Disidente habla de la “valentía” del mandatario
WASHINGTON (EFE).—Kellyanne Conway, la fiel asesora del presidente Donald Trump, participó ayer en la Convención Nacional Republicana para dar un último empujón a la reelección del mandatario antes de dejar su cargo a finales de mes por razones familiares.
Kellyanne Conway, que asumió la jefatura de la campaña de Trump poco antes de las elecciones de 2016, ayudándole con el voto femenino, se dirigió de nuevo a las mujeres, el electorado que según las encuestas el mandatario está perdiendo.
“Durante décadas, (Trump) ha elevado a las mujeres a puestos de responsabilidad en los negocios y en el gobierno. Confía en nosotras y nos consulta, respeta nuestras opiniones e insiste en que estamos en pie de igualdad con los hombres”, indicó.
“El presidente Trump —añadió— me ayudó a romper una barrera en el mundo de la política al empoderarme para administrar su campaña hasta su éxito”.
Kellyanne Conway anunció el pasado domingo su intención de dejar su cargo en la Casa Blanca a finales de mes para concentrarse en su familia.
Su marido, un republicano opositor a Trump, también renunciará a su puesto en el Proyecto Lincoln, un grupo de conservadores que apoyan la elección de Joe Biden a la Casa Blanca.
“No estamos de acuerdo en muchas cosas, pero estamos unidos en lo que más importa: los niños. Nuestros cuatro hijos son adolescentes y preadolescentes que comienzan un nuevo año académico (…), el hecho de que los niños deban ‘ir a la escuela desde casa’ requiere un nivel de atención y vigilancia”, dijo en un comunicado la asesora de Trump.
Estas decisiones coinciden con el anuncio de una de sus hijas adolescentes, Claudia, de 15 años, que quiere emanciparse.
“Para empezar, el trabajo de mi madre me ha arruinado la vida. Es desgarrador que ella siga por este camino después de años de ver sufrir a sus hijos. Egoísta. Se trata de dinero y fama, damas y caballeros”, dijo en Twitter la hija de Kellyanne Conway.
Apoya su política
Por su parte, Chen Guangcheng, un disidente chino que escapó en 2012 de China con la ayuda de la entonces secretaria de Estado, Hillary Clinton, respaldó ayer rotundamente a Trump, y pidió reelegirle “por el bien del mundo”, para que “detenga la agresión de Pekín”.
El abogado ciego, refugiado en Estados Unidos desde hace casi ocho años, apareció en la Convención Nacional Republicana para respaldar a Trump, que en 2016 derrotó en las urnas a la misma exjefa de la diplomacia estadounidense que facilitó su salida de China.
“Estados Unidos debe usar sus valores de libertad, democracia y el Estado de derecho para reunir a una coalición de otras democracias que detengan la agresión de China. El presidente Trump ha sido un líder en este ámbito, y necesitamos que otros países se unan a él en esta lucha”, afirmó.
“Luchar contra la injusticia no es fácil. Yo lo sé. Y el presidente Trump también lo sabe, pero ha demostrado la valentía necesaria para librar esa batalla. Tenemos que apoyar, votar y luchar por el presidente Trump, por el bien del mundo”, recalcó Chen.
El activista atrajo la atención mundial en 2012, cuando huyó de su arresto domiciliario y se refugió en la embajada estadounidense en Pekín, desatando la mayor crisis entre Estados Unidos y China en dos décadas y logrando, tras tensas negociaciones de alto nivel, un billete de ida a Nueva York.
Hillary Clinton se encontraba de visita en China durante ese episodio y lo consideró después uno de sus logros clave como titular de Exteriores.
Sin embargo, en su libro de memorias, publicado en 2015, Chen denunció que sintió una fuerte presión del entorno de Hillary Clinton para aceptar rápidamente un acuerdo con Pekín que no le parecía adecuado para su familia.
Su discurso ante la convención republicana buscaba ayudar a Trump a reivindicar su política hacia China, al que ha convertido en su principal adversario internacional, espoleando una tensión que ha aumentado los últimos meses con sanciones económicas y diplomáticas a Pekín.
Chen recordó que su persecución en China comenzó cuando empezó a denunciar la política de “hijo único” que resultó en abortos y las esterilizaciones forzosas, y describió al Partido Comunista Chino (PCC) como “un enemigo de la humanidad” que está “aterrorizando a su propio pueblo y amenazando el bienestar del mundo”.
“La pandemia del coronavirus, originada en China y encubierta por el PCC, ha causado muertes masivas y agitación social en todo el mundo”, afirmó el abogado.
“Del mismo modo, el virus del PCC está amenazando a la gente del mundo. La política de apaciguamiento de los gobiernos anteriores, incluidos Obama y Biden, ha permitido al PCC infiltrar y corroer aspectos distintos de la comunidad global”, agregó.
Chen habló en inglés, un idioma que empezó a estudiar después de su llegada a Estados Unidos, y pronunció su discurso desde un auditorio vacío de Washington donde se han grabado la mayoría de los discursos de la convención, emitida de forma virtual.
