CIUDAD DE MÉXICO.- A un año y un mes del cierre de la frontera de Estados Unidos a la exportación de ganado en pie, la ganadería mexicana enfrenta uno de sus periodos más complejos debido a la expansión del gusano barrenador del ganado (GBG).

De acuerdo con estimaciones de la Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas (CNOG), el impacto económico acumulado asciende a 15 mil millones de pesos, resultado tanto del freno a las exportaciones como del incremento en los costos sanitarios.

La plaga, que reapareció y se extendió principalmente en el sur y sureste del país, obligó a las autoridades estadounidenses a suspender el ingreso de bovinos mexicanos.

Esta medida, aunque preventiva desde el punto de vista sanitario, ha generado un efecto en cadena sobre la actividad productiva, los precios y la rentabilidad de miles de ranchos.

Homero García de la Llata, presidente de la CNOG, explicó a El Universal que cerca de un millón de becerros dejaron de exportarse, lo que representó una pérdida aproximada de 700 millones de dólares, equivalentes a 12 mil millones de pesos.

A ello se suman los gastos adicionales derivados de los protocolos sanitarios implementados para frenar la propagación del gusano barrenador.

El dirigente ganadero subrayó que, si bien el ganado no se perdió, tuvo que colocarse en el mercado nacional con precios significativamente más bajos que los que se pagan en Estados Unidos, lo que redujo de forma directa los ingresos de los productores.

El ganado no se perdió, se tuvo que vender en el mercado nacional, pero con un diferencial de precio muy alto frente a Estados Unidos. Dejamos de exportar cerca de un millón de becerros“.

Costos sanitarios y saturación del mercado nacional de ganado

Además del impacto por la cancelación de exportaciones, la CNOG estimó que los controles sanitarios obligatorios elevaron considerablemente los costos de producción.

Más de 2.2 millones de reses que circularon dentro del país debieron someterse a tratamientos, revisiones y certificaciones, lo que implicó un gasto adicional de entre mil 200 y 2 mil pesos por animal, con un impacto total cercano a 3 mil millones de pesos.

Estos costos fueron absorbidos directamente por los productores, quienes, pese a cumplir con las medidas sanitarias, enfrentaron descuentos en el precio de venta del ganado.

Las medidas sanitarias eran necesarias, pero el costo lo está absorbiendo el productor. Cada animal que se mueve desde el sur al centro y norte del país llega con descuentos en el precio por tratamientos y revisiones, y eso está pegando directo a los ganaderos“.

La mayor afectación se concentró en los estados del sur y sureste, donde se registró la mayor incidencia del gusano barrenador, así como en entidades del norte como Sonora, Chihuahua, Durango, Coahuila y Tamaulipas.

Regiones cuya economía ganadera depende en gran medida del mercado estadounidense.

El cierre fronterizo generó una sobresaturación del mercado interno, lo que obligó a muchos ganaderos a vender animales antes de tiempo, reducir inventarios y posponer inversiones, con impactos directos en el empleo rural y la rentabilidad de los ranchos.

Plaga de gusano barrenador del ganado: distribución de casos y panorama actual

El Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) informó que, hasta el 5 de diciembre, se habían detectado 11 mil 667 casos de gusano barrenador del ganado, de los cuales 10 mil 736 ya estaban resueltos y 931 permanecían activos.

La mayor concentración de casos se localizó en Chiapas, con 4 mil 955, seguido de Oaxaca (mil 586), Veracruz (mil 449), Yucatán (mil 263), Tabasco (mil 32), Campeche (646) y Quintana Roo (268).

Fuera del sur y sureste del país, las cifras reportadas fueron menores a 85 casos.

Ganaderos de Chiapas advirtieron que las pérdidas económicas son incuantificables. Jorge Ortiz Arévalo, productor y director del rastro municipal de su localidad, señaló que el gasto en medicamentos se ha más que duplicado.

Si yo compraba medicamentos mensualmente con un costo de 2 mil 500 pesos, hoy estoy gastando 6 mil pesos”.

Productores también alertaron que las condiciones climáticas actuales favorecen la dispersión de la mosca del gusano barrenador, capaz de volar hasta 10 kilómetros diarios y desplazarse 290 kilómetros en dos semanas, lo que complica su control.

Medidas de control, moscas estériles y llamado a reabrir exportaciones

Ante el riesgo de expansión nacional, la CNOG advirtió que, de extenderse la plaga a todo el país, el impacto económico podría alcanzar hasta 47 mil millones de pesos.

Por ello, los ganaderos solicitaron la regionalización de los cierres fronterizos, argumentando que las zonas exportadoras del norte mantienen un estatus sanitario libre de la plaga.

En paralelo, Senasica activó el Dispositivo Nacional de Emergencia de Salud Animal (Dinesa), que incluye vigilancia en ranchos, atención inmediata de casos, capacitación a productores y refuerzo en los puntos de inspección sanitaria.

Como parte del control biológico, el gobierno federal libera semanalmente alrededor de 90 millones de moscas estériles.

Además avanza en la reconstrucción de la planta de producción en Metapa, Chiapas, que comenzará operaciones a mediados de 2026 y permitirá producir hasta 100 millones de moscas por semana.

Mientras tanto, los ganaderos insisten en que fortalecer la engorda y el procesamiento de carne en el país permitiría reducir la dependencia de la exportación de becerros y disminuir la vulnerabilidad del sector ante cierres fronterizos futuros.

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