México es uno de los países más peligrosos para sacerdotes: 95 asesinados desde 1990, cientos de amenazas y comunidades desplazadas por su fe
México es uno de los países más peligrosos para sacerdotes: 95 asesinados desde 1990, cientos de amenazas y comunidades desplazadas por su fe

México es uno de los países más peligrosos para sacerdotes: 95 asesinados desde 1990, cientos de amenazas y comunidades desplazadas por su fe

Mérida, Yucatán.- “El asesinato de un sacerdote lanza un mensaje muy contundente: Si yo soy capaz de matar a un sacerdote, puedo matar a quien sea”, afirma para Reporte Índigo el padre Omar Sotelo, director del Centro Católico Multimedia (CCM).

México, pese a ser un país de mayoría católica, se ha convertido en uno de los países más peligrosos del mundo para religiosos, ya que quien asesina a un sacerdote, manda el mensaje de que se atreve a matar a cualquiera.

La mezcla de crimen organizado, corrupción e intolerancia religiosa en comunidades ha puesto en riesgo a líderes espirituales y a sus comunidades, enviando un mensaje de terror que busca silenciar la voz moral de quienes defienden la paz.

Día Internacional en Recuerdo de las Víctimas de Violencia Religiosa

Cada 22 de agosto, la ONU conmemora el Día Internacional en Recuerdo de las Víctimas de Actos de Violencia por Religión o Creencias.

Esta efeméride busca condenar la intolerancia, honrar a quienes han sufrido o perdido la vida por su fe y promover el diálogo interreligioso.

Aunque los casos más mediáticos ocurren en países como Irak, Myanmar o Sri Lanka, México también enfrenta una crisis silenciosa: es considerado uno de los países más peligrosos para sacerdotes y líderes religiosos, pese a no estar en guerra.

Violencia contra sacerdotes en México

La violencia en México ha alcanzado también a la Iglesia Católica. Los sacerdotes, líderes comunitarios y defensores de derechos humanos, se han convertido en blancos del crimen organizado.

Las causas principales son:

  • Extorsión y robo a parroquias.
  • Negativa a colaborar con grupos del crimen organizado en México.
  • Denuncias sociales contra la violencia y la corrupción.

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Casos emblemáticos:

  • En 2022, los jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora fueron asesinados en Chihuahua dentro de su templo.
  • En 2016, el padre José Alfredo López Guillén fue secuestrado y asesinado en Michoacán.
  • Ese mismo año, el padre Joaquín Hernández Sifuentes fue hallado muerto en Coahuila.

Cifras de la violencia religiosa

El Centro Católico Multimedia (CCM) ha documentado que entre 1990 y 2024 se han registrado más de 800 amenazas y 95 asesinatos de sacerdotes y religiosos en México.

SexenioNúmero de víctimasCasos destacados
Carlos Salinas (1988-1994)3 sacerdotes + 1 cardenalAsesinato del Cardenal Posadas (1993)
Ernesto Zedillo (1994-2000)3 sacerdotes
Vicente Fox (2000-2006)4 sacerdotes + 1 diácono
Felipe Calderón (2006-2012)17 sacerdotes + 3 religiosos + 5 laicos incluyendo un periodista católicoAgresiones contra Iglesia
Enrique Peña Nieto (2012-2018)19 sacerdotes + 2 desaparecidos + 1 seminarista + 5 laicos + 2 secuestros fallidos + 2 intentos de ataque a sacerdotes que sobrevivieron + ataques a sitios eclesiásticosSecuestros y ataques a templos
Andrés Manuel López Obrador (2018-2024)10 sacerdotes + 1 seminarista + 7 obispos + 7 sacerdotes agredidosAsesinatos de los jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora

Intolerancia religiosa en comunidades indígenas

Además del crimen organizado, persiste la violencia por intolerancia religiosa en comunidades indígenas.

En lugares como Los Altos de Chiapas, familias han sido expulsadas de sus comunidades por abandonar prácticas católicas tradicionales y convertirse al evangelismo.

Por ejemplo, en San Juan Chamula, decenas de familias evangélicas han sido desplazadas y marginadas por negarse a participar en fiestas patronales.

Situaciones similares se han reportado en Oaxaca, Hidalgo, Puebla y Guerrero, donde los usos y costumbres locales imponen obligaciones religiosas que, si se incumplen, derivan en amenazas y expulsiones.

“Matar a un sacerdote es mandar un mensaje”

El padre Omar Sotelo, director del CCM, advierte que en el 80% de los asesinatos de sacerdotes está implicado el crimen organizado.

“El asesinato de un sacerdote lanza un mensaje muy contundente: Si yo soy capaz de matar a un sacerdote, puedo matar a quien sea”.

Las agresiones a sacerdotes generan miedo en comunidades enteras, abriendo la puerta a la narcopolítica y la narcocultura.

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Acciones para frenar la violencia

Tras el asesinato de los jesuitas en 2022, se impulsó el Diálogo Nacional por la Paz, que busca articular esfuerzos de la Iglesia, la sociedad civil y autoridades.

Medidas adoptadas:

  • Protocolos de seguridad para templos y clero (CEM, 2018).
  • Agenda nacional de paz y proyectos locales comunitarios.
  • Diálogos con gobiernos estatales y municipales.

En estados con fuerte presencia criminal, como Guerrero, algunos obispos incluso han dialogado con líderes del crimen para evitar agresiones directas.

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