Calles solitarias se observan en Mérida ente el paso del huracán Beryl por la zona Credit: Joaquín Chan Caamal 
Calles solitarias se observan en Mérida ente el paso del huracán Beryl por la zona Credit: Joaquín Chan Caamal Calles solitarias se observan en Mérida ente el paso del huracán Beryl por la zona Credit: Joaquín Chan Caamal Calles solitarias se observan en Mérida ente el paso del huracán Beryl por la zona Credit: Joaquín Chan Caamal Calles solitarias se observan en Mérida ente el paso del huracán Beryl por la zona Credit: Joaquín Chan Caamal Calles solitarias se observan en Mérida ente el paso del huracán Beryl por la zona Credit: Joaquín Chan Caamal 
Calles solitarias se observan en Mérida ente el paso del huracán Beryl por la zona Credit: Joaquín Chan Caamal Calles solitarias se observan en Mérida ente el paso del huracán Beryl por la zona Credit: Joaquín Chan Caamal Calles solitarias se observan en Mérida ente el paso del huracán Beryl por la zona Credit: Joaquín Chan Caamal Calles solitarias se observan en Mérida ente el paso del huracán Beryl por la zona Credit: Joaquín Chan Caamal Calles solitarias se observan en Mérida ente el paso del huracán Beryl por la zona Credit: Joaquín Chan Caamal Basura acumulada que no fue recolectada durante el programa de descacharrización del gobierno del estado Credit: Joaquín Chan Caamal
MÉRIDA, Yucatán.— Mérida recibió hoy en los albores del amanecer los primeros efectos leves del huracán Beryl que tocó tierra en la Península de Yucatán entre Tulum y Playa del Carmen en Quintana Roo.
A las 5:40 de la mañana los meridanos sintieron una ligera lluvia acompañada de suaves vientos con rachas fuertes que mecieron los árboles de la vía pública, pero sin el riesgo de ser derribados por los los vientos huracanados que acompañan el ojo del ciclón en su recorrido por tierra.
La ciudad amaneció diferente a su acostumbrado ajetreo peatonal, comercial, vehicular y laboral porque las calles de las colonias, del primer cuadro y la señorial avenida Paseo de Montejo estuvieron vacías en las primeras dos horas de presencia de Beryl en territorio meridano.
La imagen urbana del centro estuvo peor que los conocidos días festivos que obligan a una pausa de la dinámica actividad en Mérida: basura a montones en las calles por falta de recolección, indigentes caminando bajo la pertinaz lluvia, otros durmiendo sobre cerros de cartones y otros refugiados en los portales de granos o pasillos del mercado Lucas de Gálvez.
Muy pocas personas se vieron en las calles del centro, caminando rumbo a sus trabajos por falta de transporte público o de taxis que no estuvieron en sus paraderos o sitios de alquiler.
Los mercados Lucas de Gálvez y San Benito, centro neurálgico de la actividad comercial, estuvieron cerrados y sin los acostumbrados vendedores ambulantes que atiborran las banquetas de frutas, verduras y artículos que demandan los consumidores.
En Paseo de Montejo el panorama fue igual, sin gente, con hoteles y comercios protegidos con tablas en sus grandes palos de cristales y sin movimiento acostumbrado.
Solo una pareja de intrépidos corredores disfrutaron la amplia avenida del Paseo de Montejo porque con ropa ligera realizaron su ejercicio, sin lluvia porque ésta había cesado, pero con un nublado que casi tiene en la oscuridad a la ciudad.
Ante la falta de semáforos en varios cruceros y la soledad de las calles los policías municipal de Mérida y de la Secretaría de Seguridad Pública realizaron patrullajes o una vigilancia en sitios estratégicos de la ciudad.
El panorama al interior de las colonias fue similar, con poca gente en la calle, centros comerciales cerrados como Soriana de Plaza Patio, Chedraui Oriente, Aurrerá de Plaza Kukulkán y algunos Oxxos que decidieron suspender sus actividades.
Gente que por alguna circunstancia requiere de dinero en efectivo en busca de cajero, que se volvió un peregrinar porque las sucursales bancarias tapiaron sus oficinas.
“Ya caminé de banco en banco y están cerrados los cajeros. Me dijeron que el de la T-1 sí funcionaba y fui, saqué dinero”, contó Rubí Catzín, quien vive por el rumbo de Plaza Patio, donde fue para comprar, pero el guardia le informó que el supermercado decidió no abrir hoy.
En las colonias del segundo cuadro de la ciudad el panorama es peor por las montañas de basura que dejó el programa de descacharrización del gobierno del estado y hay temor entre vecinos de los desechos vuelen por el viento huracanados o naveguen en las calles inundadas.
Después de los chubascos y viento leves por la llegada del huracán, vino una calma absoluta en el medio ambiente porque dejó de llover, hasta las 8 de la mañana, y dejó de sentirse el viento del meteoro. Estos momentos de calma lo aprovecharon muchas personas para ir a farmacias abiertas para realizar compras de comestibles de último momento.
También le podría interesar: “Beryl pasaría a 11 km al norte de Mérida“