(Primera Columna publicada el 22 de noviembre de 2003)
“¿Dónde nos quedamos?”, pregunta César Pompeyo al regresar a la banca, después del descanso obligatorio del 20 de noviembre.
“En que no soy caminante, como decía Mediz Bolio, sino callejero, como opinan Kempis y Emilio Sosa. Nos quedamos en que sigo oyendo a la paloma azul”.
“No, no allá nos quedamos. Allá cortaste la columna”.
“Es que se me terminó el espacio. Mi cuota es de 50 centímetros. Máximo. Nuevas reglas”.
“Nos quedamos en que tú también estás viendo la nube blanca, esa que viene y que se va. En que también estás oyendo…””Sí, ya me acuerdo: que además de la paloma, además del pájaro pujuy, estoy oyendo un canto con rostro de mujer”.
“Peor, reportero, de cuatro mujeres. Si fuera una, bueno, a cualquiera le pasa, ¡pero cuatro!”.
El reportero contó con los dedos: una, dos, tres, cuatro, cinco…”.
“Las demás por ahora no. Concéntrate en las cuatro primeras”.
El reportero se concentró. “Las tres primeras no van a tardar, don César: se van a Bagdad. La otra está en el Senado. Esa nube se fue de veras: ya no va a venir. Imagínese, usted: el Senado, la ‘dolce vita”.
“Pues si no quiere regesar, que la traigan. Es muy amiga de Víctor.
¿Por qué no la entrevistas también a ella?””En primer lugar, porque hace tiempo que no va a Dzemul. En segundo, porque no me va a recibir: se ensierra. Además, ¿sobre qué la voy a entrevistar?””Sobre la venta de garaje que hizo en Cordemex”.
“Los de Cordemex también están mudos, don César. Los gatos andan sueltos: no dejan lengua sana. Hace una semana que publicamos nombres, apellidos, pesos, hectáreas… Un escándalo, pero todos callados como muertos”.
“Son vivos, pero tú pregunta, entrevista, de repente se le va la lengua a alguien. Alguien tuvo que haber visto algo”.
“Todo fue en lo oscuro, don César. Nos apagaron la luz”.
“Bueno, pero aquí nos conocemos todos. Pregúntales a cómo compraron ya cómo vendieron”.
“No es tán fácil”. Son tíos, primos, hermanos, papás, amigos del alma, compadres, colaboradores, tesoreros, influyentes, jai laif, extranjeros…
Todo quedó en familia. Nadie va a querer acusar de nada. Se mordería la lengua, si le queda”.
“Pero siempre queda una pista, reportero, algún papelito, alguna firma, alguna llamada perdida…””Todo se empezó a perder hace doce años. Cada año se venden las tierras más caras y se pierden más papelitos. Dicen que todavía existen algunos documentos, pero que todos están offshore”.
“¿Qué es eso?” “Unas islas entre Francia e Inglaterra. No hablan español. Una isla del Caribe: Gran Caimán.Allá van los cocodrilos. De incógnito. No les pidan que muestren los dientes. Por eso van”.
“Y el dinero, reportero, todo ese dinero. Dicen que sólo con los megamillones de la venta del filete de oro, de las 30 hectáreas del complejo industrial Salvador Alvarado, puedes hacer la nueva carretera a Progreso, comprar todos los terrenos que estarán alrededor, hasta los de Komchén, pagando la plusvalía, claro, y construir el nuevo aeropuerto. A dónde se fue ese dinero”.
“Algo a China. Ahora les estamos comprando a los chinos las sogas, las jarcias, los tapetes, los artefactos de henquén que antes les vendíamos”.
“¿Ya fuiste al Registro Público de la Propiedad? ¿Al Catastro? ¿A la ex Casa del Pueblo?””Puro maullido”.
“Pregúntale al gobernador. ¿Ya no te llevas con él?””Me dicen que no está, que yo regresa en Navidad. A los demás, ya sabes usted: Palacio está en silencio. Eso fue lo que nos quedó de Cordemex: puro gato y tapetes chinos. Se llevaron el queso y la ratonera”.
“Te queda el Congreso. Allá son muchos. Patricios, rosados, panistas, cerveristas, priístas, perredistas, independientes… Alguien debe saber algo. Manuel Avila no tiene pelos en la lengua…””Si no se entienden entre ellos, ¿cómo quiere que yo los entienda? Me voy a enredar más”.
“Lo vas a desenredar si haces lo que te voy a decir. Te invito, reportero, ven conmigo a Chabihau a terminar de pasar el puente. Vamos a ver cómo encendemos la luz en Cordemex. Tú dices que no hablan porque les comió la lengua el gato. ¿Y si entrevistas al gato? Con todas las lenguas que se comió debe estar enterado de todo”.
