La Península de Yucatán es el hogar de al menos 8,000 cenotes registrados, donde varios buzos y espeleólogos han logrado mapear, en unos ocho años, alrededor de 900 millas (equivalente a 1,448.7 kilómetros) de cavernas, asegura Guillermo DChristy, consultor en calidad del agua.
El también buzo y espeleólogo agrega que muchos cenotes más pueden permanecer ocultos al ojo humano, por lo que esa cantidad representa sólo una fracción de la vasta red subterránea.
En su cuenta de X escribió sobre la importancia de mantener limpios estos acuíferos que abastecen de agua a los asentamientos humanos en la región y la labor que realizan junto con voluntarios.
Citando un extracto del artículo de la revista especializada National Geographic “Cenotes de México en riesgo: la lucha por preservar las entradas al inframundo maya”, apunta que Roberto Rojo, junto a sus compañeros activistas Talismán Cruz y Ximena Chávez, cofundador de Cenotes Urbanos, iniciaron incursiones para limpiar cenotes.
Y lo que empezó como un proyecto de base se ha convertido en una comunidad de casi 500 miembros, liderando expediciones anuales para eliminar basura, probar la calidad del agua y enseñar talleres sobre ecología de las cuevas y cartografía.
Cenotes de la Península de Yucatan, usados como basureros: el peligro de metales tóxicos
Pero tal vez su trabajo más poderoso ocurre cada semana. Liderados por Alejandra Flores, cada domingo sin falta, equipos de voluntarios se reúnen para limpiar una cueva.
Sacan desde botellas de plástico y envoltorios de comida hasta neumáticos, metal oxidado e incluso aparatos elctrodomésticos, entre otros artículos que han sido arrojados durante décadas.
Un reporte del Diario advierte que la basura hallada en los cenotes desprende metales tóxicos para la salud humana como arsénico, plomo, microplásticos entre otros contaminantes, ya estos cuerpos de agua son aprovechados para la distribución del vital líquido destinado al consumo humano.
El peligro de metales pesados y microplásticos es respaldada por un estudio que publicaron el pasado mes de julio los investigadores Jaime Rendon-von Osten, Erick Sosa Rodríguez, Merle M. Borges Ramírez.
Voluntarios se suman al saneamiento de cuevas y cenotes
En este sentido, Guillermo DChristy expresa lo impactante que resulta no sólo la cantidad de basura sacada de las cuevas, sino la dedicación y el espíritu con que los voluntarios la abordan.
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De tal modo que, semana tras semana, transforman cuevas que alguna vez estuvieron contaminadas de nuevo en ecosistemas prósperos.
“Estas limpiezas semanales (de cenotes y cavernas) son algo más que la eliminación de residuos. Son actos de curación y restauración, para la tierra, el agua y la comunidad”, explica.
“La península de Yucatán es el hogar de al menos 8.000 cenotes registrados, pero muchos más pueden permanecer ocultos a medida que siguen apareciendo nuevos sumideros. Los buzos ya han mapeado alrededor de 900 millas de cavernas, aunque eso representa sólo una fracción de la… pic.twitter.com/QpeL4CZ8BM
— Guillermo DChristy 🇲🇽🇺🇦 (@gchristy65) August 28, 2025
Apunta que cada limpieza reconecta a las personas con lo sagrado de los cenotes, como es en la cultura maya, y refuerza la urgente necesidad de protegerlas para las generaciones venideras.
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El activista ha documentado con fotos esta tarea y cada imagen muestra el desastre medioambiental al que se suman los que causan las obras del Tren Maya en gran parte del sureste de México, con lo que el legado cultural corre el riesgo de ser enterrado bajo acero y concreto.
Este domingo 31 de agosto, el activista medioambiental compartió una foto de Sabrina Delgado Mendoza Durazno, miembro de Cenotes Urbanos, atraviesa un sistema de cuevas a las afueras de Playa del Carmen llamado Río Secreto, una región donde el mundo subterráneo es tan impresionante como delicado.
Describe la hermosura del lugar donde indica que cada contorno es producto de procesos geológicos lentos y precisos que no se pueden replicar en una vida humana.
Pero más allá de su belleza geológica, explica, los cenotes y las cuevas son embalses vitales de agua dulce, directamente conectados al vasto acuífero subterráneo que sostiene la vida en toda la península de Yucatán.
Por lo tanto, una vez rotos o perturbados, se pierden para siempre.
“Estas cuevas y cenotes tienen no sólo aguas cristalinas, sino también algunas de las formaciones de cuevas más espectaculares y prístinas que he visto nunca.
“Suspendidas por encima de su cabeza hay estalactitas, estructuras minerales delgadas creadas durante decenas (posiblemente cientos) de miles de años por nada más que unas gotas de agua dejando pacientemente atrás capas microscópicas de carbonato de calcio”, se lee.
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“Sabrina Delgado Mendoza (Durazno), miembro de Cenotes Urbanos, recorre cuidadosamente un conocido sistema de cuevas a las afueras de Playa del Carmen llamado Río Secreto, una región donde el mundo subterráneo es tan impresionante como delicado. Estas cuevas y cenotes tienen no… pic.twitter.com/yzUahf3qYs
— Guillermo DChristy 🇲🇽🇺🇦 (@gchristy65) August 31, 2025
