CARLOS R. MENÉNDEZ LOSA (*)
Aunque intenta equilibrar su balance con ciertos logros en materia de estabilidad financiera, el reporte de Integralia sobre el primer año de gobierno de Claudia Sheinbaum es contundente en su proyección hacia el futuro: advierte de un “revés democrático de largo alcance”, derivado del debilitamiento de frenos que garantizan pluralidad y rendición de cuentas.
El séptimo año del obradorato concluye con un fortalecimiento del presidencialismo autoritario, acompañado de “una preocupante erosión de contrapesos y un discurso que minimiza los problemas nacionales”. Integralia resalta retrocesos, como la eliminación de organismos autónomos, y alerta sobre el creciente avance de la opacidad en la gestión pública (bit.ly/3WtmmfP).
Con la complicidad —y muchas veces el miedo— de políticos, empresarios, comunicadores y miles de ciudadanos beneficiados por la improductividad clientelista, el autoritarismo avanza con prisa en todo México, incluido Yucatán. Se alimenta de una red de complicidades que, a cambio de dádivas, privilegios o impunidad, sostiene la regresión democrática morenista.
Derrochando en propaganda recursos que podrían destinarse a necesidades urgentes, el régimen manipula la información y celebra con cinismo su supuesta popularidad. Le apuesta a que la memoria colectiva es corta, a que la narrativa emocional prevalece sobre la racional, y presume la “aprobación ciudadana” mientras oculta dudas y rechazos en rubros clave.
El obradorismo y su corte propagandista exaltan encuestas que indican que la presidenta Sheinbaum concluye su primer año con una popularidad del 73%, pero minimizan que los mismos sondeos muestran, por ejemplo, que una mayoría del 53% desaprueba la estrategia federal contra la inseguridad (bit.ly/3IXor0z). También ocultan los fracasos en el combate a la corrupción.
Frente al triunfalismo oficialista se contrapone una realidad que revelan las encuestas: la evaluación positiva sobre el manejo de la economía cayó del 58 al 53%, la negativa alcanzó el 43% y más del 52% de la población considera la inseguridad como el problema principal. Solo el 19% percibe avances en la lucha anticorrupción y el 75% cree que la situación ha empeorado.
El respaldo general a la imagen de la presidenta, sostenido principalmente por el costoso asistencialismo, convive en este octavo año del obradorato con una profunda desconfianza en los temas más sensibles. La manipulación de los datos resulta cada vez menos efectiva para ocultar un retroceso democrático que comienza a afectar los bolsillos del “pueblo”.
Gracias a la información independiente y a reportes como el de Integralia, un número creciente de mexicanos tiene conciencia de cómo el régimen ha mentido descaradamente, con cinismo y desfachatez, para sostener ese débil respaldo popular de un supuesto 73%. Se habla de desarrollo económico, pero en los hechos se desincentiva la productividad sostenible.
DERROCHE
De 2018 a la fecha, el gasto federal en programas sociales —improductivos en su mayoría— ha pasado de 4.4 a 6.8 billones de pesos, con un repunte extraordinario en el año electoral de 2024. Para financiarlo, junto con obras faraónicas como el Tren Maya, la deuda pública, que AMLO había prometido no aumentar, se ha disparado de 10 a 18 billones de pesos.
Si la tendencia no cambia, lo cual parece muy remoto, la deuda pública como porcentaje del PIB podría llegar al cierre de este año a un peligroso 62% (bit.ly/4mMC7JC), comparado con el 52% de 2018 y, aún más, el 40.8% de 2012, a finales del gobierno de Felipe Calderón. En paralelo, se castiga la inversión pública en infraestructura y se reducen los recursos destinados a salud y educación.
El déficit operativo de la federación pasó del 4% del PIB en 2012 a casi el 6% en 2024, impulsado en buena medida por la falta de voluntad para emprender la reforma fiscal que el país necesita para incrementar los ingresos y por el dispendio en caprichosos “elefantes blancos”. El Tren Maya, por ejemplo, ya costó 250% más de lo previsto y opera con un déficit alarmante.
Los escándalos políticos estallan uno tras otro. Al régimen le resulta cada vez más difícil ocultar los comprobados nexos de sus líderes con el crimen organizado. El caso del senador Adán Augusto López y la corrupción ligada al huachicoleo —fuente de financiamiento de Morena— es solo un ejemplo del círculo de complicidades que pretende encubrir la realidad.
La propia Claudia Sheinbaum se enreda y se contradice a diario, en la “mañanera” y en otros foros, en su aparente afán de defender a Adán Augusto, a su protector, el expresidente López Obrador, y a sus familiares (bit.ly/48PHrbR). Ya no saben cómo justificar propiedades, supuestas “herencias” y vínculos perversos. La información independiente los exhibe con peligrosa claridad.
DIVORCIO
En Yucatán, el mundo de fantasías, trova y carnaval en que vive el gobernador Huacho Díaz exhibe su divorcio de la realidad. Con derroche propagandístico, presume cínicamente, entre los “avances del primer año de gobierno”, siete “directrices que están cambiando” al estado, incluyendo, con desfachatez, los conceptos de “gobierno honesto, abierto y transparente”.
Cifras y hechos no desmentidos, difundidos por la prensa libre, muestran lo contrario. La creciente inseguridad (bit.ly/4mSwmKu), la “novedosa” extorsión a restaurantes (bit.ly/4hfgAZb) y la preeminente “cultura del moche”, impulsada por el “gobierno paralelo” que encabeza el impune constructor Mario Millet y sus socios del llamado “grupo Tabasco” (bit.ly/3VM3s3J), desmienten la débil propaganda “huachista”.
Donde hay transparencia y contrapesos, donde hay información libre, se limita la discrecionalidad; donde existe participación informada, se desactiva la manipulación. A los populistas les fascina la opacidad y les incomoda el gobierno abierto. La vigilancia ciudadana es una amenaza directa a su hegemonía. Se sostienen gracias a un pueblo pasivo, dependiente de la dádiva.
De ahí la importancia del oportuno, reciente llamado de “¡Ya Basta!” en favor del acceso a la información independiente como eje de esa vigilancia (bit.ly/42t91b4). Para reconstruir la confianza en las instituciones y frenar la opacidad que alimenta la corrupción, debemos fortalecer esa independencia. Tomemos nota: aún estamos a tiempo de detener el avance populista.— Mérida, Yucatán
direcciongeneral@grupomegamedia.mx / Apartado especial en el sitio web del Diario: yucatan.com.mx (https://bit.ly/4diiiFP)
(*) Director general de Grupo Megamedia
Mensaje del escrito
El texto deja un mensaje crítico, urgente y reflexivo sobre el estado político, económico y social de México bajo el populismo del obradorato y la administración de Claudia Sheinbaum, con énfasis también en Yucatán. Los mensajes clave son:
- Retroceso democrático y concentración de poder:
Se advierte un debilitamiento de los frenos y contrapesos, la eliminación de organismos autónomos y un presidencialismo autoritario que erosiona la pluralidad y la rendición de cuentas.
- Manipulación y propaganda:
La popularidad oficial se presenta como alta, pero los datos y encuestas muestran desaprobación en temas clave como seguridad, corrupción y economía.
Se denuncia el uso de propaganda para distraer, manipular la percepción ciudadana y mantener un respaldo frágil.
- Clientelismo y complicidades:
El populismo se sostiene gracias a redes de complicidad entre políticos, empresarios y ciudadanos beneficiados por programas sociales improductivos y obras faraónicas.
Se muestra cómo el asistencialismo y las dádivas generan dependencia, limitando la participación ciudadana y consolidando el poder del régimen.
- Impacto económico:
La deuda pública y el déficit aumentan considerablemente, mientras se reduce la inversión en salud, educación e infraestructura productiva.
Obras como el Tren Maya se destacan como ejemplos de derroche y déficit.
- Llamado a la vigilancia ciudadana y la transparencia:
La información independiente y la acción de colectivos como “¡Ya Basta!” son esenciales para frenar el avance del populismo.
Se subraya que la transparencia, la participación informada y el acceso a información pública son herramientas cruciales para preservar la democracia y limitar la discrecionalidad del poder.
En resumen: el texto denuncia los riesgos del populismo en México, enfatiza sus impactos negativos en la economía y la democracia, y hace un llamado urgente a la ciudadanía a ejercer vigilancia y exigir transparencia para frenar el avance autoritario.