Reto: salir del sótano
Después de repasar las evaluaciones nacionales hasta septiembre de 2018, Kirbey Herrera Chab, director general del Instituto de Educación para Adultos del Estado de Yucatán (Ieaey), señala un reto: sacar a la entidad del sótano en ese rubro de enseñanza.
“Nuestra meta es subir al lugar 28 en junio, al cumplirse el primer semestre del año”, dice el funcionario.
En lenguaje simple, esa meta equivale a alfabetizar a cinco mil personas, sacarlas del rezago, explica. De esa forma se subirá al sitio 28 en la escala del Modelo de Evaluación Institucional (MEI) del Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA).
El reto es mayúsculo si se repasan las evaluaciones en esa materia hasta septiembre del año pasado: Yucatán ocupaba entonces el último lugar —32— en el MEI, considerado la “prueba madre” en el renglón de enseñanza para adultos. Incluso en rubros claves, como eficiencia y cumplimiento de la meta anual de Usuarios que Concluyeron Nivel (UCN), la entidad aparecía también en la posición final, debajo de estados considerados con mayor retraso, como Chiapas, Guerrero y Oaxaca.
Y todavía más: en el trimestre julio-septiembre de 2018 Yucatán fue el único estado que no formó o actualizó asesores educativos para adultos. Fue un aspecto que relegó la administración anterior del Ieaey.
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De septiembre a diciembre, ya con el nuevo gobierno del Estado, Yucatán subió un peldaño en la medición del MEI, para ubicarse en el lugar 31. Ahora la meta, de acuerdo con Kirbey Herrera, es avanzar tres espacios más en el primer semestre.
Además, en febrero próximo se pondrá en marcha un programa estrella, que consiste en la enseñanza en maya. Eso permitirá que personas que no son mayahablantes puedan alfabetizarse y avanzar en los demás niveles en esa lengua.
Siguiendo los lineamientos del INEA, el Ieaey —organismo público descentralizado del gobierno del Estado— es una institución educativa que atiende a personas mayores de 15 años que por alguna situación no tuvieron la oportunidad de aprender a leer o a escribir y las prepara para concluir la primaria o secundaria.
Al cierre de 2017, según estimaciones basadas en proyecciones del Consejo Nacional de Población (Conapo) —que a su vez toma como base la Encuesta Intercensal 2015 del Inegi—, en Yucatán había 1.616,960 habitantes mayores de 15 años, de los cuales 100,786 estaban en condición de analfabetismo, 188,003 no habían finalizado la primaria y 274,404 estaban con secundaria inconclusa. La suma total es de 563,193 personas mayores de 15 años en rezago educativo.
Por el tamaño de su población, Mérida tiene el mayor número de personas en rezago. Siempre con base en la Encuesta Intercensal 2015 del Inegi, en este municipio había 693,326 habitantes mayores de 15 años, de los cuales 173,210 (25.1%) caían en condición de rezago.
El municipio yucateco con el problema mayor es Mayapán: el 69.6% de sus habitantes mayores de 15 años figuraba en rezago, la mayoría en los renglones de analfabetismo (sin leer ni escribir, el 25.8%) y primaria no concluida (26.1%).
Otros municipios con focos rojos en esa materia son Tekit, con el 67.5% de sus habitantes mayores de 15 años en situación de rezago; Mama (66.1%), Espita (64.6), Tahdziú (64.3), Teabo (63.6) y Dzoncauich (63.3).
Kirbey Herrera, quien es licenciado en Educación, recalca que la meta durante este semestre es alfabetizar a cinco mil personas mediante los programas del Ieaey.
Añade que durante su gestión se reactivará la Unidad de Aseguramiento a la Calidad, que existe en el organigrama del Ieaey pero se le dejó en el olvido. Es una especie de contraloría, que tendrá 12 contralores —antes eran cinco—, uno por cada coordinación del instituto. Su función básica será verificar que exista la persona inscrita en los programas y que realmente adquiera el conocimiento para el cual fue preparada y evaluada.
En cuanto a la lengua maya, el director señala que la institución a su cargo tendrá una oficina de atención a población indígena —como permite el organigrama—, agrupada en el Departamento de Servicios Educativos.
Por medio de esa oficina se impulsará la enseñanza en lengua maya, labor en la cual se contará con la asesoría de Candelaria May Novelo, directora de una escuela de Valladolid que se distingue por promover la identidad maya.
“La lengua maya forma parte de un programa estrella”, recalca el entrevistado. “Empezaremos en febrero. Ahora estamos en la fase de selección del personal y luego definiremos el calendario de actividades”.
Un obstáculo a vencer, enfatiza, es el hecho de que muchos mayahablantes no quieren ser instruidos en la lengua nativa porque se sienten discriminados y piden que se les “castellanice”.
El objetivo, subraya, es acabar con ese sentimiento de discriminación y promover que es un orgullo hablar en maya.— ÁNGEL NOH ESTRADA
En síntesis
Rezago general. Según estimaciones basadas en proyecciones del Consejo Nacional de Población (Conapo) y la Encuesta Intercensal 2015 del Inegi, al cierre de 2017 en Yucatán había 1.616,960 habitantes mayores de 15 años, de los cuales 100,786 estaban en condición de analfabetismo, 188,003 no habían finalizado la primaria y 274,404 estaban con secundaria inconclusa.
El caso de Mérida. Por el tamaño de su población, Mérida tiene el mayor rezago, según esas estadísticas. Aparecían 693,326 habitantes mayores de 15 años en este municipio, de los cuales 173,210 (25.1%) caían en condición de rezago educativo.
Los de mayor problema. El municipio yucateco con el problema mayor es Mayapán: el 69.6% de sus habitantes mayores de 15 años figuraba en rezago, la mayoría en los renglones de analfabetismo (sin leer ni escribir, el 25.8%) y primaria no concluida (26.1%). Le seguían Tekit, Mama, Espita y Tahdziú.
