Lisette Olivier (*)

Es un verdadero placer compartir con todos ustedes este escrito que espero de corazón logre transmitir un sentimiento de motivación para que cumplan todos sus sueños y propósitos para este año que está comenzando.

¿Cuántas veces hemos elaborado largas listas de planes y proyectos que tenemos como convicción realizar año tras año? En ocasiones logramos cumplirlos en su totalidad o bien solamente la mitad o menos de la mitad.

Muchas veces me he preguntado ¿por qué razón no podemos ser constantes con nuestros planes? ¿Por qué cuando estamos a punto de llegar a la meta, algo pasa que nos sentimos temerosos o inseguros?

Muchas veces nosotros mismos nos ponemos limitantes y obstáculos por el miedo a fracasar y preferimos seguir en nuestra zona de confort para no correr riesgos y no vernos amenazados por la inseguridad de tener o no tener éxito.

De esta manera, entramos en un círculo vicioso que nosotros mismos nos formamos, sintiéndonos frustrados y deprimidos porque nunca alcanzamos lo que verdaderamente deseamos, con un sentimiento de impotencia, como si quisiéramos avanzar pero al mismo tiempo algo pasa que nos paralizamos y no podemos continuar.

Este proceso de desmotivación y desaprobación personal nos lleva a una baja autoestima y al mismo tiempo a no amarnos.

No confiamos en nuestras capacidades y nos sentimos atados de manos.

Es mucho más fácil decir “no puedo”, que pensar en un fracaso o no lograr el éxito en la vida, nos autosaboteamos y terminamos por sentirnos derrotados.

Pensamos que no somos suficientemente buenos y nos hace falta amor a nosotros mismos.

Considero que lo que creemos de nosotros mismos se convierte en la verdad para nosotros mismos.

Creo que todos somos cien por ciento responsables de todo lo que nos ocurre en nuestra vida, tanto lo mejor como lo peor.

Cada pensamiento está creando nuestro futuro.

Cada uno de nosotros creamos nuestras experiencias a través de nuestros pensamientos y sentimientos.

Lo que pensamos y las palabras que pronunciamos crean nuestra realidad.

Creamos las situaciones y luego entregamos nuestro poder al culpar a la otra persona de nuestra frustración. Ninguna persona, ningún lugar y ninguna cosa tiene poder sobre nosotros, ya que “nosotros” somos los únicos autores de lo que pensamos.

Creamos nuestra propia vida y todo lo que existe en ella. Como consecuencia, cuando creamos paz y armonía se manifiesta un equilibrio en nuestra vida.

Por lo tanto, a medida que nos amamos y nos respetemos más y más, habrá una mayor aceptación a nosotros mismos y como consecuencia vamos a creer firmemente en nuestras facultades y capacidades extraordinarias que todos tenemos por el simple hecho de existir y ser hechos a imagen y semejanza de Dios mismo.

Somos nosotros los que tenemos que confiar plenamente en nuestro poder, no esperar a que nadie venga a arrebatarnos de las manos nuestro amor propio.

Ámate y cuídate sin medida. Cuida tu cuerpo, comiendo sano y cuida tu alma alimentando tu espíritu.

¡Crea tu realidad y se muy pleno y feliz! Y si necesitas ayuda, no dudes en contactarme al número telefónico (999) 129-6524 y con gusto te apoyaré.

Recibe un fuerte abrazo y mil bendiciones para este 2018. Por la alegría de vivir…— Mérida, Yucatán.

Coach Familiar