Jacqueline Kennedy conoce la herencia maya plasmada en los edificios de Uxmal y disfruta de platillos y tradiciones de Yucatán.— Recorre Palenque y asiste a una misa ofrecida a la memoria de su marido.— En Campeche compra huipiles y un tirahule para sus hijos Carolina y John

Del domingo 10 al sábado 16 de marzo de 1968

Domingo 10

JACQUELINE EN UXMAL.— Una mañana radiante dio la bienvenida a Jacqueline Kennedy una hora antes del mediodía de ayer en la milenaria sede de los Xius. Uxmal recibió, con la presencia de la distinguida señora, nueva inyección de vida en sus añosos recintos, como no la había recibido desde el impacto tolteca que la puso en definitiva por la senda de su apogeo cultural a mediados del siglo octavo de nuestra era.

Hora y media antes la mejor embajadora que hoy día tiene Estados Unidos había realizado el que —promesa y esperanza— sería su postrer y fallido intento por eludir a los hombres que hacen circular las noticias. En efecto, a las nueve y media hizo el amago de salir, fresca como el céfiro matutino, por la puerta posterior de la montejuna residencia de la familia Barbachano Herrero. Isidro Ávila, en el ángulo preciso, la esperaba a la salida principal.

Jackie dio la cara al sol y a los reporteros con el atuendo de una excursionista: la cabellera prendida con una peineta carey, camiseta deportiva azul oscuro, pantalones café claro y calzado masculino de color tabaco. Por supuesto ocultaba sus amielados ojos tras unos lentes oscuros. Minutos más tarde, en compañía del matrimonio brasileño Hafer y al lado de Fernando Barbachano, la señora Kennedy dejaba atrás la encamellonada Avenida de la Aviación. Entrando a Umán, Barbachano se desvió de la carretera para mostrar mejor el varias veces centenario ex convento franciscano. Quería conocer la dama lo que es una hacienda. En Xtepén tuvo al menos una idea de lo que fueron. Al pasar por Yaxcopoil sólo aminoraron la marcha lo suficiente para que mirara el arco principal de la construcción y detalles de los alrededores. De ahí en adelante nada los detuvo hasta Uxmal.

Jacqueline rompió el hielo con los periodistas después de contemplar la Casa del Adivino. Se reunió con fotógrafos y reporteros para complacerlos con varias poses junto al Castillo y luego les pidió que la dejaran en libertad de recorrer la zona arqueológica. Jacqueline fue complacida. El arqueólogo Víctor Segovia Pinto conducía a la atractiva turista por el sendero de las historias mayas.

Minutos después del mediodía ya estaban todos en el hotel Hacienda Uxmal. Fue el calor lo que acabó de decidir a Jacqueline a cambiar de traje con uno de baño, de una pieza, estampado en azul con colores verdes y rosados. El cabello recogido con la peineta de carey, grácil como una ninfa entró a la piscina a las 13:15. Iba de un lado al otro de la piscina, pero no sumergía la cabeza. Quince minutos después salió, como una flor singular en el jardín del acogedor albergue. A las 14:30 pasó al comedor. Ordenó una sopa de tomate. El pescado lo pidió a la parrilla, pero comió poco del esmedregal y del puré de papas. Probó unas zanahorias con mantequilla y ensalada de pepinos. Al postre prefirió piña natural. Sólo bebió té. Salió del comedor y se recluyó en su habitación.

Al filo de las 19:30 salió de su cuarto vestida de soiré. Iba a recibir el homenaje de unos bailes regionales y la interpretación de nuestra música romántica. La esperaban en el comedor con este menú: patos adobados, camarones a la curry, cóctel de ostiones, sopa de crema de papas, pastel de naranja agria, helado de vainilla y frutas de la época.

(De “Diario de Yucatán” número 15,388)

Lunes 11

EN PALENQUE.— Las últimas palabras de Jacqueline Kennedy antes de salir de Mérida fueron para los lectores del Diario. Aprovechando el barullo que se armó al pie de la escalinata de su avión, el reportero subió inadvertido, como un miembro más del personal, y se llegó hacia ella.

—Jacqueline.

Volvió el rostro y sus ojos dejaron en el aire una interrogación muda, pero abierta y accesible.

—¿Cuáles son sus impresiones finales de esta breve visita a Yucatán?

—Oh… It’s been wonderful. Ustedes han sido muy amables.

—¿Podemos decir que se va complacida?

—Muy complacida. Fue una visita muy agradable.

Habían concluido afuera los 24 minutos más violentos de su visita y, con una escolta de cuatro fotógrafos —entre ellos Isidro Ávila— que a duras penas fueron aceptados como compañeros de viaje para Jackie, levantó el avión la nariz al cielo y despegó hacia la selva chiapaneca, con destino a Palenque. En la iglesia de Santo Domingo se recortó a las 3:30 de la tarde la figura siempre elegante de Jacqueline. El fraile Hugolino Silva, de las Órdenes Menores, ofreció la misa en sufragio del alma de John F. Kennedy. Una leve inclinación de cabeza de Jacqueline agradeció el ofrecimiento. El arqueólogo campechano Raúl Pavón Abreu tuvo a su cargo las explicaciones de Palenque. Lo hacía en español y Fernando Barbachano le traducía al inglés.

(De “Diario de Yucatán” número 15,389)

Martes 12

EN CAMPECHE Y CHICHÉN ITZÁ.— Después de nadar, “con todo y ropa”, en el riachuelo que atraviesa la zona arqueológica de Palenque, Jacqueline Kennedy, con la ropa húmeda aún, hizo inesperada escala en Campeche, fue de compras al mercado, visitó a una familia en su casa y horas más tarde, cansada pero complacida, llegó a Chichén Itzá y de inmediato recorrió parte de la zona arqueológica. La señora Kennedy pasó la noche en el hotel Mayaland y hoy, después de nueva visita a la zona, seguirá su viaje a Cozumel. En Campeche, en el mercado Pedro Sáinz de Baranda por más de diez minutos recorrió los pasillos e hizo varias compras: huipiles para su hija Carolina, dos alcancías (cochinitos de barro) y, para su hijo John, un tirahule. Jacqueline manifestó sus deseos de conocer el hogar de una familia campechana y el arqueólogo Pavón la condujo al domicilio de la familia Lanz Paullada, donde sorprendió a sus moradores y fue atendida por la señora Dolores Paullada viuda de Lanz y su hijo Jorge.

(De “Diario de Yucatán” número 15,390)

Miércoles 13

VIAJE A COZUMEL.— Desde El Caracol, antiguo observatorio de los astrónomos itzá, en su parte más elevada Jacqueline Kennedy dijo ayer adiós al centro ceremonial donde un día fijara su residencia Francisco de Montejo. Su recorrido por Chichén, a bordo de un automóvil, lo había iniciado en El Castillo y en su estructura interna conoció al jaguar de piedra con incrustaciones de jade, donde se cree que tomaba asiento el sumo sacerdote. Desde que se bajó del auto llevaba, como una aplicada alumna, su cuaderno de notas y una pluma. No quería perderse nada. Como si estuviera reporteando, preguntaba y escribía. Llegó Jacqueline al hotel a las 10:45. Fue a la tienda de curiosidades, donde compró un ejemplar de “La Serpiente Emplumada”, de José Díaz Bolio; cinco ejemplares de la guía de Palenque, en inglés; cinco de la de Chichén y cinco de la de Uxmal, éstas en español; una “Introducción a la civilización maya”; un ejemplar de “Lol Ha”, de Ana María Gómez; postales a color y en blanco y negro, y dos fotografías del Chac Mool. La compra de joyas vino más tarde.

En Cozumel pasó su primer día bajo un cielo gris, encapotado, que prácticamente la confinó a su hotel salvo un paseo en automóvil por la población.

(De “Diario de Yucatán” número 15,391)

Jueves 14

HABLA DE POLÍTICA.— La bomba política que Robert Kennedy detonó anteayer en Washington tuvo repercusiones de sorpresa y alegría en la viuda de John F. Kennedy. Jacqueline, alegre y con palabras que parecían salirle del corazón, le dio a Bobby todo su apoyo cuando se enfrentó a los periodistas en Cozumel a las 8:30 de la noche. “Todo lo que haga el senador Kennedy es correcto y yo estaré con él con todo mi corazón. Siempre lo respaldaré”. Se le había pedido su posición con motivo de las declaraciones de Robert Kennedy de reconsiderar su decisión de no oponerse a Lyndon B. Johnson en la lucha por la candidatura presidencial del Partido Demócrata en las elecciones de noviembre de este año.

—¿Es el resultado de la convención de New Hampshire un reflejo del fracaso de la administración del presidente Johnson? —preguntó el periodista.

—En mi familia, son los hombres quienes responden a ese tipo de preguntas —contestó Jacqueline.

Con la respuesta concluyó la conferencia relámpago.

LA PRINCESA MARGARETHA, EN YUCATÁN.— La princesa Margaretha, nieta del rey de Suecia Gustavo Adolfo VI y hermana del príncipe heredero, llegó ayer de la capital de la República acompañada de su esposo, el industrial inglés John Ambler, y se trasladó luego a Chichén Itzá, donde visitarán los vestigios de la civilización maya. Mañana saldrán de la ciudad muerta y volarán hacia Cozumel, donde permanecerán hasta el día 21 y el viernes 22 saldrán para Miami.

(De “Diario de Yucatán” número 15,392)

Viernes 15

JACQUELINE.— Jacqueline Kennedy nadó ayer casi a solas en la playa de San Juan Cozumel, inauguró un pequeño monumento a Hernán Cortés, buceó en la playa de Balancán y se dispuso a regresar hoy a Nueva York, vía Mérida y Miami. La inauguración del monumento, situado en la playa, frente al hotel Cozumel Caribe, fue una idea de Fernando Barbachano y ha sido la única ceremonia en que ha participado Jacqueline en su gira por el Sureste. El monumento señala el sitio donde desembarcó y pronunció un discurso Cortés antes de emprender la conquista de la Nueva España. Jacqueline copió el texto del discurso, que está grabado en una lápida.

EXHIBICIÓN DE MODAS.— Un grupo de damas de nuestra sociedad ofreció anoche, en el flamante edificio del Centro Deportivo Libanés Mexicano, un té canasta con el objeto de reunir fondos para crear una beca en el Seminario Conciliar de Mérida. La casa Aurorita exhibió trajes de baño, playeras, pantalones y vestidos de sus elegantes colecciones de primavera verano. Modelaron Maruja Barbachano Herrero, Ligia Rincón Ancona, Beatriz Zoreda, Cecilia Molina Casares, María Cristina y María Eugenia Losa, María Eugenia Fitzmaurice Gasque, María Eugenia Guzmán Molina, Beatriz Millet Molina, Leticia Seguí Cisneros, Martha Macari Casares y María Esther Domínguez.

(De “Diario de Yucatán” número 15,393)

Sábado 16

GENTIL DESPEDIDA.— Después de una semana de visita a cuatro entidades del Sureste, Jacqueline Kennedy, radiante como las flores que le dio Beliza Barbachano Herrero a su retorno de Cozumel, volvió a su patria ayer a las 11:15 en el jet Halcón Blanco de la Pan American con destino a Miami. Desde que llegó a Mérida quiso Jacqueline obtener dos medallas de la Virgen de Guadalupe. Infructuosas fueron sus gestiones en Cozumel. Ya casi se iba sin tenerlas. Por eso la sorpresa que le dio Maruja Herrero García de Barbachano fue singularmente agradable cuando le entregó en un estuche azul las dos imágenes de Nuestra Señora del Tepeyac. Carmen Barbachano Gómez Rul le regaló un álbum de la arquitectura maya. En la fiesta que le ofrecieron en Palenque le había gustado una de las canciones de Armando Manzanero que interpretaron los músicos. Barbachano se la tradujo.

(De “Diario de Yucatán” número 15,394)

 

Vida social

Enlace Menéndez Rodríguez-Cámara Monsreal. La señorita María Guadalupe Cámara Monsreal fue el 9 de marzo de 1968 radiante estampa del epitalamio en la ceremonia de su matrimonio con el joven Eduardo Ramiro Menéndez Rodríguez en la iglesia de Itzimná. El padre Pastor Escalante Marín bendijo la unión. Después de la boda, los esposos Cámara Monsreal obsequiaron a sus invitados con espléndida fiesta en su residencia.

Boda Herrera Concha-Méndez Orozco. El 14 de marzo de 1968 unieron sus destinos en la iglesia de Santiago Apóstol los jóvenes Carlos Manuel Herrera Concha y señorita María Adelaida Méndez Orozco. Impartió la bendición nupcial el presbítero Andrés Lizama Ruiz. El suceso fue festejado con una recepción en casa de la novia.

Matrimonio Ríos Meneses-Pintado Cervera. En la iglesia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro (Itzimná) recibieron el 15 de marzo de 1968 la bendición nupcial los jóvenes Hernán Alberto Ríos Meneses y señorita Aída del Carmen Pintado Cervera, pertenecientes a conocidas y estimables familias de la sociedad emeritense. Impartió la bendición nupcial el presbítero Álvaro García Aguilar. Los recién casados salieron a Cozumel e Isla Mujeres en viaje de luna de miel.

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