PROGRESO.- Vecinos de este puerto vivieron momentos de tensión  por la posibilidad de un tiroteo.  Desde las puertas y ventanas de sus casas con miedo se asomaron y solo esperaban que se accionaran las armas.

Amas de casa, vecinos, trabajadores de un taller de motocicletas y sorprendidos conductores vieron cómo un hombre, calvo y sin camisa, con una pistola tenía encañonado a dos agentes de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), mientras que otros dos o tres uniformados estatales apuntaban al civil con armas largas

En la esquina de la calle 92 con 33, junto a una casa de mampostería, el sujeto sometió  a los dos policías estatales, narraron testigos, caso que parecía “de película” y que por vez primera se suscita en el puerto, que dos agentes fueran encañonados por un civil advirtiendo que dispararía.

Según dijeron, la situación se puso tensa, temieron un tiroteo, así que se resguardaron y desde las puertas y ventanas de sus casas vieron que otros dos o tres oficiales  de la SSP blandiendo armas largas apuntaron al civil, pero éste, con sangre fría, mantuvo su postura.

Poco a poco el sujeto  se dirigió a su casa, entró cerró y desde una pequeña ventana entregó la pistola a un agente. Los policías estuvieron un rato más en el lugar y después se retiraron.

Hombre desarma a policía de la SSP

 El civil que encañonó  a los policías estatales dijo llamarse Abraham Reyes Gasca, de 38 años de edad, originario de Campeche, pero con  años viviendo en este puerto.

Comentó que recién salió de la cárcel, pues fue detenido por asaltar en una tienda de la cadena Oxxo, “pero lo hice porque necesitaba dinero para mi familia, pues no logro conseguir  trabajo“. 

Somete a policías en Progreso Reyes Gasca
Abraham Reyes Gasca da su versión de los hechos (Foto de Gabino Tzec Valle)

Los hechos ocurrieron hoy lunes poco después de la 1 de la tarde  en la calle 33 entre 92 y 94 de la colonia Canul Reyes.

En un predio de esa zona supuestamente un sujeto escandalizaba y una señora, que dijo ser la mamá de Abraham Reyes, les autorizó a los oficiales entrar, para que hablaran con él, pero los uniformados no contaban con que el sujeto los desarmaría y a punta de pistola los sacara de la casa.

Luego que las patrullas se retiraron, el civil se asomó por una ventana de su casa y dijo que daría una explicación de los hechos, proporcionó su nombre, afirmó que es casado, que su esposa vive en Michoacán, aunque viven separados.

También acusó e hizo  responsables a los policías estatales y municipales si algo le pasa. Afirmó que fue policía y conoce como actúan. 

¿Cuál fue el motivo de la intervención policíaca?

Sobre los hechos por los cuales su mamá pidió ayuda policaca, dijo que su pareja le es presuntamente infiel; le reclamó, pero que nunca la golpeó, dijo.

“No soy golpeador de mujeres, trabajé en la Secretaría de Marina, no soy ladrón como los demás policías, en la municipal hay pura porquería”. 

Detalló que su mamá, autorizó que dos policías entren a su casa, pero no es la casa de su progenitora, así que los agentes invadieron su propiedad sin orden de cateo.

Lo acusaron de causar destrozos en la vivienda, “pero me estaba rasurando la cabeza, mi pareja y mis hijos estaban comiendo, cuando vi a los policías”.

Contó que pretendieron detenerlo, uno de los policías le ordenó que se hinque y lo empujaron, pero dado su entrenamiento militar, explicó, desarmó al agente, le quitó la pistola de cargo que llevaba y lo encañonó.

El otro policía que no estaba armado lo golpeó con el codo, pero como él tenía el  arma, los obligó a salir de la casa. 

“Estaban dentro de mi casa y pude dispararles e incluso hasta matarlos, pero no soy asesino, entraron sin orden judicial. Al salir, vi que un agente corrió a su patrulla y sacó un arma larga, luego otros hicieron lo mismo, pero seguí firme y apuntando a los que entraron a mi casa.

“Si me disparaban accionaba el arma y mataba a uno de ellos”. 

Vecinos de Progreso, en suspenso

Los 15 o 20 minutos fueron de tensión. Abraham Reyes Gasca dijo que le gritaban que tire el arma, que si no lo hacía le iban a disparar, pero se mantuvo firme en su postura, caminó a su casa, cerró y entregó el arma a un agente, antes le quitó el cartucho. 

Los policías municipales y esta tales se retiraron, pero continuaron con sus rondines por ese rumbo del puerto, donde los vecinos piden más vigilancia y seguridad. 

Sobre Abraham Reyes Gasca comentaron que sería un sujeto peligroso.