“Haré todo para que gane el PRI”
Marcelo Pérez Rodríguez (*)
Es lamentable que el gobernador Rolando Zapata Bello, en una reunión con el precandidato del PRI a la presidencia, José Antonio Meade, y militantes priistas, se comprometiera decidida y en forma directa con el aspirante, y manifestara que su compromiso, por supuesto como gobernador, es que gane el PRI en Yucatán con Meade para la presidencia.
No hubo recato ni sana distancia. Con fervor priista y compromiso como gobernante, Rolando Zapata no tuvo rubor para expresar, primero, que estaba muy contento de que estuviera acompañando “al próximo presidente de México, Pepe Meade, un gran amigo de Yucatán”.
Y después el gobernador se lanzó con todo: “Mi compromiso este año será hacer todo, todo, todo lo que me corresponda para que gane el PRI en el año 2018”. Y aquí es donde la emoción del gobernante hizo que el subconsciente aflorara y diera a conocer que haría todo lo posible, lo que estuviera en sus manos, para hacer que el PRI gane en la entidad y llevar a “Pepe Meade” a la presidencia.
Zapata Bello tiene una investidura que representa a los yucatecos y no debió comprometerse de manera abierta y directa a favor del precandidato del PRI. Es cierto que es priista y ciudadano, pero en esa reunión con militantes y Meade su compromiso no fue como tal. No dijo “como ciudadano y priista daré mi voto a mi amigo para presidente”. Expresó su compromiso como gobernador.
¿Quién dice que no hará todo, todo, todo para que gane el PRI en Yucatán en 2018? Un ciudadano daría su voto o se movilizaría para convencer a otros, pero no tiene el poder político y económico como un gobernante para hacer muchas cosas por el candidato.
Además, fue muy enfático ante el precandidato: “Ese es mi compromiso y es una expresión muy clara, muy concreta y muy directa”. No hay en esta expresión y en la anterior ningún recato como gobernante, pues no se compromete como ciudadano ni como priista.
Así, es natural que los ciudadanos pensemos que el gobernador meterá las manos en forma directa para hacer que el PRI obtenga un triunfo en la entidad a favor de su amigo “Pepe Meade”. Es decir, habrá dinero que tal vez salga del erario; empleados y funcionarios que hagan campaña en horas laborales, que se use transporte oficial y demás apoyos del gobierno estatal a favor de quien sería el candidato del PRI a la presidencia.
Y ante esta advertencia hay que estar atentos. No es posible que un gobernante esté pensando en comprometerse para apoyar decididamente a su candidato y, por lógica, utilizar recursos públicos para hacer todo, todo, pero todo lo posible para que gane en la entidad.
Es libre el gobernante de empeñar su voto para un candidato en especial, en este caso el de su partido. De mencionar que él en lo personal apoya al amigo Pepe Meade, que quisiera en lo más profundo de su corazón tricolor, como ciudadano y priista, que ganara la presidencia, pero no comprometerse como gobernador ni enfatizar que haría todo, pero todo lo que estuviera a su alcance para lograr el triunfo del PRI en la entidad.
No hay respeto a la sana distancia entre gobernante y partido político. ¿Dónde están las leyes que prohíben que las autoridades apoyen abiertamente a los candidatos y hagan compromisos de este tipo?
Estas declaraciones dejan muchas dudas en los ciudadanos y ponen en alerta a los diferentes candidatos y partidos políticos, porque más ahora los ojos estarán puestos sobre el gobernador y su gente cercana para evitar que utilicen recursos públicos en apoyo decidido del virtual candidato del PRI a la presidencia y otros candidatos priístas.
Aunque el vocero del gobierno estatal, Roberto Rodríguez Asaf, trató de justificar las palabras del gobernador diciendo que lo hizo como ciudadano y expresó su ideología política personal, no se puede tapar el sol con un dedo. Habló como gobernador y como tal enfatizó su compromiso con su amigo “Pepe Meade”. No mencionó ciudadano ni militante priista. Fue directo.
El subconsciente traicionó al gobernador. No pudo contener la emoción y su deseo lo manifestó abiertamente. El vídeo está en los medios digitales y se observa a un gobernante comprometido con el “amigo Meade”.
El compromiso del gobernador Rolando Zapata Bello está en el aire. Habría que estar atentos si lo cumple y utiliza los recursos públicos para hacer todo, todo, todo lo que le corresponde para que gane el PRI en la entidad. A pesar del compromiso entreguista del gobernador, los ciudadanos tienen la palabra y la fuerza del voto para decidir.— Mérida, Yucatán.
marpero53@yahoo.com.mx
Profesor
