La Orquesta Sinfónica de Yucatán (OSY) le da al Estado no solo cultura, de lo cual no hay la menor duda, sino también prestigio, pero también puede darle desprestigio si no hay apoyo a la permanencia de la institución.

Así lo externa el director artístico de la Orquesta, maestro Juan Carlos Lomónaco, al hablar sobre la situación financiera que afronta la agrupación sinfónica, de la que el Diario ha venido dando cuenta.

Señala que él es como la música: absolutamente transparente, no hay manera de ocultar cosas, y reitera que es clara la obligación del gobierno de cubrir la nómina de los instrumentistas.

Afirma que es también una persona agradecida y en ese sentido da las gracias al gobierno por el hecho de que en 2022 cumpliera con pagar el sueldo de los músicos en todas las quincenas, además del aguinaldo. Particularmente agradece a la secretaria de la Cultura y las Artes, Loreto Villanueva Trujillo, cuyo apoyo ha sido fundamental para lograr que el Palacio de la Música sea ahora la sede de la Sinfónica y pudiera terminar el año como le correspondía.

Diálogo gubernamental por la cultura

Resalta que este año tienen el mismo reto, pues, como ya indicamos, en el presupuesto estatal no se asignaron todos los recursos necesarios para cubrir la nómina de la Orquesta durante todo el año, sino únicamente el 47% del monto de los sueldos.

“Ojalá que nos den la oportunidad de un diálogo directo con las personas que correspondan. Conmigo, como director de la OSY; con el director de la institución (Figarosy, Miguel Escobedo Novelo) y la presidenta del Patronato (Margarita Molina Zaldívar), no se ha tenido ese diálogo. Esperamos que no se repita la historia del año pasado, que vuelvan a pasar los meses y vuelva a surgir lo mismo”, expresa.

Importancia de la OSY para Yucatán

Juan Carlos Lomónaco reitera que la OSY le da al Estado cultura y prestigio, “es la Orquesta más importante del Estado y una de las más importantes del país”; fomenta grupos artísticos y sus integrantes dan clases a nuevas generaciones de músicos. Por esa razón, la OSY es “un bien absoluto, le da prestigio al gobierno del Estado o desprestigio en caso de no apoyarla”, advierte.

El viernes 20 de enero comenzó la XXXIX Temporada de Conciertos de la Sinfónica y hay buen ánimo en esta nueva etapa, en la que se están presentando en el Palacio de la Música.

Sin embargo, no pueden quitar el dedo del renglón ante la incertidumbre en el futuro de la agrupación, por la falta de compromiso del gobierno de cubrir la nómina de la paraestatal, que con el presupuesto actual solo podrá operar hasta junio.