Aspecto del XV Congreso Latinoamericano de Uniapac. A la izquierda, la participación de Juan Pablo Castañón, expresidente de Coparmex
La participación de Juan Pablo Castañón, expresidente de Coparmex

GUADALAJARA, Jalisco.— Con el llamado a “insistir, persistir, resistir y nunca desistir”, concluyó ayer el XV Congreso Latinoamericano de Uniapac bajo el lema “Empresarios Cristianos Generadores de Esperanza”.

Durante tres días, líderes empresariales, sociales y religiosos se dieron cita en Guadalajara para compartir testimonios e iniciativas que muestran cómo la fe, la ética y la responsabilidad social pueden transformar comunidades enteras.

La última jornada se inició con una misa presidida por monseñor Rogelio Cabrera López, arzobispo de Monterrey y asesor doctrinal de Uniapac-Latam, quien invitó a renovar el compromiso con una economía centrada en la dignidad humana.

Posteriormente se desarrolló un panel clave sobre la construcción de una agenda con propósito compartido. Participaron Silvia Bulla, DuPont Argentina; Juan Pablo Castañón, expresidente de Coparmex; monseñor Ramón Castro Castro, presidente del Episcopado mexicano, y Javier Solana, presidente de la Confederación Usem, bajo la moderación de Luis Artigas.

Los ponentes coincidieron en que el empresariado debe impulsar movilidad social, recuperar la confianza y formar líderes que sirvan. Señalaron que no basta con “dar”, sino que es tiempo de “donarse”: invertir tiempo, talento y experiencia para fortalecer el tejido social. Se propuso enfocar esfuerzos en tres pilares: educación, empleo y emprendimiento, y trabajar en comunión, como “suma de dones que multiplica el impacto”.

Jóvenes que participaron en el XV Congreso Latinoamericano de Uniapac bajo el lema “Empresarios Cristianos Generadores de Esperanza”
Jóvenes que participaron en el XV Congreso Latinoamericano de Uniapac bajo el lema “Empresarios Cristianos Generadores de Esperanza”

Al mediodía se presentaron las conclusiones de las 25 mesas de trabajo, expuestas por los presidentes de los capítulos Uniapac de distintos países.

Los jóvenes tuvieron un espacio para compartir sus propuestas, reafirmando su deseo de ser protagonistas de una economía con sentido humano.

Entre las líneas de acción destacaron: promover empleo digno como antídoto frente a la marginación y la violencia; impulsar contratación inclusiva y segundas oportunidades; integrar códigos de ética en la gestión; crear redes empresariales temáticas y fondos colectivos; fortalecer la formación integral de colaboradores y familias, y combinar indicadores de negocio con métricas de dignidad y movilidad social.

Más tarde, monseñor Rogelio Cabrera ofreció la conferencia “La esperanza no defrauda”, en la que subrayó que la ética no es opcional ni cosmética, sino estratégica para la sostenibilidad y la confianza.

Luego le siguió el sacerdote Francisco Ramírez Yáñez, rector del Sistema Univa y presidente de la Federación Internacional de Universidades Católicas, quien expuso el tema “El empresario misionero”, inspirado en la Doctrina Social de la Iglesia, que incluye: dignidad humana al centro, bien común, justicia y equidad, responsabilidad ambiental, liderazgo-servicio, ética financiera y cultura de paz.

El Congreso culminó con la lectura de la Declaratoria Final, a cargo de Manuel Fitzmaurice, presidente de Uniapac Latam; Sigrid Marz, presidenta de Uniapac Internacional; Juan José Sierra, presidente de Coparmex, y Javier Solana, USEM México.

Propósito

El documento reafirma el compromiso de los empresarios cristianos de poner a la persona en el centro, generar empleo digno, vivir la vocación empresarial y construir una economía con propósito, orientada al bien común y basada en la dignidad humana.

Aspecto del XV Congreso Latinoamericano de Uniapac

El XV Congreso dejó en claro que, cuando las empresas se alinean con principios éticos y espirituales, no solo generan valor económico, sino también esperanza real. Frente a contextos de injusticia y desesperanza, encuentros como este son espacios vitales para renovar el ánimo y la visión de futuro, indicaron.

“Que al terminar estas jornadas salgamos llenos de esperanza”, fue el mensaje que resonó entre los asistentes, marcando el cierre de un encuentro que reafirmó a la empresa como vehículo social y de transformación en América Latina.— Josué Lozano / Iván Canul

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