MÉRIDA.- El jardín principal de la Plaza Grande de Mérida ha disipado el malestar ciudadano de hace un año, cuando el gobernador Mauricio Vila Dosal dio el “banderazo” de inicio de los trabajos de remodelación el 16 de abril de 2024.
El malestar principal contra el gobierno fue, como informó el Diario, por el retiro de las bancas de madera, las guarniciones metálicas de las jardineras, el retiro de los limpiabotas y de árboles antiguos “enfermos”, según justificó el mandatario en aquella ocasión.
Ello también ocasionó una “llamada de atención” del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Florece la Plaza Grande tras renovación
A un año de la transformación ambiental de este espacio público del “zócalo yucateco” y a siete meses que se hizo cargo de su mantenimiento el Ayuntamiento de Mérida, el gran jardín luce plantas vivas, verdes y con una diversidad de flores.
Los árboles plantados en su mayoría sobreviven y con dificultad retoñan, pero todavía no alcanzan la plenitud de sus copas verdes que sirvan de refugio a los cientos de kaues y palomas que tienen su hábitat en este parque.
En un recorrido a lo largo de las jardineras reforestadas de la Plaza Grande se observó que cuatro árboles medianos no “pegaron”, “murieron” y permanecen secos en sus mismos espacios donde los plantaron en espera de su retiro y una nueva plantación.
Ya hicieron esta petición los cuatro jardineros que tienen a su cargo el espacio público.

Pequeños espacios de las jardineras grandes, principalmente en las esquinas y bajo la sombra de los árboles, están “pelonas” porque no creció el zacate o las plantas de ornato que sembraron los que reforestaron el gran jardín.
En cambio, la mayor parte de las jardineras y los arriates circulares lucen plantas con flores que son idóneos para las fotos del recuerdo, al igual que las letras coloridas de Mérida que están frente al Palacio Municipal.
El gran jardín del centro de Mérida lo forman 40 arriates, 16 son en forma cuadricular y cuatro circular, 16 son arriates pequeños y cuatro que bordean la plazoleta del asta bandera.

La gente aparentemente ya se olvidó de la incompatibilidad de las bancas de granito con el entorno colonial del Centro Histórico porque las ocupa en todo momento, dependiendo de la orientación solar porque carecen de sombra, si está impregnada de heces de los pájaros o si están ocupadas.
Lo mismo ocurre con los arriates circulares que lucen un atractivo follaje verde y de flores multicolor.
Las tradicionales bancas de madera con diseño colonial y los confidentes también son los preferidos de las personas locales porque son más frescas y rodean el asta bandera y pasillos principales.
Personal a cargo del cuidado de la Plaza Grande
Vicente Aguilar Uc es uno de los jardineros de la Plaza Grande que lleva 20 años de cuidar los jardines del gran parque de Mérida.
A fin de mantener verdes las jardineras, tiene que realizar recorridos dentro de las áreas verdes para “pizcar” basura que tira la gente o trae las corrientes de vientos en esos espacios.
Además, tiene que arrancar la hierba mala que crece en los jardines y podar con desbrozadora, con una habilidad de peluquero, las crecidas del pasto y barrer los pasillos en cada momento para que siempre luzca limpio el espacio.
El trabajador dijo que las jardineras tienen un sistema de riego automatizado. El riego arranca a las dos de la madrugada y cada media hora suministra agua controlada a las plantas y árboles durante el día.
El agua, la tierra y el cuidado de los jardines mantiene vivas las plantas de ornato y árboles.
“Está más bonito este jardín que el anterior”, resumió Aguilar Uc, oriundo de la comisaría de Subinkancab, del municipio de Timucuy.
Los otros jardineros que trabajan en el gran jardín del centro de Mérida son José Luis Cámara Cambranes y José Manuel Chan Baas, ambos con 28 años de antigüedad en el trabajo, y Julio Noh, con 20 años.

Habitantes alados en el Centro Histórico
Como es costumbre en la Plaza Grande, personas liberan su tensión en la crianza y observación de las palomas, también gustan que estas aves suban a sus manos por el alimento o revoloteen sobre ellos cuando pelean las migajas de pan.
Gaspar Herrera Vargas, vecino del fraccionamiento Vía Magna Sur, va la Plaza Grande en las mañanitas antes de ir a su trabajo para criar y convivir con las palomas.

Esta costumbre la tiene desde cuando estaba la antigua Plaza Grande, relató, y la mantiene ahora que es un ambiente distinto, con mayor follaje verde, menos árboles frondosos y una disminución en las parvadas de palomas y kaues por falta de árboles grandes.
Según explicó, parte de las palomas y kaues migró al parque Eulogio Rosado, donde hay árboles grandes y frondosos, algunos más buscaron otros rumbos arbolados porque no hay suficiente espacio para todas las aves que quieren marcar su territorio en la Plaza Grande.
Sin embargo, para él todavía hay bastantes palomas para mantener.
No dudó en destacar que la renovada Plaza Grande está mejor que la anterior.
“No se ven mal los cambios, está pasable, está bonito, los jardines se ven más verdes ahorita y apenas están retoñando los árboles”, señaló. “Hay matitas que están muriendo, están secas, pero es por tanto sol”.
Asimismo, consideró que la Plaza Grande es un gran atractivo de la ciudad, la visita bastante gente, entre turistas y yucatecos que vienen a la ciudad por algún motivo.
En su opinión, la Plaza Grande está completa, está verde y con muchas flores, y hay fresco. Pero falta árboles grandes que den sombra como los anteriores que retiraron, pues se ve que hay espacios donde pega duro el sol y nadie ocupa las bancas durante largas horas del día.
“Me gusta la banca de madera y el confidente, son las que ocupo cuando vengo.
Siempre vengo a ver a las palomas y les traigo comida antes de irme a trabajar. Es una bonita experiencia tener cerca a las palomas.
Ya disminuyeron un poco, veo más en el parque Eulogio Rosado, no había tantas hace unos años, creo que allá se fueron las de aquí por los cambios que hubo”.
El señor relató que en sus visitas casi diarias a la Plaza Grande le ha tocado ver a personas que capturan a las palomas cuando las crían.
Las meten en bolsas grandes y se las llevan, aunque desconoce el motivo. No sabe si es para comer o para criar porque no lo pregunta a los captores.
La remodelación de la Plaza Grande fue parte del proyecto de la creación del corredor gastronómico y turístico de la calle 60 y 47 que conecta con el Gran Parque La Plancha, modernización que impulsaron Vila Dosal y el entonces alcalde Renán Barrera Concha, ambos militantes del PAN.
