Más detalles de las observaciones a un exalcalde de Tecoh

En el ejercicio fiscal 2016, la Auditoría Superior del Estado de Yucatán (ASEY) encontró en el Ayuntamiento de Tecoh 46 anomalías que representaban un monto de dieciocho millones seis mil novecientos pesos.

Entre esas irregularidades figuran la aplicación de recursos federales en rubros o programas no considerados en la Ley de Coordinación Fiscal y la omisión o errores en las obligaciones fiscales del municipio, por cerca de un millón de pesos.

También la falta de documentos comprobatorios de las erogaciones en servicios personales, por un monto de $1.856,700. En otros casos hay documentos, pero no reúnen los requisitos fiscales.

Otras observaciones radican en pagos improcedentes o “en exceso”, en cantidades que van de $11,600 a casi $600,000.

Tampoco se presentaron autorizaciones o se justificaron erogaciones en rangos de $50,100 a 1.828,000 pesos.

En el rubro de “Subsidios, ayudas y transferencias” se detectaron anomalías que representan más de millón y medio de pesos, por falta de documentación comprobatoria, por no reunir requisitos fiscales o por no tener autorización o justificación de las erogaciones.

En 2017 se encontró un número similar de anomalías, aunque con mayores montos.

En ese ejercicio la ASEY hizo 46 observaciones similares a las de 2016, con una cantidad por aclarar de $26.543,199.

Se logró aclarar o solventar un monto de $17.900,351.83, pero quedaron pendientes $8.797,721.31, que aún son exigibles.

La cantidad resarcida correspondió a la actual administración. En su mayoría era relativa a cuestiones administrativas o fiscales.

Como si fueran adivinos

Entre las irregularidades no solventadas llaman la atención las relacionadas con el taller mecánico de una hermana del tesorero, Juana Garnica Alcaraz.

Como si adivinara que los vehículos se fueran a averiar, la Comuna expidió cheques antes de prestarse el servicio. Y los montos, con impuesto incluido, eran muy precisos y al final del mes las cantidades a pagar “cuadraban” sin problema.

Por ejemplo, en enero los servicios prestados ascendieron a $35,000.01; en febrero, a $49,999.99 (con el centavo sobrante del mes anterior se podía cerrar la cifra del bimestre); en marzo, a $80,000.

En abril se pagaron $60,000; en mayo, $50,000; en junio, $75,000; en julio, cero pesos; en agosto, $40,000; en septiembre, $70,000, y en noviembre, $29,999.99.

Siempre en 2017, está pendiente de solventarse el manejo de $778,842.40 porque se hicieron pagos sin la documentación comprobatoria o con documentación que no reúne los requerimientos fiscales.

También está pendiente de comprobarse el uso de $3.402,338.58 para “pagos improcedentes o en exceso” y otro de $2.835,935.94 porque se cubrieron pagos sin autorización o sin justificación.

Además, se detectó un faltante de bienes por $132,259 que aún no se aclara.

En 2017 asomaron pagos por varios miles de pesos que se hicieron a proveedores por conducto de Paulo Roel Tamayo Aguilar, quien, como dictaminó la propia Auditoría, no tiene relación con el Ayuntamiento.

De acuerdo con fuentes consultadas por Central 9, Paulo Tamayo es un contador conocido en varios municipios porque provee de facturas.

En nuestros archivos consta que en junio de 2018 fue asaltado por una banda de fuereños. Le robaron $183,000 con el truco de la llanta pinchada. Se le identificó como “diligenciero” (Continuará).— ÁNGEL NOH ESTRADA angel.noh@megamedia.com.mx

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