Dulce de nance – Foto: Sofia Vital Dulce de ciruela – Foto: Sofia Vital Dulce de nance – Foto: Sofia Vital Cocadas – Foto: Sofia Vital Zapotitos – Foto: Sofia Vital Mazapán de pepita – Foto: Sofia Vital Dulce de coco – Foto: Sofia Vital Dulces tradicionales yucatecos indispensables en Hanal Pixán Bizcochos – Foto: Sofia Vital Dulces tradicionales yucatecos indispensables en Hanal Pixán Labradas de coco y pepita – Foto: Sofia Vital Dulce de coco – Foto: Sofia Vital Dulce de papaya – Foto: Sofia Vital Pasta de guayaba – Foto: Sofia Vital Dulces tradicionales yucatecos indispensables en Hanal Pixán Melcocha – Foto: Sofia Vital Sunchos – Foto: Sofia Vital Dulces tradicionales yucatecos indispensables en Hanal Pixán Dulce de calabaza – Foto: Sofia Vital Dulce de yuca – Foto: Sofia Vital Dulce de yuca – Foto: Sofia Vital Dulce de camote – Foto: Sofia Vital Dulce de papaya – Foto: Sofia Vital Dulce de cocoyol – Foto: Sofia Vital Dulce de calabaza – Foto: Sofia Vital Dulce de cocoyol – Foto: Sofia Vital Dulces tradicionales yucatecos indispensables en Hanal Pixán 
Papaya rellena de coco 
Labradas de cacahuate y pepita – Foto: Lluvia Magaña Dulce de coco – Foto: Lluvia Magaña
MÉRIDA.- Desde temprana hora cientos de comerciantes de todo el estado alistan sus productos y se dirigen a los mercados de Yucatán, para inundarlos de color, olor, sabores y variedad, una mezcla de modernidad y tradición que le recuerda a los clientes que el Hanal Pixán está cerca y las ánimas están por llegar para disfrutar una vez más de los dulces tradicionales yucatecos.
En Hanal Pixán en los mercados de Yucatán se respira el aroma de las flores, del incienso y de los tradicionales manjares yucatecos. Con los primeros rayos del sol habitantes de todo el estado llenan los pasillos de los mercados para adquirir todo lo necesario para alistar la ofrenda a sus difuntos, con todo aquello que tanto disfrutaban en vida y que ahora podrán degustar.
Dulces tradicionales yucatecos
Palanquetas de cacahuate, dulce de pepita de calabaza, dulces de coco, así como ciricote, ciruela y otras verduras revestidas de cristalino almíbar, son parte de la variedad que se puede encontrar.
Los dulces yucatecos no tenían una elaboración compleja ya que se realizaban con frutas y verduras de la temporada, con el camote y calabaza; antes su preparación se realizaba con miel de abeja. Estos dulces han logrado mantenerse en la tradición y el gusto de los descendientes mayas.
Dulces yucatecos para el altar de Día de Muertos
- Dulce de calabaza
La calabaza es una de las frutas de la época, por lo que su preparación es de las más tradiciones y suele ir en todas las ofrendas. Además las pepitas se usan para otros dulces de Día de Muertos.
En Yucatán, el dulce de calabaza lleva en su preparación agua con canela, endulzada con azúcar, miel de abeja o piloncillo. Después se añade la fruta pelada y cortada, hasta que tenga una consistencia espesa.
- Dulce de papaya en almíbar
Para preparar el dulce de papaya hay que tener cuidado, pues la resina de la fruta lastima la piel. La fruta se pela, corta y se corta en rebanadas que se cocina en una mezcla que lleva actualmente se usa azúcar, canela, vainilla.
Luego se deja enfriar para que el almíbar tome consistencia y las rebanadas de papaya estén suaves y con aspecto dorado acaramelado.
- El dulce de cocoyol
El cocoyol es el fruto de una palmera que da racimos con más de 200 bolitas como pequeños cocos, a los cuales al partirlos se les saca un fruto blanco y dulce similar a una canica.
El dulce de cocoyol es de los más tardados en cuanto a preparación, puede llevar más de cinco días, pues hay que pelarlos, lavarlos y prepararlos. Este dulce lleva piloncillo y rajas de canela. Actualmente es muy complicado conseguirlo.
- Dulce de nance
Este dulce se logra hirviendo la pequeña fruta amarilla hasta que la cáscara se parta. Después se debe cambiar dos veces más y, luego, se agrega azúcar en agua caliente para obtener un jarabe, donde se ponen los nances. Se deja reposar y se refrigera para disfrutarlo fresco.
- El dulce de ciricote
Su preparación es similar al dulce de nance, solo que al ciricote se le quita la cáscara y debe remojarse en agua de limón. Luego se cuecen en almíbar y se puede agregarle un poco de alcohol de caña.
- Dulce de camote y yuca
El dulce yucateco de camote no es ni parecido al poblano. Para prepararlo se necesita miel, azúcar o piloncillo. Mientras el tubérculo se cocina, en otra olla se prepara el almíbar; se mezclan y se espera a que los camotes estén suaves y que el jarabe espese. Después se deja reposar y se disfrutan fríos.
La yuca, otro dulce de la familia de los tubérculos tiene dos preparaciones: la de almíbar, similar a los anteriores; y la normal con miel.
Dulces yucatecos, una tradición familiar
La señora Rosario Baas, comerciante del Mercado Lucas de Gálvez, comentó al Diario que la preparación de los dulces es una tradición en su familia. Su papá el señor Alfredo Baas, ”es el de las manos mágicas”, él sabe las cantidades de la fruta, la verdura, el azúcar y los complementos para explotar al máximo su sabor.
Ella aún no aprende a realizarlos, pues desde hace más de 20 años se dedica a venderlos, sin embargo, ha visto que la preparación es mucha, complicada y lleva varios días. Los compradores ya conocen el producto de la familia, por lo que en Día de Muertos desde temprana hora agotan sus productos.
El coco, un elemento fundamental
Su textura crujiente y la vez suave junto a su sabor dulce han vuelto al coco una fruta casi indispensable en los postres yucatecos; muestra de ello el tradicional sorbete de coco.
En Hanal Pixán el coco se vuelve protagonista de varios dulces tradicionales yucatecos, como son los cuadritos de coco, las cocadas, cremitas y las labradas de coco. Además de complementar con su sabor otros dulces.
Las labradas de coco o palanquetas, tienen forma circular y van pegadas a un papel encerado. Para realizarlas se derrite azúcar mascabado en una sartén con agua, y se mueve hasta que el agua se evapora, después se añade el coco picado en cubos pequeños, para que se cuezan mientras absorben la azúcar, hasta que se evapore el líquido que del coco.
Al final se obtiene una consistencia espesa, que se acomoda por partes sobre papel encerado, hasta darle sus tradicional forma, misma que después se cristalizará y podrá disfrutarse.
Los cuadritos de coco seco y compacto que también se ofrecen en las mesitas de los comerciantes, con sus colores amarillo, rosado y blanco. Mientras que las cocadas son un postre en forma circular hecho de azúcar y coco rallado un poco tostado.
Zapotitos, mazapanes y labradas de pepita
Los zapotitos, llamados así porque originalmente tenían forma de zapote, ahora tienen diversas formas como circulitos; estos se elaboran con pepita de calabaza y azúcar. Tienen una consistencia suave parecida y se cubren con canela en polvo.
El mazapán de pepita de calabaza, tiene una preparación similar al zapotito, pero son un poco más duritos. Tradicionalmente tienen forma de frutas y verduras (como elote, uva, manzana, chile, entre otros) que ponen color para adornar los altares.
Las labradas de pepita son como las de coco, pero en esta la pepita se combina con cacahuate para combinar ambos sabores. La preparación y presentación es igual.
Caballero pobre
Un delicioso postre, conocido como la versión mexicana de las tostadas francesas, pero con un jarabe especial. Los caballeros pobres se elaboran con pan de barra (francés), pasitas, canela, leche condensada, claras de huevo, vainilla y leche.
Otros dulces tradicionales de Yucatán
La melcocha es un dulce que se realiza con azúcar, miel de abeja, claras de huevo, mantequilla, vainilla, anís y menta o cáscara de limón. Su presentación tiene una forma de tortilla, antes se ponía en hojas de árboles, pero ahora se pone en bolsitas de plástico.
Los sunchos y mambitos llevan el color a las mesas de día de Muertos yucateco. Llamados también “nalga de vieja” tienen influencia en la cocina española y francesa, pero con los sabores y costumbres mayas.
La pasta de guayaba se elabora moliendo y colando la pulpa de la guayaba, que se hierve con almíbar hasta lograr su consistencia. La pasta se extiende en bloques grandes y, cuando se enfría, se corta en pequeños cuadrados.
El Puuc y sus delicias yucatecas
Al sur del estado de Yucatán, en la Ruta Puuc —un recorrido que permite disfrutar diversas zonas arqueológicas de la cultura Maya— se encuentra el municipio de Ticul, donde también se puede disfrutar de las delicias de otros dulces típicos que se ofrendan en el altar, como el dulce de frijol.
En la Perla del Sur, la señora Ruby Aldana, conocida dulcera de la ciudad, cuenta que aprendió el oficio de sus papás y sus abuelos, quienes han preparado los dulces desde hace varios años para ganarse la vida.
Relató que en su casa se realizan los tradicionales dulces de finados, tales como los mazapanes, zapotitos, las de almíbar, entre otros; pero además preparan las rosquitas o “muñequitos” y las papayitas rellenas de coco.
El proceso artesanal de la preparación de los dulces, relató la comerciante, no solo le lleva varios días, sino también le ocupa muchas horas del día. Mientras espera que algunas frutas y verduras se cuezan, comienza la preparación de otros, pela las pepitas o alista otros insumos.
Las rosquitas o ‘’muñequitos’’ son panes cubiertos de una especie de glaseado color rosa, que normalmente se utilizan para adornar y darle color a la ofrenda de los niños. Por la forma, es más fácil hacer las roscas, pero durante finados se realizan los muñequitos.
Los dulceros piden en las panaderías la base con forma de muñeco o de rosca y ellos se encargan de cubrirlos con el azúcar color rosado.
Las papayitas rellenas de coco, son una variación del dulce de papaya tradicional. La preparación de la fruta es la misma, sin embargo, al final se cortan como jicaritas con picos en la parte de arriba, donde después se pone coco rallado de colores. Con la intención que tengan la apariencia de una flor.
El dulce de frijol
Al igual que varios postres de finados, lleva varios días de preparación. Para realizar este dulce primero el frijol negro se remoja durante día y medio; una vez suave se pela y luego se licúa con huevo hasta obtener una mezcla con la que se harán bolitas que se llevan al aceite hirviendo.
Se dejan reposar, y mientras tanto se prepara el almíbar (con azúcar, canela, pasitas y almendra) dónde se remojarán un par de horas. Se llevan al refri un par de horas y después pueden disfrutarse.
Pese al paso de los años el Hanal Pixán, una expresión de identidad yucateca, se mantiene presente en el estado. Y los dulces, anteriormente presentados, son una muestra del recuerdo de las raíces mayas e hispánicas.
La carga espiritual y emocional de la época prevalecen para recordarle a los difuntos que, en casa se les espera y recuerda con aprecio. Y muestra de ello es que su ofrenda se les dejan los postres que en vida disfrutaron.
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