Un día abrí los ojos y me di cuenta que mi vida no tenía rumbo. Aunque me sentía feliz estaba viviendo en piloto automático, haciendo justo lo que los demás esperaban de mi. Mis hábitos no eran los mejores. Hasta que una situación crítica me hizo despertar y decidí hacer cambios que me permitieran ser el dueño de mi propio destino. […]
Alejandro Arana
Amante de la tecnología, los libros y el buen café.
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