PROGRESO.— En la comisaría de Chicxulub hay tensión por las invasiones de terrenos ubicados por la zona de antros, que están fuera de control y cada día llegan más personas, incluso hay habitantes de ese puerto que ante la llegada de personas de otras comisarías ya acudieron al lugar para ocupar espacios y que se les tome en cuenta como beneficiarios.
Pero son más los foráneos invasores que desde el miércoles 15 pasado llegaron a Chicxulub Puerto para ocupar los terrenos, y enseguida se corrió la voz de que están repartiendo lotes para personas que no tienen casa, muchos llegaron en motos, automóviles y camionetas.
Los habitantes de Chicxulub dicen que hay gente de Progreso, Flamboyanes, Uaymitún, campechanos y tabasqueños que ya se asentaron en los terrenos que se encuentran en plena zona veraniega, que abarcan desde la zona de antros hasta Cocales Josefina, van de la carretera (calle 19) hasta la primera fila cercana a la playa (calle 17).
La intranquilidad se respira en Chicxulub Puerto, los habitantes vislumbran un problema con las invasiones que habría sido promovida por algún personaje con vinculado al poder económico y político que también podría estar relacionado con la mafia inmobiliaria.
Los habitantes no se han quedado calmados y pacientes en espera que actúen las autoridades, según los reportes están preparando acciones, convocaron a manifestaciones como medida de presión.
Familias por lotes
En la zona de invasiones hay personas que han reservado de dos a tres lotes para sus parientes. En un taxi colectivo de una colonia progreseña, se escuchó hablar por celular a una mujer, al parecer lideresa que avisaba a sus conocidas para que acudan a Chicxulub donde están repartiendo terrenos, que son muchas hectáreas disponibles.
Este sábado desde temprana hora los invasores reanudaron la limpieza de “sus lotes”, quemaron la yerba, la humareda se dejó ver en esa zona del oriente de Chicxulub. Casas de campaña, sombrillas y casuchas forman parte del panorama en esa parte de la zona veraniega de Chicxulub donde en la orilla de la playa hay grandes residencias de veraneo.
Ahora surge un tercero en discordia: un nutrido grupo de personas provenientes de esta ciudad, Flamboyanes y la zona costera de Uaymitún entre otros, ya se posesionaron de las 20 hectáreas, los ejidatarios reaccionaron y los reclaman como suyos, pero no pueden ocuparlos porque los invasores ya los dividieron, lotes de 7 de frente por 15 de fondo.
En el plantón de protesta el viernes por la mañana frente al palacio municipal para pedir la intervención del alcalde Julián Zacarías Curi para desalojar a los invasores, una ejidataria expuso el caso de esos terrenos, aseguró que desde 1923 son los propietarios pero.
“Los señores Domíguez y Espinosa se posesionaron y no permiten que se tome posesión, caso que tiene mas de 40 años, lo han cercado, el Tribunal Agrario tampoco define que vamos a hacer, tenemos abogados y no se presentan, se necesita una solución a la voz de ya, hay que desalojarlos por medio de un litigio federal, ante un Tribunal Federal”, remarcó la ejidataria.
El ejidatario Manuel León Gamboa, conocido como “Pinocho” , expone que esos terrenos le pertenecen al ejido desde 1927, son 19.28 hectáreas, del cual de manera indebida hace unos 45 años se apropió Pedro Domínguez, el ejido al enterarse de ese despojo, reaccionó y comenzó con una lucha jurídica, el litigio lleva 45 años y el Tribunal Agrario todavía no resuelve nada.
Litigio por terrenos
Debido al litigio que está estancado, a pesar que los ejidatarios aseguran que los terrenos les pertenecen nunca tomaron posesión, no dividieron las 20 hectáreas entre los 108 socios del ejido, dejaron pasar el tiempo en espera que el Tribunal Agrario lo resuelva a favor de ellos. Tampoco los Domínguez y Espinosa lo ocuparon, no invirtieron en esos terrenos, por el litigio que está en los tribunales.
Los terrenos permanecieron abandonados y ninguna de las dos partes pensaron que serían invadidas y ahora se torna difícil su recuperación, tienen que demostrar que les pertenecen.
Los ejidatarios comentan que de esa situación se aprovecharon los que de alguna manera están enterados que los terrenos están en litigio y promovieron la masiva invasión que se dio desde el miércoles 15.
“Pinocho”, comenta que Pedro Domínguez ya falleció, ahora sus hijos y nietos son los que continúan con el litigio, pero no hay avances, por eso piden la intervención de las autoridades para que resuelvan el caso y procedan al desalojo de los invasores. Comenta que ahora que ven el lío, quieren llegar a un acuerdo, solo que está complicado porque los terrenos están invadidos.
Hace siete años, el 26 de marzo de 2016, un centenar de ejidatarios decidió tomar posesión de las 20 hectáreas de terrenos ejidales, ubicados en la zona veraniega, los cuales pretendieron apoderarse a la mala los meridanos Pedro Domínguez y Neysi Espinosa.
Hace seis años cuando los ejidatarios dijeron que tomarían posesión de los terrenos que se ubican por el rumbo de Cocales Josefina, el comisario ejidal era Luis Antonio Figueroa Aguilar, quien ahora repite en el cargo y encabeza la recuperación de los lotes que son de uso común.
En marzo de 2016 Luis Figueroa y Tomás Figueroa López, explicaron que no habían podido tomar posesión de las 20 hectáreas de terrenos porque personas meridanas afirmaban que eran los propietarios, entre ellos Pedro Domínguez y Neysi Espinosa.
Pedro Domínguez ya falleció, laboró en la desaparecida Secretaría de la Reforma Agraria y pretendió despojar al ejido de Chicxulub de esa parte de sus tierras. Pero los ejidatarios no lo permitieron, hicieron los trámites, consiguieron la documentación, como planos oficiales para demostrar que son los verdaderos propietarios y lograron que se les entregaran los títulos parcelarios de los lotes que se repartieron entre los 108 ejidatarios.
En aquel marzo de 2016, el comisario ejidal explicó que tanto el Programa de Certificación de Derechos Ejidales y Titulación de Solares (Procede) como el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) confirmaron que las 20 hectáreas pertenecen al ejido de Chicxulub, de modo que procedieron a su repartición entre los ejidatarios y obtuvieron los certificados parcelarios firmados por los entonces Presidentes Vicente Fox y Felipe Calderón.
En una asamblea de marzo de 2016 los ejidatarios acordaron tomar posesión de sus terrenos, y acudieron al lugar donde se repartieron, pero nunca lo ocuparon hasta que el miércoles 15 pasado estalló el lío con la invasión de numerosas familias.
