PROGRESO.- Cientos de turistas locales hicieron acto de presencia este domingo, primero después de la temporada de Semana Santa, para pasar un rato en playas progreseñas.
Pese a que no hay un puente o días de asueto cercanos, al menos mil 500 yucatecos llegaron este día al puerto y disfrutaron del sol que azotaba el lugar con una temperatura en el termómetro de hasta 29 grados centígrados y unos rayos intensos que llamaban a refrescarse cerca de la orilla.
La presencia de los turistas yucatecos fue motivo para que haya movimiento económico en este lugar, principalmente de productos fríos como bolis, refrescos, granizados sin dejar a un lado las cervezas.
Por lo que los expendios de estas últimas estaban prácticamente a reventar. También se movieron bien los kibis, marquesitas, dulces, mangos entre otros comestibles.
Ameno domingo para visitantes de Progreso, Yucatán
Un conocido granizadero que suele acudir a vender a esta zona indicó que durante este día, debido al intenso calor ya había realizado algunas ventas y le estaba yendo de manera regular.
Incluso ya estaba apunto de retirarse a buscar otro hielo, pues el primero con el que llegó se estaba gastando.
Mientras servía un par de granizados de tamarindo, platicó que el sábado no le fue nada bien, pues los vientos que hacían en la zona de playa complicaba el poder caminar o simplemente permanecer en la playa por lo que solo hubo algunos visitantes.
De hecho, el granizadero sólo logró vender 3 granizados, “solo el costo de mi hielo saqué”, comentó y entre bromas mencionó “ojalá vendiera yo de cerveza, seguro se me gasta más rápido”, dijo entre risas.
A lo largo de la playa se pudo ver a numerosas familias que llegaron a este lugar que colocaban casas de campaña o simplemente toallas en la arena para que este no les moleste cuando se sienten.
En cuanto a la compra de alimentos, si bien muchos buscaron lugar en los restaurantes y palapas de dicha zona de la playa, muchos otros llevaron consigo sus propios alimentos y neveras con bebidas, hielo entre otro tipo de productos, así como bocinas portátiles.
El Malecón se llenó de música en diversos rincones, lo que lo convertía prácticamente en un centro de fiestas particulares que se podían encontrar a cada paso dado al recorrer dicha zona.
Desde el municipio de Mama llegó la familia Canché Muñoz desde las 9 de la mañana y a pesar de haber desayunado no dejaron pasar la ocasión de probar las tortas de kibi que venden por las mañanas en calles del centro del puerto.
Después se dirigieron a la zona de playa para disfrutar del mar.
“Ahora que ya estuvimos nadando, la verdad ya va dando hambre, vamos a buscar un lugar para comer pescado y nos gustaría probar otros mariscos, no siempre podemos venir, pero ya que estamos aquí hay que aprovechar la oportunidad”, indicó el jefe de familia.
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