Para los amantes del género, no es necesario esperar una fecha especial como Día de Muertos o Halloween para ver una película de terror, y si eres asiduo a ellas seguramente en algún filme has escuchado el término, pero exactamente ¿qué es el ectoplasma?
Quizás sólo al escuchar o leer la palabra vienen a tu mente las películas El exorcista o Cazafantasmas —y con ella también la música y empieces a tararearla al menos mentalmente—; pero el término “ectoplasma” no es único en las películas de terror, pues se sitúa dentro de las creencias paranormales o sobrenaturales.
¿Qué es el ectoplasma?
De acuerdo con la el diccionario de la Real Aacademia Española, ectoplasma es la “emanación visible del cuerpo del médium”, en parapsicología. Este vocablo proviene del griego ekto y plasma, que significa “sustancia exteriorizada”. De este modo, en algunas escenas, los personajes de películas de terror exudan una rara materia llamada así.
El término fue acuñado por el médico ganador del Premio Nobel de Fisiología y Medicina francés por sus estudios en anafilaxis, Charles Richet en 1894, para nombrar al fenómeno que se dio en una famosa médium italiana llamada Eusapia Palladino. Incluso, escribió sobre el tema en su Tratado de metapsíquica de 1923.
¿Cómo es el ectoplasma?
El ectoplasma se presenta bajo un aspecto viscoso, blanquecino, casi transparente, con reflejos lechosos, se desvanece bajo la luz y también suele ser descrito como una sustancia gelatinosa o etérea que segrega el médium durante una sesión espiritista excretada por la nariz o por la boca, oídos, dedos, glándulas lacrimales; incluso por los genitales.
Según Charles Richet, todas las personas tenemos ectoplasma y puede ser excretado en momentos de histeria.
“En las primeras fases siempre hay velos blancos y parches lechosos, y las caras, dedos y dibujos se forman poco a poco en esta pasta gelatinosa parecida a muselina pegajosa”, describe Charles Richet.
Él afirmaba que el ectoplasma solo aparece cuando se entra en un estado de histeria, mismo que afirma que sufren los médiums durante las sesiones espiritistas.
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Según el neurólogo Jules Bernard Luys, quien fuera otro científico interesado en estudiar el fenómeno, el cuerpo de los histéricos sufría una pérdida de energía que se manifestaba en fluidos luminosos secretados principalmente por ojos y boca.
¿Qué es el ectoplasma en el espiritismo y parapsicología?
Se cree que puede ser una sustancia que representa al espíritu invocado o al del médium. Durante la permanencia en un estado de trance o alteración de conciencia, experimenta reacciones en su cuerpo hasta que de él, comienza a brotar la extraña sustancia.
De hecho mencionan que son capaces de exudar ectoplasma los llamados de médium de medios físicos y la vaporosa sustancia es la que formaría las apariciones fantasmagóricas en forma humana o de objetos específicos.
En numerosos casos reportados, el ectoplasma toma formas humanoides y es capaz de comunicarse o de alterar la voz del médium. Fue muy popular durante el final del siglo XIX y principios del XX y, por supuesto, llamó la atención de la comunidad científica.

Este elemento brotaría con intensidad variable y desaparece una vez que el proceso de trance finaliza. Se trataría de un fenómeno de difícil explicación científica teniendo en cuenta que esta sustancia se “desintegra” con mucha facilidad y por lo que se dificulta la experimentación con la misma.
Los parapsicólogos, a través de la investigación repetitiva, únicamente pueden destacar que el ectoplasma brota del cuerpo del médium y permanece unido a él mediante algo similar a un cordón umbilical y que al comienzo del proceso, esta sustancia no es visible, pero poco a poco empiezan a surgir una especie de nubes gaseosas que en ocasiones se muestra con tonalidades luminosas, llamativas o como transparencias.

Con lentitud, esta masa comienza a “organizarse” hasta formar miembros, partes de un cuerpo humano como si estuviera controlado por “inteligencia” propia.
En médiums experimentados y con grandes capacidades canalizadoras, las materializaciones llegan a ser completas. Una vez finaliza el trance, el supuesto espectro es reabsorbido por el cuerpo del propio médium hasta que no queda rastro alguno de la sustancia. En ocasiones, el ectoplasma se disuelve antes de ser reabsorbido.
El fraude del ectoplasma
Y aunque el ectoplasma ha sido objeto de estudio por algunos interesados en el tema como Charles Richet, lo cierto es que también han habido personas que han cometido fraude con esa creencia, pues hubo casos donde para estas sesiones exigían que se practicara en habitaciones totalmente oscuras, por lo que se prestaba a la estafa con el único fin de montar un espectáculo y cobrar por ello.
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El escapista Harry Houdini fue una de las personas que desenmascaró el fraude detrás de algunas emanaciones de ectoplasma, pues en sus investigaciones descubrió que algunas personas se hacían pasar por médiums, pero en realidad eran ilusionistas habilidosos que usaban variedad de materiales para hacerlos pasar por ectoplasma.

Entre las cosas que usaban resalta el queso, la muselina, algodón lubricado con grasa de ganso y papel masticado. Los médiums regurgitaban estas cosas y cuando las luces se encendían las hacían desaparecer tragándolas y todos parecían creer que en verdad el ectoplasma volvía al cuerpo del médium.
