El censo de 2020 confirma una presencia notoria de personas de otros estados del país en Yucatán y casi el 73% de ellos vive en esta capital, señala Pedro Lewin Fisher, investigador del INAH en la entidad.
Otro dato es que muchos estados que están representados en Mérida han duplicado o triplicado su población, como el Estado de México, del que en 2010 habían 3,194 personas originarias de allá viviendo en esta ciudad y en 2020 ya eran 9,400.
El profesional, junto con los investigadores Luis Ramírez Carrillo y Estela Guzmán Ayala, presentará el libro “Mérida, ciudad refugio” este martes 3 de diciembre en el Olimpo.
Por su parte, Luis Ramírez señala que en muchas ciudades la principal razón de la migración es la posibilidad de encontrar un empleo.
“Lo particular de Mérida es que el empleo no es la principal causa motora de la gente que viene. Aquí es la seguridad”, dice .
El investigador señala que es entre 2000 y 2006 cuando Mérida se vuelve ciudad refugio, sobre todo porque en 2006 la inseguridad se agrava en el resto del país.
“Conforme la inseguridad aumentaba la migración a Mérida superaba al problema del empleo”, apunta.
“Mérida, ciudad refugio”
¿Qué tiene Mérida que muchos deciden dejar sus ciudades para venir a vivir aquí? Esa y otras preguntas se responden en el libro “Mérida, ciudad refugio” de los investigadores Luis Ramírez Carrillo, Estela Guzmán Ayala y Pedro Lewin Fisher.
El texto, que se presentará el martes en el Centro Cultural Olimpo, ofrece un análisis detallado sobre el fenómeno migratorio hacia la ciudad de Mérida, que ha contribuido al crecimiento exponencial de la población.
“El censo de 2020 confirma la presencia impresionante de gente de otros estados del país. Tal que todos los estados del país están representados, y del total de la población migrante que vive en el estado, casi el 73 por ciento vive en esta capital”, dice Pedro Lewin, investigador del INAH Yucatán.
Otro dato importante, continúa Lewin, es que muchos estados que están representados en la ciudad han duplicado o triplicado su población, como el Estado de México que en 2010 había 3,194 personas originarias de allí viviendo en Mérida, y en 2020 pasó a 9,400.
Por su parte, el doctor Luis Ramírez Carrillo, investigador de la Uady, destaca que en el libro recrearon cómo se construyeron las condiciones de la atracción, es decir, porqué la gente decide mudarse a Mérida.
“Lo que hicimos fue reconstruir las razones por las que Mérida es un espacio que atrae a las personas. Uno dice: ‘viene porque es una ciudad segura’, pero la pregunta que está detrás es ¿y porque es una ciudad segura? Vienen y dicen que por que hay oferta de vivienda y la pregunta ¿por qué hay oferta de vivienda y por qué la vivienda aquí es más barata que en otras partes?”.
Ramírez Carrillo recalca que hay razones sociales que explican que un lugar se vuelva de atracción y la gente quiera ir y otro no.
En muchas ciudades la principal razón es la posibilidad de encontrar empleo, algo que en el caso de Mérida no aplica, dice el doctor Ramírez Carrillo.
“Lo particular de Mérida es que el empleo no es la principal causa motora de la gente que viene. Aquí es la seguridad”.
Y si a la seguridad se le suma infraestructura y equipamiento urbano, más gente va a desear radicar en Mérida.
El investigador señala que es entre 2000 y 2006 cuando Mérida se vuelve ciudad refugio, sobre todo porque en 2006 la inseguridad se agrava en el resto del país.
“Conforme la inseguridad aumentaba en el sexenio de Calderón, en el de Peña Nieto y en el de AMLO la migración a Mérida superaba al problema del empleo. Entonces, por cuestión de seguridad la gente dice: más vale aquí corrió que aquí quedó, y aunque ganemos la mitad, pues nos vamos a un lugar donde estemos vivos”.
Es así, subraya, como aparece el elemento refugio.
Por su parte, la maestra Estela Guzmán señala que el libro contiene datos estadísticos, una visión histórica y testimonios.
“El libro trata el tema de cómo aprender a mirar porque somos una nación de inmigrantes y dejamos paisaje, familia, amigos, trabajo, salario, empleo a cambio de una vida mejor, y que, a pesar de todo, es una decisión que no se toma a la ligera”.
“El libro está lleno de testimonios, por eso es un libro muy abierto al público, es un libro que da historia, da números y le da la palabra al migrante. Eso es muy importante”, señaló.
