recuerda que en el primer cuadro de la comunidad vivían los ingenieros y había dos casas de gran tamaño hechas especialmente para ellos, ambas forradas con mosquiteros.

Asimismo, dice que gracias a las enseñanzas de los ingenieros y las esposas de ellos, salió gente destacada de Colonia Yucatán, como las hermanitas “Núñez”.

De acuerdo con las anécdotas de la gente, fue a partir de los años sesenta cuando repentinamente el ingeniero Medina se fue, por querer incursionar en la política.

Pero lo comenzaron a desprestigiar por un periodista y entonces se vio obligado a abandonar la comunidad.

En 1965 regresó a petición de la gente para inaugurar el colegio de preescolar que lleva su nombre y fue cuando contó por qué se fue.

Según dijo, ya estaba bien posicionada Colonia Yucatán, la madera se exportaba y en “truck” se llevaba al puerto de El Cuyo, donde hasta se hizo el primer muelle de madera para llevar en barcos la materia prima.

Sin embargo, los socios que compraron las acciones de Medina no siguieron la misma visión del fundador y la industria empezó a decaer.

Entonces, se vendieron ranchos aledaños para sostener la fábrica.

Según “Nena” Basulto, en 1973 los ingenieros que estaban a cargo también se marcharon y dejaron la comisaría como estaba.

Los del sindicato de trabajadores que se formó vendieron las fábricas y llegaron otros administradores, y la actividad ya no fue la misma, no podían sostenerla al mismo ritmo y fue en 1975 que la gente comenzó a emigrar: aquellos de Espita, Tizimín, Sucilá que vivían en Colonia se fueron del pueblo.

Poco más de 500 trabajadores se quedaron sin empleo y comenzaron a llevarse las máquinas y lo que había para cobrar sus sueldos.

Aunque la fábrica seguía trabajando, a duras penas pudo sostenerse hasta los años noventa, cuando vino el cierre definitivo y con ello se acabó la actividad.

No obstante, también se atribuye el declive de la actividad a la deforestación de toda la zona, pues ya era demasiado tarde cuando se dieron cuenta que no habían reforestado a tiempo.

Ahora, unas 30 casas permanecen como mudas testigos de una época de bonanza, y, dadas sus características, hay quienes intentan rescatarlas.— Wendy Ucán Chan

Colaboradora de Megamedia en municipios del oriente de Yucatán desde junio de 2009. Cubre noticias generales en las comunidades de esta región: política, gobierno, campo, ganadería, sucesos policíacos, religión, artes y cultura.