Y el Óscar es para… ¿Rin Tin Tin? ¿Lassie? ¿Tiburón? ¿Los simios de “El planeta de los simios”?
Este domingo 4 de marzo se entregarán los premios Óscar a lo mejor del cine estadounidense, industria en la que los animales han sido protagonistas de historias en diferentes épocas.
En ocasiones ellos han sido los buenos; en otras, los enemigos a vencer (¿se acuerdan de “Godzilla”, “Anaconda” y “Piraña”?). “El cine usa muchas veces a los animales como un espejo de la vida humana”, dice Mario Helguera Bolio, investigador y promotor del fenómeno cinematográfico.
“En el principio el mejor animal de la selva era el muerto, el cazado. No había conciencia ni respeto”, recuerda. “Poquito a poquito ya hay una conciencia ecológica”.
Helguera Bolio, egresado del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos de la UNAM, destaca el valor metafórico de “El planeta de los simios” (1968). “Es impresionante la toma final de la Estatua de la Libertad… Es una metáfora muy interesante sobre la evolución, ¿hacia dónde vamos? Y el juego de que el planeta lo tomen los simios es una alegoría de la incapacidad humana de dominar la energía para no hacerle daño al mundo”.
El experto considera que las siguientes son algunas de las mejores películas que llevan a un animal en un papel destacado:
Las de Rin Tin Tin. La primera cinta que estelarizó el pastor alemán fue la silente “Man from Hell’s River” en 1922. La carrera fílmica del canino se extendió hasta 1931. En los años 50, Rin Tin Tin —en la piel de un perro similar al original— protagonizó una serie de televisión y en los 90 y la primera década de los 2000, otras cintas.
El mundo perdido, 1925. Adaptación de la novela de Sir Arthur Conan Doyle, la película muda sigue a expedicionarios que buscan comprobar que aún hay dinosaurios caminando por la tierra. Helguera Bolio indica que el filme ya es de dominio público y en YouTube puede verse una versión coloreada, “un trabajo artesanal muy interesante”.
King Kong, 1933. Es “el conflicto de la bella y la bestia y conflictos derivados: la sociedad contra un monstruo; sirve como ejemplo de varios temas sociales de la época”.
Toomal, el de los elefantes, 1937. Producida por Zoltan Korda y protagonizada por el indio Sabú en el papel de Toomal, surgió en una época en que “se puso de moda la fantasía de ‘Las mil y una noches’, las alfombras mágicas, las lámparas de Aladino”, apunta el experto. La dirigió Robert Flaherty (“Nanook, el esquimal”), quien fue “prácticamente el fundador del cine documental en Norteamérica”.
El Mago de Oz, 1939. “Es un clásico y ahí está el león. Judy Garland está fantástica”, apunta.
Lassie vuelve a casa, 1943. La perrita compartió la pantalla con Elizabeth Taylor en las primeras dos producciones de una saga fílmica que ha girado en torno a la collie —la más reciente de 2005— y también series de televisión en diferentes etapas entre las décadas de 1950 y 1990.
Umberto D., 1952. “Es una maravilla de película”, subraya Helguera Bolio. “Es una de las mejores películas del siglo XX, de las tres más importantes de Vittorio de Sica. Tiene un perrito que se llama Flike que es inolvidable”.
Moby Dick, 1956. Con John Huston como director, el elenco incluía a Gregory Peck como actor principal y a Orson Welles en un papel secundario. La ballena del título “sale un momento al final, pero es todo un personaje; sin Moby Dick no habría película”. Se rodaron después otras versiones de la historia.
Beethoven, 1992. “Es una película bien hecha, hasta ahí. Toma clichés, fórmulas y los emplea bien; pero no es una película que se vaya a volver clásica”.— (Por Valentina Boeta Madera)

