La doctora Julia Ribbon Conde durante su ponencia de ayer sobre la atención farmacológica del autismo
La doctora Julia Ribbon Conde durante su ponencia de ayer sobre la atención farmacológica del autismo

“El Trastorno del Espectro Autista (TEA) no tiene tratamiento farmacológico”, enfatizó la doctora Julia Ribbon Conde, especialista en neurología pediátrica, durante su participación en el programa “Autismo sin barreras”, organizado por el Centro A.Y.U.D.A.

Ante decenas de personas, la doctora Ribbon habló del manejo farmacológico en el trastorno, que, advirtió, no tiene un tratamiento específico, pues se dirige más bien a la comorbilidad asociada. “El Trastorno del Espectro Autista es neurobiológico e implica que es real y está ocurriendo, pero debemos saber si esa alteración bioquímica o biológica puede tener tratamiento”.

La especialista señaló que las alteraciones del TEA están en la sinaptogénesis y conectividad neuronal y que no hay un tratamiento médico que vaya específicamente en esa zona, aunque estudios que se están haciendo proponen algo a futuro.

Aclaró que los médicos no son la figura principal en el manejo del TEA ni aplican pruebas. “Nosotros diagnosticamos clínicamente y después de eso ayudamos a los papás, les damos una dirección desde nuestro punto de vista, desde nuestro conocimiento hacia dónde pudieran ir entonces”.

Añadió que entre las comorbilidades asociadas al TEA y para las cuales sí hay tratamiento están la ansiedad, el trastorno por déficit de atención, el trastorno del sueño, alteraciones gastrointestinales, epilepsia y algunas conductas obsesivo compulsivas, así como la hiperactividad, la irritabilidad y la agitación.

Para hiperactividad, irritabilidad y agitación, las comorbilidades más comunes en el TEA, la doctora Ribbon indicó que el aripiprazol y la risperidona, dos antipsicóticos y únicos aprobados por la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA) de Estados Unidos, sí se pueden utilizar.

Para el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) con TEA hay fármacos estimulantes y no estimulantes. Ente los primeros están el metilfenidato y la lisdexanfetamina, aunque su eficacia es menor cuando se trata solo TDAH.

“Siempre que se utilice es necesario empezar con dosis muy bajas, lentamente, descartando efectos secundarios de irritabilidad, agitación, labilidad emocional, conductas compulsivas y empeoramiento de conductas estereotipadas”, advirtió.

En el caso de los fármacos no estimulantes, mencionó la atomoxetina, que actúa como un inhibidor de la recaptación de noradrenalina. También se refirió a la guanfacina y la clonidina como buenas opciones en casos de TEA con gran hiperactividad e impulsibilidad.

Respecto a los tics simples y Tourette, que se presentan en un 15 o 20 por ciento de las personas con TEA, afirmó que se prescriben la risperidona e imipramina.

Igualmente hizo mención de fármacos para el tratamiento de ansiedad, episodios psicóticos, epilepsia y trastorno del sueño.

“Los tratamientos farmacológicos no son efectivos para los síntomas nucleares del TEA, pero sí para las comorbilidades”, enfatizó.

En la última parte de su presentación habló de algunos mitos en torno al TEA, entre ellos la idea de que los fármacos lo curan. Asimismo, negó que las vacunas estén relacionadas con la aparición del autismo y que las personas con el trastorno sean superdotadas.

Jorge Iván Canul Ek es licenciado en Periodismo y Ciencias de la Comunicación y actualmente reportero de la Agencia Informativa Megamedia. Tiene 22 años de trayectoria en los medios, y es colaborador de Grupo Megamedia desde 2004. Los temas de arte y cultura, comunidades, ciudadanos y espectáculos son su especialidad. Con especial gusto por la crónica para el desarrollo de sus historias.