El consumo de “cristal” y fentanilo ha tomado un rumbo alarmante en Yucatán, especialmente entre jóvenes, personas en situación de calle e incluso familias enteras, según compartieron en entrevista David Enrique Álvarez García y Romhmy Hidalgo Carrillo, directores de Desarrollo y Evaluación Institucional del Centro de Rehabilitación “Arca de Noé”.
De acuerdo con Álvarez García, pueden identificarse tres perfiles dentro de esta población:
- Adultos mayores que lo han perdido todo y recurren a las drogas para sobrellevar la vida en la calle.
- Personas con enfermedades mentales sin tratamiento psiquiátrico, frecuentemente confundidas como simples adictos.
- Por último, pero no menos importantes, indigentes con adicción crónica, sin capacidades para reintegrarse sin apoyo profesional.
El presidente del centro explicó que antes de la pandemia la marihuana era la sustancia más común de consumo. Sin embargo, el panorama actual es mucho más complejo y peligroso.
“Muchas drogas vienen mezcladas con metanfetamina y fentanilo, lo que genera intoxicaciones graves y cuadros mentales irreversibles. Cuando llegan a rehabilitación lo hacen ya muy afectados física, mental y espiritualmente”, señaló.
Romhmy Hidalgo indicó que el 98% de las personas atendidas en su centro están vinculadas al consumo de “cristal”.
La pandemia aumentó el consumo
Se calcula que en la pandemia el consumo de estas sustancias aumentó hasta un 300%, debido a su bajo costo y efecto inmediato.
Ambos especialistas coincidieron en que este problema ya no puede seguir siendo ignorado y es urgente invertir en prevención, salud mental y atención especializada.
Por tal motivo, varios centros en la actualidad luchan no solo por rehabilitar, sino que también se regulen los espacios dedicados al tratamiento de adicciones, con la meta de construir un Yucatán libre de drogas.