WASHINGTON (AP).— El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, hizo ayer un solemne llamado a los votantes para que defiendan la democracia del país, mientras explicaba desde el Despacho Oval su decisión de no ir por la reelección y apoyar a la vicepresidenta Kamala Harris.
Biden utilizó su primer pronunciamiento público desde que el domingo anunció que se hacía a un lado para repudiar a Donald Trump, aunque no se refirió directamente a él, a quien ha calificado de amenaza existencial para la democracia.
Biden soslayó la realidad política que le llevó a este punto: su pésimo desempeño en un debate contra Trump hace casi un mes, en el que habló entrecortadamente, lució desmejorado y no rebatió los ataques de su antecesor, lo cual desató una crisis de confianza en el seno del Partido Demócrata.
Los legisladores y los votantes preguntaban no sólo si sería capaz de vencer a Trump en noviembre, sino también si, a sus 81 años, seguía siendo apto para un puesto de tanta presión.
“He decidido que la mejor forma de avanzar es pasar la antorcha a una nueva generación”, dijo Biden, afirmando que quería dar cabida a “voces más jóvenes”.
Y añadió: “Es la mejor manera de unir a nuestra nación”.
