Las posibilidades de salvar la campaña del Barcelona —y tal vez su propio empleo— se están reduciendo para Xavi Hernández.
El Barcelona ha visto esfumarse sus dos mejores oportunidades de conquistar un trofeo en este año futbolístico. El conjunto dirigido por Xavi quedó fuera en la ronda de los cuartos de final de la Copa del Rey el miércoles, con una derrota 4-2 en tiempos extras ante el Athletic Bilbao.
El tropiezo llegó dos semanas después de que Real Madrid aplastó al Barca en la Supercopa de España.
Al club catalán le quedan ahora esperanzas solo en La Liga española y en la Liga de Campeones. Y en ninguno de los dos torneos luce entre los favoritos. Barcelona está en el tercer sitio de la Liga, ocho puntos detrás del líder Girona y a siete del Madrid, que es segundo. Si bien Xavi condujo al equipo a la fase de eliminación directa en la “Champions” por primera vez en tres años, es evidente que se ubica uno o dos peldaños debajo de los pesos pesados, como Manchester City o el Madrid.
Xavi, de 44 años y cuya única experiencia anterior como entrenador fue en el fútbol de Qatar, ha reconocido que una temporada sin trofeos sería demasiado como para conservar su puesto, incluso tratándose de un exjugador consentido por los aficionados y con un contrato que no vence sino hasta la conclusión de la próxima temporada.
“Todos los entrenadores de equipos grandes dependen de los títulos”, aceptó Xavi después de la derrota en Bilbao. “Dije una realidad, si no estamos al nivel de competitividad, lo normal es que me marche. Estamos en un club grande. Estoy en el Barca. Hemos luchado y trabajado. Si no ganas, el entrenador queda señalado”.
Xavi volvió en noviembre de 2021 al club donde militó en su infancia, a fin de dirigirlo. Lideró con éxito una reestructuración del equipo, que hipotecó su futuro pero conquistó la Liga la temporada anterior. Es el único título relevante de la entidad catalana desde la salida del argentino Lionel Messi.
Pero el Barcelona ha sido errático en esta temporada, durante la que se supone que debía lucir más joven y en mejor forma tras la partida de veteranos como Sergio Busquets y Jordi Alba, ahora compañeros de Messi en Miami. El club azulgrana perdió también al volante clave Gavi Páez y al portero Marc Andre ter Stegen por lesiones.
Las ausencias no se han compensado con la llegada de refuerzos como Ilkay Gundogan y Joao Félix.
Por fortuna para Xavi, su equipo vuelve a casa mañana, para recibir al Villarreal en La Liga.
“Hay que ganar ya el sábado”, advirtió Xavi. “El equipo se levantará ganando partidos. Hay que enfocarse en La Liga y en la Champions”.
Villarreal, que deambula en el decimocuarto lugar, no ha ganado en sus últimos cuatro cotejos, pero espera finalizar al menos en la mitad superior de la tabla con Marcelino García Toral.
El Madrid tendrá también actividad mañana, cuando visite las Canarias para medirse con el porfiado Unión Deportiva Las Palmas.
Normalmente, ésta sería una aduana sencilla para los dirigidos por Carlo Ancelotti. Pero Las Palmas ha superado las expectativas que se tenían sobre un club modesto que ascendió recién la temporada anterior.
Marcha en el octavo puesto, gracias a la segunda mejor defensiva, con un total de apenas 17 goles recibidos.
Madrid ostenta la mejor, al aceptar solo 13 tantos.
Girona, el líder inesperado que ha jugado un juego más que el Madrid y el Barcelona, visitará el domingo al Celta de Vigo. Ambos conjuntos quedaron eliminados esta semana en la Copa.— AP
