Navidad sin estreno, cena especial o regalos en Roble Agrícola III
Con ilusión y mucho ingenio los niños Jorge y Ximena, con su familia, hicieron un "árbol de Navidad" a la puerta de su humilde hogar en la colonia Roble Agrícola III, en Mérida (Foto de Emanuel Rincón)

Ganarse el pan de cada día, principal objetivo en esta y otras fechas en una zona de Mérida en pobreza

Navidad, la blanca, la mágica, la de intensos y alegres colores, la de las luces, el Nacimiento, el árbol, la corona de adviento; Navidad, la de comida y bebida en exceso, la que sube kilos sin remordimientos, la de las piñatas en forma de estrella que al romperse regala su dulce cargamento.

Navidad la que reúne a las familias, la de los abrazos y los besos, la de los buenos deseos, tal cual es el ropaje de la Navidad en nuestro tiempo.

Navidad sin adornos ni fiestas en Roble Agrícola III

No, en la colonia Roble Agrícola III, en los límites con el periférico poniente de Mérida, la Navidad más bien parece revestirse del gris ropaje de la indiferencia, rodeada de grandes carencias, una suerte de sobrevivir al día con la incertidumbre de qué depara el mañana.

Aquí, en la zona que decenas de familias ocuparon y levantaron sus humildes casas, la Navidad no pasa de ser como cualquier otro día.

No hay pinos navideños ni nacimientos, no hay brillos de colores, piñatas o regalos envueltos listos para ser descubiertos.

Aquí sobra la necesidad y falta el trabajo, ganarse el pan diario es la premisa; no regalos, no banquetes, nada que signifique un gasto adicional done falta hasta lo más indispensable.

¿Y los símbolos de Navidad?

Difícil es encontrar en este lugar algún símbolo de la Navidad, ¿Quién puede comprar un árbol navideño o preparar una buena cena?,

¿Quién decora la casa con luces multicolores si apenas un foco alcanza a iluminar el hogar?, ¿Quién puede cuando lo que se tiene no es suficiente para sobrevivir?

Las familias de Roble Agrícola III están acostumbradas a esta forma de vida, a luchar sin perder la esperanza de que tiempos mejores llegarán.

Quizá por eso la Navidad en ellos se lleva en un recogimiento interior, no se expresa de manera superflua, pero aun en medio de tanto que falta siempre los milagros se dan.

Los niños mantienen la ilusión navideña

En casa de los niños Jorge y Ximena Canché Carrillo, de 7 y 10 años de edad, respectivamente, faltarán cosas de a montón, pero la ilusión y la alegría no.

Muy a su manera el espíritu de estas fechas sentó sus reales en la forma de un humilde, sencillo pero muy cálido “árbol navideño” que entre todos consiguieron y decoraron con lo que hay a su alcance.

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Una rama seca recubierta de pintura blanca, unas cuantas esferas que por ahí encontraron, flores de pascua recortadas en papel y una modesta serie de foquitos, todo sostenido físicamente por una envase de plástico relleno de rocas, pero moralmente por la ilusión de mantener unida a la familia en una fecha tan especial.

A la puerta de su humilde vivienda este ornamento es uno de los muy pocos que pueden observarse en los alrededores.

Esfuerzo de los padres por mantenerles la ilusión

Ellos son afortunados pues sus padres tratan de que, aun en la estrechez material y económica, la fecha no pase desapercibida.

Wendy Caamal Ayala y su esposo, quien se dedica al comercio ambulante, tienen tres años de habitar el lugar.

Según comenta la mujer, para ellos las fiestas de Navidad son como cualquier otro día cuando hay que salir a ganarse la vida y llevar el alimento a la casa.

“Este año la situación está muy difícil”, señala.

“Con Navidad o sin ella, hay que salir a trabajar y ya de lo que sale vamos viendo qué podemos hacer”.

¿Y cuál será la cena de Nochebuena?

Para Wendy y su familia el menú de Nochebuena parece ya decidido: tortas de pollo asado y espagueti con tomate acompañados de algún refresco, y hasta ahí.

Que Santa Claus llegue es algo que deberá definirse en estos días. La diversión de Nochebuena alcanzaría su punto culminante con la quema de algunos juegos pirotécnicos.

Otra vecina del lugar, Inés Sánchez Cupil, de 20 años, tiene a su pequeño Ian Abraham Correa Sánchez de apenas un año de edad.

Esta será la primera Navidad del bebé, pero es tan pequeño que no alcanza a distinguir la diferencia o entender porqué es tan especial la fecha.

Sin árbol de Navidad ni visita de Santa Claus

Para Ian la visita de Santa Claus con sus regalos es un enigma que ni la propia Inés tiene claro.

Wendy, su esposo -empleado de una mueblería- y el pequeño Ian celebrarán la Navidad con pollo, pasta y ensalada, con la visita de algunos familiares.

No hay árbol de Navidad, Nacimiento, ni regalos. A decir de Wendy, ella y su familia celebran esta fecha con el mismo espíritu de humildad con que Cristo encarnó la noche que nación en el portal de Belén. Su familia tiene tres meses de vivir en El Roble Agrícola III.

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Angel Canché Estrella juega con los cachorros de su perra, uno se llama “Burro” y la otra “Luna”.

“No son de raza pero son bonitas” asegura el pequeño de 8 años, quien vive con su mamá, Angélica María Estrella Cob, y su padre, quien es trabajador de jardinería en la terminal aérea.

Como la mayoría de los hogares en su sencilla casa no hay decoración navideña de ningún tipo.

La situación es cada vez más difícil

Angélica recuerda que llegaron al lugar hace tres años y que la situación cada vez se torna más difícil.

El poco dinero que ingresa a la casa no alcanza para casi nada, tan así que la noche de Navidad la cena no sería tan diferente a lo que acostumbran: algo de pan, tortillas, café

No alcanza para pirotecnia, mucho menos para regalos, este año Santa Claus podría “seguirse de largo” de su casa esta Navidad si las cosas no mejoran.

Para Angel tener a sus mascotas y la amistad de sus amigos y vecinos ya es un motivo de alegría en esta Navidad.

La salud y la unidad familiar, su regalo de Navidad

Él tiene ilusión y esperanza, fe en un milagro de Navidad, pero para su familia el principal regalo de Navidad es la vida, la salud y la unidad familiar pese a la adversidad.

Un hogar que vive en su día a día el espíritu de humildad y nobleza que caracteriza al nacimiento del Niño Dios.

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