PROGRESO.– Roberto Lanz Hernández permanece en estado crítico, una semana después de caer al suelo y golpearse la cabeza en un forcejeo que tuvo con policías de este puerto, que presuntamente lo sometieron por interferir en una retención en el alcoholímetro. El hombre permanece internado en el Hospital O´Horán, en Mérida, desde el domingo 4 de diciembre pasado.
Los familiares acusan a los elementos policiacos de la condición de Lanz Hernández, toda vez que aseguran que dejaron que convulsione y sangre tras caerse al suelo, siendo que la ambulancia tardó una hora en llegar para prestarle servicio médico y su posterior traslado a Mérida.
Jessica Lanz Santiago, sobrina de Roberto, explicó que el domingo pasado estuvieron en el playón poniente con su familia y un pariente que llegó de Playa del Carmen, quien es taxista.
Roberto Lanz vive detrás de un conocido supermercado en el puerto, y el domingo a las 4 de la tarde después de estar un rato en el playón se trasladó a su casa y pasó por la calle 80 donde al final instalan el retén del alcoholímetro; Lanz Hernández al volante de su camioneta pasó el retén sin problema alguno pues no ingirió bebidas alcohólicas.
Intentaba ayudar a un familiar
Detrás iba el taxi con placas de Playa del Carmen, antes de llegar al retén, a unos 100 metros; el taxista se detuvo para ponerse su camisa de taxista, y cuando llegó al alcoholímetro lo detuvieron con el argumento de que habían cambiado de chofer, los policías le indicaron que el que manejaba estaba ebrio y por eso cambiaron de conductor.
El taxista explicó a los policías que el que iba de pasajero estaba ebrio, pero no él manejaba, pero los uniformados no le creyeron y lo esposaron al igual que al que iba de pasajero. Los familiares avisaron a Roberto Lanz, quien regresó al reten para apoyar a su pariente y pidió que le hagan la prueba, pero los policías le dijeron “ no te metas, no seas metiche”.
Roberto Lanz, explica su sobrina Jessica Lanz, quien con su celular grababa todo, insistió para que le hagan la prueba a su pariente, lo que enojó a los policías y entonces advirtieron que lo iban a detener, por lo que comenzó a alejarse, pero fue alcanzado por la espalda por un policía que lo derribó al suelo, siendo que entonces vino el accidente.
Luego llegaron otros dos policías, lo sometieron en el suelo, le patearon la cabeza y otras partes del cuerpo, fue cuando se dieron cuenta que sangraba en la cabeza y convulsionaba, insiste la sobrina.
Jessica Lanz dice que los policías en lugar de pedir una ambulancia para que atiendan a su tío, se dedicaron a quitar los celulares de todas las personas que tomaron fotos y grabaron vídeos, los borraron y los dejaron ir, ya no los detuvieron. Asegura que incluso les hicieron firmar un papel del deslinde de responsabilidad de la policía en el accidente.
Mencionó que a ella una mujer policía le quitó el celular, un policía la esposó, y borraron todas las fotos y vídeos que grabó, para que no haya evidencia.
Aseguran estar vigilados
Una ambulancia llegó una hora después, los paramédicos lo atendieron, intubaron y llevaron al O´Horán, donde desde entonces su tío permanece grave y en terapia intensiva. Tiene hematomas en la cabeza, fractura craneoencefálica y heridas en la cara.
Los familiares de Roberto Lanz habían planeado una marcha de protesta para el viernes por la tarde, pero lo suspendieron, Jessica, dice que sufren acoso policíaco y están vigilados, por lo que esperan que su denuncia sea escuchada y cuenten con el apoyo de la sociedad.
