Los aluxes, la Xtabay, el Uay Peek o el Uay Kekén se encuentran entre las historias o leyendas del mundo maya más conocidas entre propios y extraños, sin embargo, hay otras más locales que también son dignas de dar a conocer.

Algunas de esas leyendas mayas tienen una conexión entre sus poblaciones o incluso un significado para el mundo, como la que corresponde al cenote de Maní.

Te presentamos una nueva entrega de nuestro especial de historias y relatos de Yucatán que publicamos los viernes de cada quincena en yucatan.com.mx.

Del poc-chuc al cenote de Maní

Entre yucatecos y visitantes cuando se habla de Maní una de las primeras cosas que vienen a la mente es su famoso poc-chuc, una comida típica hecha a base de carne de cerdo, jugo de naranja agria, cebolla, chile habanero y otros ingredientes.

Sin embargo, el mismo nombre de Maní tiene un significado que lo conecta con el cenote que se encuentra a la entrada de la población: “El lugar donde pasó todo”.

Leyenda del cenote de Maní

Llegando a Maní se encuentra un arco de piedra que tiene rejas, donde al bajar la escalinata hay un cenote que tiene inscrito un mensaje: Aquí es donde Diego de Landa hace su “acto de fe” quemando todo.

Leyenda del cenote de Maní

De acuerdo con el sitio web “Mitos y leyendas”, ahí Fray Diego de Landa ordeno su “acto de fe”, mandó a quemar documentos y destruir esculturas mayas en el movimiento franciscano para convertir a los autoctonos en la religión cristiana. 

La leyenda del cenote de Maní es que cuando se acabe el agua del mundo en el único lugar que habrá el vital líquido es precisamente en ese cenote. 

Del lugar saldrá una mujer vieja agarrando una serpiente, el dios Kukulcán, y exigirá una ofrenda, el sacrificio de un bebé.

Después de este acto la mujer ofrecerá a los indígenas una cáscara de cocoyol con agua, donde remojarán los labios y nunca más tendrán sed.

Leyenda del cenote de Maní
Escalinata de entrada al cenote de Maní

Predicciones de una hechicera de Maní

Otra versión, de acuerdo con El Heraldo de México, es que durante la época de esplendor maya vivía una hechicera dotada con el don de la adivinación por los dioses del Mayab, quien hizo muchas predicciones del futuro.

El pueblo quería conocer las profecías de la Xunci-Maní, se juntaban a su alrededor para saber que sería lo que pasaría en el futuro.

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La mujer levantaba las manos en alto y pronunciaba unas “que solo los espíritus del monte podían entender”. 

Se dice que logró adivinar la llegada de los españoles mucho tiempo antes de que tocarán tierra en el Nuevo Mundo.

También dijo que el hombre no tendría necesidad de caminar, porque extraños animales de movimiento propio los trasladarían largas distancias y que llegarían grandes pájaros para llevarlos de un reino a otro.

Leyenda del cenote de Maní
Entrada al cenote de Maní

Cenote de Maní, “último lugar donde quedará agua” en el mundo

Sin embargo, en una de sus últimas profecías habló de una guerra importante que haría que la gente tuviera que recorrer grandes distancias para poder conseguir agua en el cenote de Xkaabach’e’en.

Es decir, el cenote de Xkaabach’e’en se convertiría en el último sitio con agua disponible en el mundo y ocasionaría grandes batallas para conseguirla.

Maní se encuentra 100 km al sur de Mérida y a 16 km de Ticul.

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